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Beatriz Gandulla Soriano Presidenta de la Junta Diocesana de Hermandades y Cofradías

«Habrá que cambiar recorridos de las procesiones y evitar las calles estrechas por las aglomeraciones»

Beatriz Gandulla, primera mujer que preside la Junta Diocesana de Hermandades, ayer. | HÉCTOR FUENTES

Vinculada a la Semana Santa desde 1992 a través de la hermandad de Jesús del Gran Poder de Alicante, Beatriz Gandulla acaba de recibir de manos del obispo, Jesús Murgui, el nombramiento de presidenta de la Junta Diocesana de Hermandades y Cofradías tras ganar un proceso electoral celebrado en junio. Sucede a José Vicente Mas.

Es la primera mujer que preside esta entidad de la Iglesia...

No deja ser un poco anecdótico a la vez que un honor. Forma parte del proceso natural de incorporación de la mujer a la Semana Santa y a la Iglesia. Hay muchas presidentas de cofradías y hermandades. No debería ser tan sorprendente como resulta.

¿Qué cometido tiene la Junta Diocesana de Cofradías?

Se creó en 1998 con el fin de garantizar y promover la formación religioso-cultural de los cofrades, y los cauces de cooperación entre todos ellos. Forman parte de la entidad todas las juntas mayores de Semana Santa de la Diócesis. Están representadas 32 localidades y 350 cofradías desde Benidorm. El norte de la provincia y la zona de Alcoy pertenecen a la Archidiócesis de Valencia.

¿Cuáles son los objetivos de su presidencia?

Nuestra misión más inmediata es la preparación del encuentro provincial de noviembre, que lleva haciéndose 28 años. A medio plazo la regularización de todas las cofradías en cuanto a estatutos porque hay algunas pendientes de terminar el trámite de institución canónica (un 75% están regularizadas pero el resto no) y sería interesante hacer un censo para conocer el número de cofrades. Y ya estamos trabajando en la Semana Santa de 2022. He hablado con la Conselleria de Sanidad y con las juntas diocesanas de Valencia y Castellón para ir todos en la misma línea. Las autoridades sanitarias dijeron que es pronto para tomar una determinación de manera oficial pero que, una vez levantadas casi la totalidad de las restricciones, si en abril la situación (de contagios) sigue como hoy, la Semana Santa se podrá celebrar casi con total normalidad. Estamos pendientes de las normas vigentes y tocará modificar algún recorrido para evitar aglomeraciones. Las previsiones son optimistas y tras dos años de parón todos tenemos muchas ganas de sacar las procesiones, que es salir con la catequesis a la calle.

¿Cómo se evitan las aglomeraciones en una procesión?

Cambiando el itinerario para evitar calles estrechas en favor de otras más anchas. Una cofradía puede controlar su cortejo, su organización interna, pero el recorrido corresponde a las autoridades locales. Toca trabajo. Hay que elaborar un protocolo minucioso para que salga todo de la mejor manera posible. Esto, con la situación sanitaria de hoy. Si empeora no quedará más remedio que adaptarse. Hay que ser cautos. La Diócesis se postulará en función de lo que dicten las autoridades sanitarias y los ayuntamientos en cuanto al uso de la vía pública para evitar ponernos en una situación comprometida a nosotros, a la gente y a la salud pública. Pero muy mal tendría que ir la cosa para suspender otra vez las procesiones de Semana Santa.

¿Habrá que usar mascarilla?

Entiendo que sí, que la tendrán que llevar hermanos y costaleros salvo que de aquí a abril se levanten todas las restricciones. También habrá que guardar la distancia en la medida en que se pueda y evitar las aglomeraciones.

¿Se puede guardar la distancia debajo de un paso?

Es un tema muy delicado. Es difícil guardar la distancia sobre todo en los pasos a costal, en los de varal también pero menos. Estamos viendo lo que han hecho en otras localidades. En Sevilla salió el Gran Poder en un paso pequeño y no iban a costal. Lo que están haciendo en otros sitios nos sirve para ir tomando nota. Dado que la distancia no se puede guardar, lo que se está aconsejando en otras zonas y seguramente iremos en esa línea es que salga el paso con menor número de costaleros, pruebas PCR y uso de mascarilla. Eso es lo que aconsejaríamos hoy, con las normas vigentes ahora mismo. Otra opción a contemplar es que salgan más pasos con ruedas. Hay cofradías que ya salen así y no tendrán problema pero otras van a tener que contemplar esa posibilidad. La Junta Diocesana y el Obispado aconsejamos y ayudamos, estamos para orientar como órgano coordinador, pero quien decide si le pone ruedas al paso es la cofradía.

¿Qué destacaría de la Semana Santa de la provincia?

Su variedad. Alicante acaba de solicitar la declaración de Interés Turístico Nacional pero es que ya hay dos que lo son de Interés Internacional, Orihuela y Crevillent, así como el Domingo de Ramos de Elche. También es de Interés Turístico la representación de la Pasión de Callosa de Segura. En la Diócesis hay varios museos de Semana Santa en Orihuela, Callosa, Crevillent...Está la parte religiosa pero también la cultural, y cada Semana Santa tiene sus peculiaridades y características propias, desde las de localidades turísticas como Benidorm y Santa Pola, a la celebración en la Vega Baja. La variedad es lo que da riqueza a la Semana Santa en la Diócesis. Estudios recientes recogen la existencia de cofradías desde el siglo XV, aunque el periodo de mayor auge fue el XX, con la creación de 218 entidades.

¿Las hermandades deberían llevar a cabo acciones de índole económica para que no se marchen los cofrades?

Es decisión de ellos pero se les orienta a que vivan en la situación en que estamos. Preocuparnos por ello y por la situación social de los propios cofrades es lo que toca, y hay hermandades que han aumentado su acción social en esa línea, ayudando mucho a la gente afectada por la pandemia.

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