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El avance de otros fármacos reduce la metadona un 45% en Alicante en 12 años

La irrupción de otros tratamientos para la adicción a la heroína y el descenso de nuevos consumidores bajan las dosis hasta las 447.323 anuales - La UCA de Alcoy es la primera en sustituir el jarabe por comprimidos

Una de las profesionales del Centro Provincial de Drogas que Cruz Roja tiene en Alicante prepara las dosis de metadona para los 1.579 pacientes que reciben este tratamiento Pilar Cortés

Eran más de 822.000 hace doce años y ahora son 447.323. El número de unidosis de metadona que elabora el Centro Provincial de Drogas de Cruz Roja en colaboración con la Conselleria de Sanidad para todo Alicante ha descendido considerablemente. En concreto, un 45% desde 2008. Según los expertos, el motivo es la irrupción de nuevos tratamientos y el descenso del número de nuevos consumidores de heroína, una droga ya no tan «popular» como han pasado a ser otras. Además, algunos centros de la Comunidad Valenciana están sustituyendo la metadona en jarabe por comprimidos, aunque en Alicante, por el momento, solo la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Alcoy ha introducido este cambio.

Todas las unidosis de metadona que se fabrican en Alicante salen del laboratorio que Cruz Roja tiene en la calle Escultor Bañuls, junto al estadio José Rico Pérez. Allí se prepara jarabe, en la actualidad, para un total de 1.579 pacientes que acuden a este mismo centro, a las UCA, a puntos móviles de Elche, Benidorm y Orihuela, la reciben en sus domicilios o bien se encuentran en centros penitenciarios.

De los últimos años, en el paso de 2020 a el 2021 se ha registrado por primera vez un incremento del número de pacientes, según los datos ofrecidos por la ONG. Son 20 personas más las que, tras la pandemia, reciben las dosis. En 2018 eran 1.773; en 2019, 1.643; y en 2020 fueron 1.559. Ahora 1.579.

La caída de usuarios también se refleja en el número de dosis. Hace doce años se dispensaron 822.574; en 2017, hace cinco años, fueron 496.092; y el último ejercicio del que se tienen datos completos, en 2020, 447.323. En lo que va de 2021, hasta el mes de agosto, se han elaborado 280.819.

Un fármaco del grupo de los opioides es uno de los principales motivos de la caída de la dispensación de metadona. Así lo explica María Pilar Pérez, médica de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) del Hospital de San Juan. «Uno de los factores por los que se produce este descenso son los tratamientos con buprenorfina», señala la sanitaria.

La buprenorfina se abre hueco

«La metadona y la buprenorfina son dos medicamentos diferentes, hay que elegir cuál es mejor para cada paciente», destaca Pérez. «La metadona es un poco más sedativa, la buprenorfina es un poco más activadora. La probabilidad de arritmias cardiacas asociadas al uso de fármacos es otra de los aspectos a tener en cuenta», cuenta la especialista de la UCA.

«La buprenorfina se está dando sublingual a los pacientes, aunque desde hace dos meses tenemos la opción inyectable», añade. Esta opción trabaja para evitar síntomas de abstinencia en opciones semanales y mensuales.

Otro de los factores que marca Pérez, importantes para explicar este descenso, tienen que ver con que «en algunos departamentos la Conselleria de Sanidad ha empezado a repartir la metadona desde los hospitales». Lo hacen en forma de comprimidos y por lo tanto quedan fuera de las cifras totales de la provincia recogidas por Cruz Roja. La UCA de Alcoy es la primera en hacerlo de todo Alicante, replicando el modelo que siguen otros centros como el Hospital Clínico de Valencia, entre otros.

«Se nos ha permitido que tengamos comprimidos de metadona», señala Francisco Pascual, médico de la UCA de Alcoy y presidente de Socidrogalcohol. «Los pacientes agradecen mucho no tener que ir con las ‘botellitas’. Les damos un pastillero que puede ser para una semana o para quince días», cuenta el sanitario, quien pone en valor que de esta manera no es preciso «depender de ninguna institución externa a Salud Pública».

Antes de llegar al paciente, el procedimiento pasa por solicitar los comprimidos a la farmacia hospitalaria, los responsables de la custodia final del fármaco.

Sin embargo, pese a la irrupción de los nuevos fármacos, la metadona no dejará de existir. «Creo que hace falta para algunos pacientes. Cuando tienes alguna enfermedad, en este caso un trastorno por consumo de opioides, está bien tener alternativas. De hecho, está a punto de salir un implante de bupronorfina que puede llegar a permitir estar varios meses sin estar pendiente de recoger la medicación y va a mejorar mucho la vida social y laboral», apunta Pascual. «La metadona irá disminuyendo hasta un nivel muy bajo, pero no desaparecerá», destaca.

El médico de Alcoy añade como motivos al descenso de este tipo de tratamientos el consumo mucho más pronunciado de otras sustancias, como la cocaína. «Hay un descenso de nuevos consumidores de heroína, por lo que cada vez hay menos gente que se incorpora al tratamiento», explica. «También hay personas que, llegado un momento, han podido prescindir de la metadona; desgraciadamente, otros pacientes han fallecido con el deterioro propio de su tipo de vida».

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