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El IES Virgen del Remedio alquila un restaurante para la FP de Panadería

Las prácticas arrancan en los Salones Juan XXIII tras el cierre del edificio de ciclos por graves grietas

Alumnos de Panadería del IES Virgen del Remedio reanudan las prácticas en los Salones Juan XXIII. | PILAR CORTÉS

La implicación de la totalidad del profesorado del ciclo de FP en Panadería, repostería y confitería de la industria alimentaria en el Instituto Virgen del Remedio, ha favorecido el reinicio en un restaurante privado de las prácticas para los 250 alumnos afectados por el cierre de la nave de ciclos formativos, a consecuencia de la aparición de grandes grietas y desperfectos en la estructura del edificio.

A la espera de recibir el informe definitivo sobre el alcance de dichas grietas, encargado por el Ayuntamiento y la Conselleria de Educación el curso pasado, los profesores se han puesto manos a la obra, más allá de sus labores, como destaca el jefe de estudios de FP, Daniel Navarro, y han favorecido tanto la mudanza de la maquinaria con que contaban en el centro educativo, como la reorganización de sus horarios para agrupar en días alternos teoría en el instituto y prácticas en los Salones Juan XXIII, alquilados por el centro educativo.

El alcance de la reparación determinará si pueden volver este mismo curso al edificio de ciclos, cuyo cierre afecta también a otros 300 alumnos del ciclo de Laboratorio de Análisis Químico, que de momento comparten el espacio para sus prácticas con los alumnos de Secundaria y Bachillerato, como explica la directora Mar Sierra, para quien lo más importante es «no interrumpir la formación del alumnado» y añade que «las prácticas son fundamentales».

La alegría del alumnado que vuelve a estar con las manos en la masa, que es en lo que consisten las prácticas de industria alimentaria, asegura la directora que es lo que «da fuerzas después de dar tantas vueltas a la cabeza para encontrar soluciones». Es el propio centro el que financia de momento el alquiler de los salones privados para las prácticas, y organiza a su vez la limpieza diaria del local en cuanto lo dejan los alumnos.

Admiten que para una enseñanza reglada hubiera sido más conveniente un espacio público, pero están agradecidos a la colaboración de los Salones Juan XXIII, con quienes contactó Educación.

El edificio de ciclos del instituto, clausurado el curso pasado por el agrandamiento de las grietas, es de reciente construcción, apenas data de hace seis años, y según el resultado del informe patológico dependerá que la reforma la lleve a cabo el Ayuntamiento, que recepcionó y licitó la obra, o la Conselleria de Educación, a quien corresponden las tareas de mantenimiento. En el instituto solo esperan que la solución definitiva llegue cuanto antes para evitar molestias al alumnado.

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