El cuartel de Rabasa se ha convertido desde este lunes en la base operativa de las principales maniobras que realiza cada año el Mando de Operaciones Especiales (MOE). Unos 400 militares del MOE y de otras unidades están movilizados para participar en el ejercicio «Empecinado 21», que se prolongará hasta el 29 de octubre con diferentes misiones en escenarios situados en las provincias de Alicante, Murcia, Valencia, Albacete y Almería.
Entre las novedades de estas maniobras del MOE figura la presencia por vez primera de una unidad de operaciones especiales de Chile y la utilización de un dron Predator, avión no tripulado, que aporta el Ejército del Aire y permite tener una visión del objetivo en tiempo real. Asimismo, se desplegarán dos llamativas aeronaves de los Marines de Estados Unidos, los llamados Osprey, una mezcla entre avión y helicóptero. Se desplazarán desde Morón de la Frontera y participarán hoy mismo en un ejercicio en el cuartel de Rabasa.
Bajo la dirección y planeamiento del Mando de Operaciones Especiales, durante este ejercicio de adiestramiento están movilizados efectivos de las diferentes unidades del MOE, que constituirán un grupo táctico y contarán con el apoyo de varios helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, efectivos de la Brigada Paracaidista de Murcia y de la Brigada de Infantería Ligera VI, miembros del Regimiento NBQ y personal del Regimiento de Guerra Electrónica, además del mencionado Predator, los Osprey de los Marines y la unidad de Fuerzas Especiales de Chile.
Según informan desde el MOE, la finalidad principal del ejercicio es que la XIX Bandera de Operaciones Especiales de la Legión, con base en Rabasa, se adiestre y certifique en el planeamiento y conducción de operaciones especiales. El adiestramiento incluye el establecimiento de una base operativa avanzada y la capacidad para integrar a otras unidades de operaciones especiales y de la Brigada Paracaidista. Asimismo, se facilitará el adiestramiento de la unidad de Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra en el planeamiento y ejecución de operaciones.
Acción directa
Durante las maniobras se dará prioridad a la ejecución de misiones de acción directa, como rescate de rehenes o destrucción de objetivos y de reconocimiento especial para obtener información que favorezcan acciones antiterroristas o contra la insurgencia, «sin dejar de lado las amenazas que pudiera materializar un estado o actor con capacidades similares», según explican desde el MOE.
Las unidades participantes ya comenzaron ayer a realizar labores de entrenamiento, tanto en el cuartel de Rabasa como en el campo de maniobras de Agost.
A partir de hoy, el ejercicio «Empecinado» se pone realmente en marcha con misiones concretas en un escenario que simula una situación de crisis en un país imaginario llamado Tytan, el cual ha sufrido incursiones por parte de tropas de Kamon, una dictadura militar agresiva. Ataques a infraestructuras claves por un grupo terrorista y casos de piratería acaban con una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para desplegar una misión internacional en Tytan. Esta misión incluye el despliegue de un grupo táctico de operaciones especiales para garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
Son todo simulaciones de situaciones imaginarias, pero nada descabelladas ni alejadas del mundo real. Las amenazas están por todo el mundo y los «boinas verdes» del MOE se adiestran para desplegarse en cualquier país en el menor tiempo posible.
