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Irene Bosque Única investigadora beca Gent 2021-24 de la Universidad de Alicante

Irene Bosque : «Deberían equilibrar las ayudas para investigar que recibe la provincia frente a las de Valencia»

La investigadora Irene Bosque, en los laboratorios de Química de la Universidad de Alicante. | ALEX DOMÍNGUEZ

En medio de la polémica surgida por el desigual reparto de fondos para la investigación universitaria por parte de la AVI, Agencia Valenciana de la Innovación, que ha dejado a la provincia a la cola de la Comunidad pese a su acreditada excelencia, Irene Bosque, química en la UA, es la única investigadora de Alicante entre los nueve becados también por la Generalitat, dentro del plan GenT de captación de talento. El resto trabajan en Valencia y con el CSIC.

¿Desde el laboratorio se percibe esa discriminación en el reparto de dinero del Consell?

No es la primera vez que sucede. La impresión que tenemos desde que empecé a investigar en la UA hace diez años, con una de las tres becas de la Generalitat de doctorado que tuvo Alicante entonces, es que la provincia consigue un 10% y el resto, la de Valencia. Se deberían equilibrar las ayudas a nivel autonómico, en general se quedan escasas. Se conceden menos a la UA, y menos todavía a la UMH.

Su caso parece la excepción.

Una de nueve del plan GenT, sí. Cuando recibí el correo con la beca no me lo creía. Tengo un buen currículum pero nunca sabes, porque en toda evaluación de investigación hay un punto subjetivo, depende de a quién le toque valorarlo. Y un punto de suerte, porque hay mucho nivel.

¿Qué le supone esta beca?

Tranquilidad personal los próximos cuatro años. Es que además es muy flexible, que no es lo normal, y me permite contratar a otra persona que haga su tesis en el departamento, junto a la compra conjunta de material para el departamento de Química Orgánica y el Instituto de Síntesis Orgánica, mientras sigo con la beca Juan de la Cierva.

Una beca tras otra, ¿logra subsistir así?

Hasta ahora he podido vivir de las becas de investigación, pero en dos años espero conseguir una plaza fija en la UA. Aspiro a no tener que preocuparme de esa dependencia para seguir investigando.

¿Qué implica vivir de las becas para investigar?

He trabajado duro pero también he tenido suerte. Es muy difícil predecir cuándo se van a resolver las becas, los plazos varían mucho, de tres meses a más de un año y la continuidad es muy complicada. Con el covid también se ha atrasado todo más aunque el contrato de La Cierva me lo prorrogan. Implica muchas horas y mis experimentos siempre han sido presenciales, necesito el cacharrero, no me basta un ordenador. Dedicas todo el tiempo que puedes y más.

¿Qué investiga en concreto?

Desarrollamos elementos catalizadores que facilitan otras transformaciones, usando muy poca cantidad de sustancias y que se regeneran durante el proceso. Usamos la luz solar en lugar de tener que calentar la reacción. El uso de energías renovables y disolventes sostenibles aporta la diferencia y se logra la reacción a temperatura ambiente de 25 a 30 grados, sin necesidad de llegar a 300 como antes. Se reducen costes y se logra que la reacción sea más selectiva. A largo plazo contribuimos a que las medicinas cuesten menos dinero porque en nuestro caso trabajamos en los procesos de la industria farmacológica, no sintetizamos fármacos directamente.

¿Cómo convencer a los responsables políticos cuando el resultado es a largo plazo?

Los proyectos también los valoran investigadores, pero no es fácil hacer entender que lo que propones va a suponer un gran cambio y que es viable. No se trata de construir una casa en la luna pero hay que justificar que puedes llegar.

¿Y si no se llega a lo previsto?

Cuando no resulta lo esperado puedes obtener otro resultado. La investigación nunca es baladí. Hay épocas de sequía cuando dices «no me sale nada» y te entran ganas de rendirte, pero es útil porque lo que no funciona también es información. La del investigador es una carrera de fondo y muy competitiva. Para pedir cada beca necesitas un proyecto y papeleo distinto, y como no sabes si la vas a tener yo solicito todo lo que sale, quita mucho tiempo. Dan ganas de tirar la toalla pero hay que auto animarse y que la gente que te rodea te apoye. Si mi marido no fuera también investigador sería muy complicado. Ni los amigos lo entienden cuando durante el doctorado todo el tiempo es poco para investigar.

¿Ha tenido que renunciar a algo en su plan de vida?

He retrasado hasta ahora mi maternidad, pero ya tengo mi familia y futuro laboral más asentado. Si durante el postdoctorado no te centras se puede alargar demasiado y llegas mayor. Esta lucha por una plaza en la que estoy, si la pospongo diez años resulta mucho más cuesta arriba.

¿Qué mejoras pediría para los investigadores?

Convocatorias más ágiles. Que se acorten los tiempos para su resolución. Las solicitudes sí tienen un plazo pero con tanta espera te puedes quedar muy colgado. El proyecto incluso puede quedar obsoleto aunque luego lo reconduces. También escasean las becas. Los países que más invierten, como EE UU, Alemania y ahora también China, van mejor. La Ciencia tiene muy poco presupuesto y es en lo primero que se recorta porque los resultados son a largo plazo. Nos falta concienciarnos porque el potencial está ahí, solo hay que saber aprovecharlo.

¿En qué otros países ha investigado?

Para afianzar el doctorado en la UA hice dos estancias en Michigan, EE UU y en Munich, Alemania. Es muy importante salir y trabajar con un grupo especializado en tu campo. Te ayuda a crecer aunque al principio da un poco de vértigo.

¿Se ha notado mucho el parón del covid?

En la investigación, incluso etapas como la de la pandemia permiten actualizar conocimientos, revisando lo publicado los últimos años, y nos ha dado nuevas ideas para volver a laboratorio, se aprovecha el tiempo.

¿Qué diría a los jóvenes estudiantes que no tienen claro a qué dedicarse?

A mí me lo transmitieron desde casa y me influyó mi profesor también. Hay que tener ganas de dedicación y estudio, pero investigar es muy emocionante porque todos los días sale algo nuevo, conoces culturas diversas y contactas con gente de todo el mundo. Creces como persona tanto como investigador.

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