Sin carreras populares, sin mesas informativas, sin eventos… la pandemia de coronavirus ha cortado en este año y medio la principal fuente de financiación de las asociaciones de pacientes con cáncer de mama de la provincia. Menos ingresos que han obligado a las entidades a prescindir de algunos de sus servicios, con la esperanza de que con el fin de las restricciones puedan recuperar estas actividades y con ellas el cien por cien de los ingresos que tenían hace unos años.
«Hemos tenido que recortar las actividades grupales, tanto por las limitaciones de la pandemia, pero también por cuestiones económicas, porque no nos llegaba el dinero», lamenta Loreto Brotons, presidenta de Apamm, la asociación provincial de mujeres con cáncer de mama. Brotons estima que en este año y medio de pandemia que llevamos, los ingresos se han reducido en un 50%, por lo que esta asociación ha hecho un esfuerzo titánico por mantener en pie la mayor parte de sus servicios. Después de tantos meses de inactividad, la entidad vuelve este fin de semana a las calles de Alicante, con motivo de la celebración este martes del día internacional contra el cáncer de mama. Lo harán con mesas informativas este fin de semana a las puertas de El Corte Inglés y con una máster class de zumba el domingo en la confluencia entre la Rambla y la Explanada. «Vuelve la marea rosa», señala esperanzada Loreto Brotons.
En una situación similar se encuentra la asociación de mujeres afectadas por el cáncer de mama de Elche, Amacmec, que este año también ha tenido que hacer grandes sacrificios por mantenerse en pie. «Todos los años destinamos entre 12.000 y 13.000 euros a proyectos de investigación en cáncer de mama, pero este año no ha sido posible porque los necesitamos para dar continuidad a la asociación», explica Nasy Hamadi, miembro de Amamec, donde desarrolla su labor acogiendo a las mujeres recién llegadas.
La entidad ha tenido que hacer un erte para poder seguir adelante en este año tan duro «y se han recortado las horas de fisioterapia y psicología». Cada año, esta entidad organizaba una multitudinaria carrera, con más de 10.000 participantes. La pandemia obligó el año pasado a hacerla en formato virtual
Igual que sus vecinos de Alicante, esta asociación también ha recuperado estos últimos días las actividades, por ejemplo con un encuentro de Tai-Chi, mesas informativas, una rifa y la lectura de un manifiesto, entre otras.
Se da la circunstancia de que estas asociaciones prestan servicios a los que no llega la sanidad pública. «Hacemos voluntariado hospitalario, terapias individuales y grupales, facilitamos las prótesis de mama provisionales… prácticamente todo está saliendo de nuestro bolsillo, porque la cuota es de 40 euros al año y las subvenciones, no siempre las dan», lamenta Loreto Brotons.
Desde estas mismas entidades coinciden en señalar el impacto que la pandemia ha tenido en las pacientes con cáncer de mama. «Se han sentido muy solas este tiempo. Muchas de ellas no han podido acercarse a sus familias y sobre todo a sus nietos, que son su motor. Tampoco podían venir a la asociación a desahogarse o ha recibir un abrazo. Ha sido muy duro», sostiene Hamadi. Otro obstáculo para estas entidades ha sido la brecha digital. Muchas de las terapias que se prestaban de manera personal se han trasladado a los ordenadores enfocadas a mujeres por encima de los 50 años, poco habituadas a la informática.
Conmemoración
Este martes se ha conmemorado a nivel internacional el día contra el cáncer de mama. Cada año se diagnostican en la Comunidad Valenciana en torno a 3.000 nuevos casos de esta enfermedad. La media de edad de aparición es de 60 años. Es el tumor con la supervivencia más alta en mujeres, ya que se estima en un 86% a los cinco años del diagnóstico y , la mortalidad por esta causa ha descendido un 28% en la Comunidad Valenciana desde la implantación del programa de cribado de cáncer de mama, según destacaron este lunes desde la Conselleria de Sanidad.
La tasa de mortalidad en la Comunidad Valenciana se sitúa en 23,5 por cada 100.000, similar a la española.
