La erupción volcánica que barre la isla de La Palma también tendrá consecuencias para la provincia de Alicante. La nube de ceniza y dióxido de azufre que expulsa el volcán está previsto que llegue a la provincia hoy viernes, que será una de las primeras zonas que se verá afectada. El motivo es que los vientos que han contribuido a la formación de la gota fría y la inestabilidad que se prolonga hasta el viernes impulsan la ceniza volcánica al norte de África y también a la Comunidad Valenciana.
De llegar, las cenizas (inocuas para la salud) se comportarán como cuando hay polvo del desierto en suspensión. «Empeora puntualmente la calidad del aire pero, sobre todo, manchan todo tipo de mobiliario urbano y los coches si al final llueve», explica Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. «Llegar pueden llegar pero si no llueve igual ni nos enteramos», apunta Olcina.
Según los datos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), las nueve bocas del volcán de la Palma expulsan a diario unas 10.665 toneladas de dióxido de azufre que asciende rápidamente a través de la columna de ceniza y quedan suspendidas en las capas intermedias de la atmósfera a merced de los vientos.
Por el momento, los vientos están desplazándola hacia el sureste, hacia la costa africana, pero las predicciones realizadas por el programa Copérnicus contemplan que llegarán a la costa peninsular a través del Mar de Alborán y el sur del Golfo de València. Estas predicciones indican que toda la península estará bajo la influencia de esta nube el a lo largo de la jornada de hoy viernes.
Los expertos reiteran que esta nube no entrañará riesgos para la salud. El penacho volcánico -la traza que deja la nube mientras se desplaza- contribuye a la dispersión de cenizas y gases a lo largo de grandes distancias del foco eruptivo. En este caso, la ceniza y el resto de partículas en suspensión pueden alcanzar una altura que oscila entre 1 y 15 kilómetros sobre el nivel del mar.
