La pandemia comienza a remitir por las vacunas y con la relajación de las restricciones sanitarias muchos ayuntamientos de la provincia se plantean revisar la situación de las terrazas. Los decretos emitidos a partir de mayo de 2020 permitió a bares, restaurantes y cafeterías colocar mesas y sillas más allá del espacio delimitado en la licencia, pudiendo incluso poner las terrazas en plazas de aparcamiento, parques e incluso ocupando calles. La medida ha generado dificultades a los viandantes y al tráfico rodado así como situaciones de peligro y retrasos en la prestación de servicios básicos de emergencia. Pero los ciudadanos se han mostrado mayoritariamente comprensivos y solidarios con un sector que ha tenido que soportar un largo período de cierre forzoso para frenar los contagios. De hecho, apenas se han registrado denuncias.
En Torrevieja la liberalización de la ocupación de espacio público ha generado constantes problemas, en especial durante el pasado verano con récord de ocupación turística. Los hosteleros han ocupado zonas verdes, espacios de paso reservados exclusivamente para peatones y cerrado vías de evacuación y acceso de servicios de emergencia sin problemas, sin ningún tipo de intervención municipal, que tan solo cuenta con dos agentes de Policía para la supervisión de la ocupación de la vía pública de los más de 700 locales que funcionan en la ciudad. A esa falta de control, justificada en la recuperación económica, se ha sumado una retahíla de actuaciones irregulares por parte de algunos hosteleros. El Ayuntamiento, lejos de atender las quejas ha permitido incluso el cierre de calles al tráfico, lo que provocó este verano que una ambulancia del SAMU tuviera que realizar un largo rodeo con atascos para llegar a una urgencia vital que tenía a tan solo 50 metros.
En Alcoy desde Urbanismo se asegura que por ahora no ha habido problemas. Hay alguna terraza que está cerca de la calzada, sobre todo en la avenida de la Alameda de Camilo Sesto o en las calles Juan Gil-Albert y Santa Rosa, pero no se han producido quejas de colectivos. En Villena la intención del equipo de gobierno es condonar de nuevo las tasas para el ejercicio de 2022, pero volviendo a la ocupación anterior a la pandemia, al mismo espacio autorizado antes de marzo de 2020. En Monforte del Cid el Ayuntamiento ha tenido que actuar en alguna terraza pero la mayoría respetan las normas. Los únicos problemas han surgido por el exceso de ruido pero no por las ampliación de ocupación en la vía pública. En Aspe por segundo año consecutivo se han aumentado los espacios destinados a terrazas con la posibilidad incluso de cerrar calles y también se eximirá del pago de la tasa de terrazas en 2022 por tercer año consecutivo.
En Elda de casi 200 terrazas un 60% ha solicitado ampliación más allá de su fachada, pero manteniendo el mismo número de mesas y sillas. Para ello era necesario contar con la autorización de los propietarios de los inmuebles afectados y en todos los casos los vecinos han dado su consentimiento. Durante la pandemia no se ha presentado ni una sola denuncia en las oficinas municipales por molestias de ruidos u ocupación de espacio público. Ha existido, en general, buena convivencia entre vecinos y hosteleros pero, a partir de ahora, muchos ayuntamientos van a revisar las terrazas para reducir su ampliación y que vuelvan a ocupar el espacio anterior a la pandemia.
Alicante permite al sector usar los aparcamientos hasta enero de 2022
Alicante es la excepción. El bipartito ha decidido prorrogar el permiso para la ampliación de terrazas con motivo de la pandemia del covid-19. El alcalde Luis Barcala firmó el pasado viernes el decreto que da vía libre a que la medida extraordinaria, que se adoptó en mayo de 2020, siga vigente al menos hasta el 16 de enero de 2022, es decir, cuatro meses más. Esta decisión, que se prorroga desde hace año y medio, permite a los hosteleros colocar mesas y sillas más allá del espacio delimitado en la licencia, pudiendo incluso poner terrazas en plazas de aparcamiento. El bipartito justifica la medida para facilitar la «recuperación económica» de estos negocios.