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Juzgan al acusado de matar y robar a un octogenario que le invitó a su casa en Alicante

El procesado admite que estuvo en el domicilio de la víctima pero sostiene que no cometió el crimen y apunta a otros autores desconocidos

Juzgan al acusado de matar y robar a un octogenario que le invitó a su casa en Alicante | PILAR CORTÉS

El 30 de junio de 2019 el cadáver de Pedro J. J., de 80 años, apareció en su piso de Alicante con evidentes signos de violencia y donde llevaba varios días muerto. El considerado autor del crimen es un hombre de nacionalidad rumana y al que la víctima había invitado a su casa. Fue arrestado cuatro meses después en Granada tras haberse ido de la ciudad en los días próximos a los hechos. La investigación apunta a que pudo intervenir otra persona que no ha sido localizada. El juicio con jurado popular arrancó este lunes en la Audiencia donde el procesado se aferró al hallazgo de material genético de origen desconocido para negar los hechos y apuntar a esos extraños como autores del crimen.

El acusado, de nacionalidad rumana y de 28 años, admitió que conoció a la víctima y que estuvo en su casa, pero que no tuvo nada que en su muerte. Según su versión, estaba recogiendo chatarra por la zona del Parque de Canalejas y Pedro le propuso ir a su casa para ganarse un dinero haciendo labores de limpieza. Estuvo allí dos horas y después se marchó, dejando al octogenario preparándose para ir a comer con uno de sus sobrinos. Días después llegó a encontrárselo por el centro de Alicante, según declaró. El interrogatorio que apenas duró media hora, ya que el procesado se acogió a su derecho a contestar solo a las preguntas de su abogado.

La víctima es un octogenario que habitualmente residía en Madrid pero pasaba largas temporadas en otra vivienda de Alicante. La víctima solía salir a pasear todas las mañanas desde su casa en el barrio de Babel hasta la playa del Postiguet, trayecto en el que acostumbraba a acercarse a grupos de chicos para charlar, llegando en ocasiones a invitar a alguno de ellos a su domicilio. Ese año había venido para pasar las Hogueras en la ciudad y tenía previsto su regreso el día 25 de junio a Madrid.

ADN en la vivienda

Al ver que no llegaba, su familia se preocupó y dio aviso a la Policía, que encontró su cadáver en la vivienda tras recibir la alerta. El hombre había sido maniatado y sus asaltantes se sentaron sobre él para mantenerlo inmovilizado, de modo que le acabaron causando la muerte por asfixia y ocasionándole varias fracturas por aplastamiento. Para la Policía el móvil del crimen fue el robo, ya que la casa apareció revuelta y faltaron varios efectos personales.

Los investigadores sitúan la fecha del crimen el 21 de junio. En la casa, la Policía encontró ADN del acusado en una botella de agua y en la colilla de un cigarrillo de liar, así como también huellas dactilares. Pero también encontró restos genéticos de un desconocido, por lo que los investigadores concluyen que el crimen se cometió por dos personas.

El acusado declaró que el día que estuvo en la casa no había nadie más. Su abogado, Francisco Javier Galdeano, señala que el crimen pudo cometerse por cualquiera de las otras personas a las que la víctima invitaba al piso. «Por allí pasaban muchas otras personas», recalcó. El acusado negó que hubiera huido de la ciudad y que su viaje a Marsella en aquellas fechas fue para visitar a un familiar, mientras que en Granada, ciudad donde se le detuvo, es donde vive habitualmente.

El fiscal no ve alevosía

La Fiscalía reclama penas que suman 18 años de prisión por delitos de homicidio y de robo con violencia. En cambio, la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, reclama una condena por asesinato, al valorar que existió alevosía porque Pedro no pudo defenderse. «Una persona de 80 años es especialmente vulnerable», incidió la letrada; mientras que para la Fiscalía no concurre esta agravante al señalar que el fallecido tenía buena forma física lo que acreditan los largos paseos que daba diariamente y sí que pudo repeler el ataque, por lo que la agravante sería por abuso de superioridad.

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