Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Especialistas en salud mental controlarán los casos en colegios e institutos todas las semanas

Psicólogos y psiquiatras activan una red de contacto directo con los centros educativos para tratar cualquier situación con agilidad - La Fiscalía de Menores intervendrá si la familia no colabora

Charla sobre salud mental en un instituto de la provincia. | JOSE NAVARRO

Los especialistas en salud mental van a reactivar e intensificar este curso el contacto directo y semanal con los profesionales orientadores de los centros educativos, para controlar y abordar con agilidad los nuevos casos detectados entre el alumnado que se están disparando, como confirma el jefe de Psiquiatría en e l Hospital General de Alicante, Enrique Pérez.

La red que configuran las USMI o Unidades de Salud Mental en los centros de salud con los colegios e institutos, a través de los psicólogos y psiquiatras, cuenta asimismo con los pediatras en las comisiones infanto-juveniles, que han sufrido un parón durante la pandemia y que tanta falta hacen por los estragos de la pandemia entre los adolescentes principalmente.

Enrique Pérez, jefe de Psiquiatría del Hospital General de Alicante, concreta que es importante actuar en cuanto exista la primera sospecha. Al hilo de las nuevas directrices de Educación , que ha remitido a los centros un protocolo y guías para detectar situaciones conflictivas para el alumnado a nivel emocional, el especialista apunta que hay que estar pendiente de cualquier cambio que rompa la imagen previa del alumno.

«Es complicado, incluso para los padres, porque conforme los alumnos se acercan a la adolescencia, aunque lo pasen mal, son más reservados y no comparten los síntomas». Deterioro académico, aislamiento social, conductas autolesivas o ausencias del centro son situaciones frente a las que hay que buscar espacios para «escuchar, preguntar y hablar con la familia», señala el especialista.

En casa

En casa, la pérdida de apetito o alteraciones del sueño pueden ser indicativos de problemas que atender al alterar las funciones más básicas, añade en relación a la alarma entre los familiares.

A su vez, la directora general de Inclusión Educativa en la Conselleria de Educación, Raquel Andrés Gimeno, sopesa que en aquello casos extremos en los que no exista la necesaria colaboración de las familias para tratar a sus hijos, los directores de los centros deberán derivar el caso a los Servicios Sociales de la Generalitat y, en última instancia, a la Fiscalía de Menores.

«Si un familiar no responde a una intervención imperiosa, se notificará a la Fiscalía. No es lo habitual, se trabaja y asesora a las familias e intervienen las unidades de atención especializada», con las que Educación dota de profesionales psicólogos en cada provincia. «Las nuevas casuísticas se incluyen en el documento de protección del menor y está suscrito por los consellers de Igualdad y de Educación, Oltra y Marzà», concreta la directora general.

La enseñanza por proyectos y con dos profesores por aula que aumenta al 15% en los institutos de la provincia, aseguran que permitirá que afloren casos porque en cuanto un alumno se desentiende del trabajo en equipo se nota mucho y es desencadenante de una situación anómala.

En el día a día, responsables de centros educativos afirman estar muy concienciados para tratar de detectar cuanto antes problemas de este tipo pero advierten de que son muchos más los casos existentes que los que pueden detectar. «Es imposible, y nos preocupa especialmente», señala el portavoz de los directores de Secundaria, Toni González Picornell. Apunta un caso de anorexia detectado por tutoras del instituto a raíz de descubrir cortes en los brazos de una alumna. «Son situaciones muy problemáticas y difíciles de encauzar si no se llega a tiempo», abunda el director.

Soluciones

No obstante, en los centros se confía en que las medidas y protocolos establecidos por Educación contribuyan a que afloren los casos y desde Sanidad se dé una respuesta rápida y las soluciones necesarias. Desde los colegios de Primaria, Rosa María Pinto pone el acento en la necesidad de proteger a los niños incluyendo la salud mental y emocional en el mismo rango que la desprotección que sufren si no están bien alimentados, con la necesaria higiene o sufren maltrato. «En el caso de que haya padres reticentes a colaborar, acudimos a la inspección para que se aborde desde el punto de vista legal -indica-. La salud del niño hay que ponerla en el centro».

Coinciden en que «velar por el menor» es la prioridad de los maestros en el aula, y que en la búsqueda de ese beneficio frente a posibles divergencias con los padres, son las administraciones las que deben agilizar los trámites para atender los problemas de salud mental con efectividad.

Compartir el artículo

stats