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Educación rechaza la mayoría de solicitudes de profesores para impartir clases online

La conselleria solo autoriza enseñanza no presencial a una quincena de docentes con problemas de salud en la provincia - La UA solo admite cinco casos

Clase de Matemáticas en el Aulario 1 de la Universidad de Alicante. | ALEX DOMÍNGUEZ

El curso de la presencialidad al 100% tanto en colegios como en institutos y universidades ha reducido a límites ínfimos los permisos de salud por vulnerabilidad ante el covid a los profesores que han solicitado evitar impartir las clases en el centro educativo por el riesgo a contagiarse.

El centenar de permisos acreditados por Educación el curso pasado en este sentido se limita ahora apenas a una quincena de docentes en la provincia, a quienes se ha decidido dar de baja por enfermedad.

«No hay clases online» especifican desde el departamento que dirige el conseller Vicent Marzà. En el momento que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Invassat dictamina que un docente es personal vulnerable «no puede dar clase, pasa a situación de baja laboral por incapacidad temporal para todo el curso, y esa vacante se sustituye por docentes interinos» explican a preguntas de este diario.

Desde CC OO el delegado de l’Alacantí, Alfonso Terol, lamenta que no se establezca algún tipo de instrucción que permita a estos docentes impartir materia o ejercer su labor en alguna forma, lo que opina que también les podría venir bien en su estado de salud, aunque por otra parte celebra que se estén sustituyendo las bajas con efectividad.

«Cuando un docente que pertenece a un grupo vulnerable ante la covid-19 tiene un informe médico que aconseja que no se incorpore a su puesto de trabajo, es el Invassat quien determina el nivel de riesgo de esa persona y en caso de que dicho nivel no permita incorporarse a las aulas, nos lo comunica y Educación procede a darle la baja médica para todo el curso», reiteran desde Educación.

Abundan que con la vacunación el nivel de riesgo ha disminuido notablemente y que la mayoría de los que se quedaron en casa el curso pasado han vuelto a las aulas. «El Invassat ha revisado de oficio el nivel de riesgo de todas ellas», recalcan, y solo se ha mantenido a una quincena.

En el caso de la Universidad de Alicante, desde el vicerrectorado de Seguridad Laboral afirman que las aulas «están preparadas al cien por cien frente al covid» y que los profesores que el Servicio médico de Seguridad y Salud han considerado vulnerables y con permiso para no dar clases presencial «se pueden contar con los dedos de una mano», precisa el vicerrector, Salvador Ivorra.

El catedrático de Matemáticas, Miguel Ángel Goberna, es uno entre el centenar de profesores de la UA que han visto denegada su petición al respecto. Asegura que las clases presenciales «son mucho mejores, pero no se trabaja en las mejores condiciones y costaría poco. Mi aula tiene tres pequeñas ventanas verticales de tres piezas, dos fijas que están cerradas y solo la superior es ligeramente abatible. Deberían abrirse íntegramente o desmontarlas para que circule el aire libremente mientras no se pida una PCR o certificado para entrar a clase porque no sabemos quiénes están vacunados», lamenta. Admite «cierto temor» pero descarta que se le califique de paranoico. «Solo pido que resuelvan la ventilación».

El vicerrector Ivorra asegura que están siendo «muy escrupulosos», que la Oficina Técnica ha revisado todas las instalaciones de aire «aula por aula» y que a la ventilación natural se suma la mecánica que se necesita en cada caso.

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