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Turismo deportivo a la fuerza hasta el Castillo

Los visitantes tienen 40 minutos de subida a pie a la fortaleza al no circular autobuses ni funcionar el ascensor, pendiente de una revisión para reabrirlo

Visitantes al Castillo de Santa Bárbara suben y bajan a pie de la fortaleza, este jueves. | JOSE NAVARRO

Unas buenas zapatillas y agua en cantidad son los mejores aliados de los visitantes del Castillo de Santa Bárbara. La falta de autobuses que suban a la fortaleza y el cierre del ascensor desde hace meses por la pandemia obligan a los turistas a hacer cardio para llegar al monumento más visitado de Alicante implantando el turismo deportivo a la fuerza. Por el momento solo se puede acceder en taxi o VTC. El equipo de gobierno (PP y Cs) contempla la opción de las lanzaderas de autobuses pero, como pronto, se fletarán en Navidad si es que la oficina presupuestaria municipal les permite «desgajarlas» del paquete de mejoras del contrato de transporte público. Más cercana parece la reapertura del ascensor que tiene su entrada por un túnel frente a la playa del Postiguet: el bipartito asegura que la empresa realizará pruebas en los próximos días para poner en marcha un elevador en función de la normativa sanitaria que entró en vigor el 9 de octubre.

Mientras llega ese día, la Oficina de Turismo ubicada en la plaza del Puerto indica a los visitantes en distintos idiomas que el ascenso a pie a la fortaleza se prolonga durante unos 40 minutos si se hace a buen ritmo. Antes de la pandemia, el recinto recibía a más de medio millón de personas al año interesadas en conocer su patrimonio cultural y disfrutar de vistas panorámicas a la bahía y la ciudad.

Hay varios itinerarios para llegar a pie, aunque en la oficina de información turística recomiendan el del Casco Antiguo, que arranca por unas escaleritas junto al Museo de Arte Contemporáneo (MACA). Sus peldaños conducen al parque de la Ereta y de ahí al Castillo de Alicante. Aunque son miles los turistas que a diario toman la cuesta de la avenida de Jaime II y suben por una carretera situada a espaldas de la fortaleza entre vallas y grietas -el mantenimiento es pobre- y hasta precipicios. La Oficina de Turismo también indica que existe la opción de coger un taxi hasta la fortaleza.

«Para lo que es visitar el Castillo de Santa Bárbara tiene que ser a pie o en taxi porque el ascensor está cerrado. Al lado del Museo de Arte Contemporáneo hay unas escaleras que continúan en dirección a la Ereta, y de ahí al Castillo. Son como unos 40 minutos. El acceso es gratuito, y el horario es de 10 a 20 horas con el último acceso a las siete y cuarto», explican los trabajadores de esta dependencia a los interesados.

Las trabas al acceso a la fortaleza de Santa Bárbara se pusieron de relieve el 1 de octubre con la vuelta de los cruceros y el atraque en el Puerto de un buque con 3.500 viajeros, que se encontraron «blindado» el Castillo, la joya de la corona del patrimonio turístico de la ciudad. Solo se podía subir en taxi o caminando, y fueron cientos los que optaron por esta última opción bajo un sol de justicia. Un «pinchazo» en la atención a los turistas que el Ayuntamiento de Alicante todavía no ha resuelto y que se agrava en una semana como la actual, de récord de cruceros, con seis barcos y 10.000 pasajeros.

La solución más próxima parece la de los ascensores. El Ayuntamiento asegura que uno de los elevadores comenzará a funcionar en breve una vez que supere la inspección técnica a cargo una empresa especializada, aunque el bipartito se abstiene de concretar una fecha. El otro ascensor está averiado, de ahí la revisión del que sí está en condiciones para que no falle. Desde el Patronato de Turismo, que planea externalizar la gestión del Castillo para aumentar el número de visitantes y los ingresos, indican que el sistema se pondrá de nuevo en marcha de acuerdo a la normativa anticovid que rige en la Comunidad desde el sábado y las siguientes medidas de prevención: distancia entre personas de un metro y medio dentro del túnel que comunica la fachada marítima con los ascensores, uso obligatorio de las mascarillas y un tercio de aforo. Esto supone tres personas a la vez dentro del ascensor (más si son convivientes). Si funcionase el segundo elevador, podrían subir el doble de visitantes.

La previsión es que el ascensor pueda realizar 10 viajes en una hora, es decir, que podrán subir al Castillo 30 personas cada 60 minutos, cifra que aumentará cuando sean grupos familiares que sí pueden ir juntos. El aparcamiento de la fortaleza también está cerrado para evitar el «estrés arquitectónico», según dijo el edil de Cultura, Antonio Manresa.

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