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La construcción se traslada a Benalúa Sur y Vistahermosa Norte

Los proyectos arrancan con las primeras obras en zonas que acogerán unas 2.000 viviendas en total, con unos 5.500 pisos a la espera en otros entornos

Benalúa Sur ya tiene su primera licencia y las obras acaban de arrancar. ALEX DOMINGUEZ

Con los PAU 1 y 2 (en San Blas) y el 5 (Playa de San Juan) ya con escasas parcelas disponibles, la construcción de vivienda nueva fija la mirada en dos nuevos entornos de la ciudad de Alicante. Uno se encuentra cerca del centro, en un plan parcial que llevaba dos décadas paralizado. Metrovacesa acaba de iniciar las obras de la primera urbanización de Benalúa Sur, donde en total se proyectan más de medio millar de viviendas. La promotora da así el pistoletazo de salida a Benalúa Sur. El edificio Adamar, con una inversión de nueve millones de euros, contará con 52 viviendas. La ubicación es uno de los puntos fuertes de ese nuevo barrio, al encontrarse cerca del mar y de Maisonnave, el principal entorno comercial de la ciudad.

Benalúa Sur ya tiene su primera licencia y las obras acaban de arrancar. | ALEX DOMÍNGUEZ

En Benalúa Sur, según la Concejalía de Urbanismo, hay hasta seis promociones en marcha, aunque por ahora solo una tiene licencia. Recientemente se produjo la apertura al público de los viarios reurbanizados del nuevo sector, permitiendo ganar 12.000 metros cuadrados de zonas verdes para el ciudadano.

También acaban de comenzar las obras en el otro entorno donde también está puesta la mirada de la construcción: el APA 9, más conocido como Vistahermosa Norte, donde se proyectan unas 1.500 viviendas. En este caso, la promotora en conseguir la primera licencia ha sido Aedas Homes, que ya construye Mara Views, un residencial de 34 unifamiliares, de 4 y 5 dormitorios «para un cliente de reposición, es decir, familias que ya poseen una vivienda y que desean mudarse a otra que se adapte mejor a sus necesidades actuales», explican desde la promotora del proyecto, que tiene permiso para construir desde mayo. En el entorno, según la Concejalía de Urbanismo, ya se han concedido otras dos licencias de obras, a Edificio Goya, para 28 viviendas (tiene otra promoción de 40 viviendas), y para Valirio Amura, de 36 unifamiliares.

Panorámica del PAU 5, donde se proyectaron más de 3.300 viviendas desde 2007. | ALEX DOMÍNGUEZ

En total, entre el sector de Benalúa Sur, situado entre la avenida de Elche, la calle Moratín, Catedrático Soler y Fernando Madroñal, y el de Vistahermosa Norte, entre la avenida de Dénia y Lomas de Garbinet, a espaldas del parque comercial Vistahermosa, se prevé la construcción de unas 2.000 viviendas nuevas, entre pisos en altura y unifamiliares.

Estas son las nuevas zonas de «expansión», pero hasta ahora ese «título» lo poseían otros entornos de Alicante. El último ha sido el PAU 5, un sector situado a ambos lados de la avenida Maestro José Garberí Serrano, donde la construcción de viviendas arrancó en 2007, pero que sufrió los efectos de la crisis económica, paralizando numerosas promociones. De hecho, según la Concejalía de Urbanismo, una decena de licencias se concedieron en 2007, pero para las siguientes (salvo una excepción en 2010) hubo que esperar hasta 2016. A partir de esa fecha, explican desde el área municipal, se han concedido casi una veintena de permisos más, el último hace apenas un año. En todo el sector estaba prevista la construcción de más de 3.000 viviendas. Un reciente estudio de la consultora Activum situó Playa de San Juan como el barrio con más demandado en la capital alicantina para la compra de vivienda, lo que se traduce en que los pisos en venta alcanzan un precio medio de unos 300.000 euros (en vivienda de tres dormitorios).

En los PAU 1 (primer plano) y 2 (al fondo) apenas quedan parcelas libres. | ALEX DOMÍNGUEZ

Aún menos parcelas disponibles quedan a estas alturas en las otras dos zonas de expansión más recientes de Alicante, los PAU 1 y 2, en el entorno de San Blas. En el programa de actuación urbanística más próximo a las antiguas vías del tren, donde se proyectaron más de 3.500 viviendas, las primeras licencias se concedieron en el año 2004. Actualmente, hay una promoción en plena construcción y dos parcelas, aún a la espera. El vecino PAU 2, donde se anunciaron más de 4.000 pisos, empezó a rodar algo antes, en el año 2000.

