Un memorial para honrar a las víctimas de la represión franquistas para recordar a aquellas personas que fueron asesinadas en Alicante tras la Guerra Civil, entre los años 39 y 44, aproximadamente. Más de 700 de ellas fueron enterradas en la parcela número doce del cementerio de la capital alicantina, donde también se enterró a las víctimas del bombardeo del Mercado, además de a otras personas fallecidas años después, ya que el terreno fue fosa común hasta los años setenta.
La Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante ha proyectado un memorial para dignificar el espacio, que pretende ser pionero al realizarse en un espacio funerario. «Contactamos con Arquitectura sin Fronteras, que trabajan en proyectos comunitarios en el entorno del cementerio, para que nos ayudaran a realizar un proyecto para dignificar la parcela donde fueron inhumadas las víctimas de la dictadura, producidas después de la Guerra Civil, entre los años 39 y 44. Allí hay más de 700 personas fusiladas. También se pretende dignificar a las más de 300 víctimas del bombardeo del Mercado», asegura Vicente Carrasco, portavoz de la comisión, quien explica que la entidad persigue que el memorial sea «pedagógico, dar a conocer lo que sucedió y para que no se vuelva a repetir». Según Carrasco, la entidad alicantina quiere que «se conozca lo que no se sabe para ser conscientes de las consecuencias de una guerra civil». Buscan «un espacio de reflexión para honrar a las víctimas», según subrayan.
Desde Arquitectura sin Fronteras inciden en la importancia de la participación en el proyecto. «Hemos trabajado en la redacción de un proyecto de promoción y difusión de la memoria histórica y democrática con el objetivo de construir un memorial en el cementerio de Alicante. Se trata de una iniciativa que promueve el conocimiento y la difusión en materia de memoria histórica y democrática», añade Darío Vilana, de Arquitectura sin Fronteras, quien afirma que el proceso participativo se ha prolongado unos siete meses, en los que ha habido reuniones, incluyendo a expertos, asociaciones de familiares y administraciones públicas, y hasta una jornada de puertas abiertas. «Se habilitó una página web para fomentar la participación. La jornada de puertas abiertas celebrada a finales del mes de mayo nos permitió intercambiar ideas. De ahí surgieron conceptos que se han incluido en el proyecto definitivo, como la importancia de la libertad, la reflexión, la paz, el consenso, la calma, entre otros», añade el arquitecto, que ha trabajado junto a compañeras como Raquel Pérez.
En un primer momento, se realizaron hasta tres anteproyectos para el memorial, que fueron avanzando y que, finalmente, dieron forma al diseño definitivo, que los miembros de Arquitectura sin Fronteras acaban de entregar a la Comisión Cívica de Alicante. El proyecto contó incluso con «feed back» por parte de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática. De hecho, una subvención del departamento que dirige Rosa Pérez Garijo ha permitido a la comisión encargar el diseño del memorial a los miembros de Arquitectura sin Fronteras. Ahora, desde la Comisión Cívica esperan que se habiliten nuevas líneas de ayudas con el objeto de «dignificar espacios de la memoria» para poder financiar el proyecto en el cementerio de Alicante, que está presupuestado en unos 80.000 euros y en el que se ha insistido en la importancia del elemento artístico, en el interés del paisajismo para dignificar la parcela y en el componente pedagógico para dar a conocer los hechos, entre otros. «El proyecto cuenta con una hipotética puerta de acceso, que se propuso durante la jornada de participación. Hay proyectada vegetación y también espacios para la reflexión. La altura máxima será de unos 4,5 metros y contará con zonas explicativas», apunta Vicente Carrasco, quien insiste en la importancia de los tiempos en esta iniciativa: «Ahora es el momento de las exhumaciones que impulsa la conselleria, es la prioridad de todos, y luego llegará el momento del memorial. El proyecto quiere honrar tanto a las víctimas que sigan allí tras las exhumaciones como a las que sus familiares quieran llevarse a otro sitio. Es un lugar para todos los que han pasado décadas enterrados en esa fosa común». Desde la Comisión Cívica añaden que el Ayuntamiento de Alicante también es conocedor del proyecto, a través del edil del cementerio, José Ramón González.