En los PAU 1, 2 y 5, por donde ha crecido la ciudad en los últimos años, apenas quedan terrenos disponibles

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Sin embargo, aunque el principal sector en «ebullición» se sitúa en Vistahermosa, ese entorno también será testigo del crecimiento urbanístico que llegará en breve. Muy cerca se sitúa el PAU 3, entre la avenida de Dénia y la calle Alejandra Quereda, a espaldas del CEU Jesús y María, donde se proyectan unas 1.600 viviendas, aunque la zona aún está sin urbanizar. A escasos kilómetros se sitúa el plan parcial I/4 de la Albufereta, donde se ha vuelto a reactivar un proyecto de hace tres décadas, que contempla unos 1.500 pisos más. Y a no mucha distancia se encuentra Pino y Ruaya, en la avenida de Dénia, que tiene reconocida la construcción de otras 2.500 viviendas. En total, en apenas unos kilómetros, y al margen del ya iniciado sector de Vistahermosa, están en los «tacos de salida» otras 5.500 viviendas.

Críticas y peticiones

Este crecimiento de Alicante en «islas» no gusta al urbanista José Ramón Navarro Vera. «No han creado una ciudad interesante. Han generado espacios y paisajes donde la tipología ha sido la urbanización cerrada, donde la calle no existe. Son desarrollos muy rápidos, atendiendo a una función de negocio inmobiliario, pero no de creación de ciudad. Para construir una ciudad hace falta tiempo», explica el urbanista, quien con la vista en el futuro ve dos zonas interesantes de crecimiento de la ciudad: «Hay dos áreas de oportunidad, Rabasa y las torres de la huerta. No significa que tienen que estar solo dirigidas hacia la vivienda: Rabasa tiene vocación metropolitana y las torres, visión patrimonial». Navarro Vera, por otro lado, incide en la importante de vincular el urbanismo con la movilidad: «¿Cómo es posible proyectar una ciudad al margen de las infraestructuras, de los equipamientos necesarios...?».

En la misma línea se sitúa el ingeniero Armando Ortuño, preocupado por el crecimiento poblacional en núcleos concretos con limitadas conexiones. «No se puede esperar a que los nuevos barrios estén consolidados para las dotaciones del transporte público. Debe existir desde el principio un transporte público que sea competitivo, en frecuencias y tiempos en los trayectos, para lo que hay que apostar por carriles exclusivos para autobuses», explica Ortuño, con la vista puesta en el entorno de Playa de San Juan, donde a diario se producen colas kilométricas tanto en la autovía como en la avenida de Dénia o Vía Parque. Para Ortuño también es importante facilitar otro tipo de movilidad, la personal: «En esta ciudad, con las distancias que hay, deberían potenciarse más la red para bicicletas y patinetes». Y, añade, los aparcamientos disuasorios, determinantes cuando se implante el proyecto de «Alicante Central».

Para el concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez, las conexiones de los nuevos barrios deberían ser clave a la hora de construirse, aunque admite que no sido así, por ejemplo en los PAU 1 y 2: «Se hicieron viviendas sin desarrollar la Vía Parque. La realidad es que tendría que ambas construcciones deberían ir en paralelo. También es clave facilitar a la gente que baje al centro con un buen transporte». Y ese extremo, tan necesario, tampoco es una realidad en la ciudad de Alicante. En el PAU 1, por ejemplo, la frecuencia actual del autobús es de veinte minutos en días laborales y de hasta 45 minutos en festivos. Para el edil, el crecimiento en «islas», a través de los PAU, no tiene por qué ser negativo de por sí. «Son buenos para el crecimiento de las ciudades, pero el dinero que generan tiene que destinarse para la rehabilitación de barrios consolidados. Los PAU deben estar conectados con los barrios del entorno, porque éstos tienen consolidado el comercio y la hostelería. Es lo que no sucede con el PAU 1 y Ciudad de Asís, por ejemplo», explica Pérez, para quien el retraso en la revisión del PGOU, que daba de 1987, no está suponiendo un lastre para la expansión de Alicante. «Dificulta más las conexiones. El futuro Plan General ayudará, eso sí, a coser mejor la ciudad». El urbanista Navarro Vera, por su parte, duda de los tiempos: «No estará en esta mandato».

LA CIFRA

3 SECTORES

Próximas zonas de expansión de la ciudad El PAU 3, el plan parcial I/4 de la Albufereta y Pino y Ruaya serán las siguientes zonas de crecimiento.

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