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Condenado a 20 años de cárcel por matar a un anciano en Babel y robarle 650 euros

El tribunal ve probado que el agresor se aprovechó para cometer el crimen de su fuerza física y de la edad de la víctima

El acusado llegando a la Audiencia de Alicante. | PILAR CORTÉS

La Audiencia de Alicante ha impuesto penas que suman veinte años de prisión al hombre acusado de matar a golpes a un octogenario en el barrio de Babel de Alicante, con el propósito de robarle, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El fallo le impone 16 años por el asesinato y otros cuatro más por el robo con violencia y obliga al procesado a indemnizar a cada uno de los dos hermanos de la víctima con 18.900 euros; así como con 6.300 a sus tres sobrinos).

Esta sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), aplica el veredicto alcanzado por un jurado popular en el que declararon a Tibi M. culpable de este crimen cometido el 21 de junio de 2019. La víctima era un jubilado vecino de Leganés que acostumbraba a desplazarse a su segunda residencia en Alicante para pasar en la ciudad las fiestas de Hogueras. En esas estancias acostumbraba a darse largos paseos desde su casa a la playa del Postiguet, donde entablaba relación con grupos de jóvenes a los que solía invitar a su casa. El día del crimen contactó con el acusado y con otra persona no ha podido ser identificada, a los que llevó a su domicilio. La sentencia declara probado que una vez dentro y aprovechando la ausencia de terceras personas que pudieran ayudarle, ambos se abalanzaron sobre la víctima, con la intención de amordazarle, llegando a golpearle. Los atacantes le causaron la asfixia al romperle un cartílago mientras estaban sentados sobre él para maniatarle. El cadáver fue hallado días después, al recibir la Policía la llamada de familiares preocupados porque éste ya debería de haber vuelto a Madrid. Los objetos robados en la vivienda fueron tasado en 650 euros.

La sentencia señala que el jurado valoró en el veredicto las contradicciones del acusado, como el momento en el que dijo ver llegar a un desconocido a la casa; o que sostuvo que vio al hombre asesinado días después de haber estado en la casa y que estaba perfectamente y, al final del juicio, sostener que se fue a Granada al día siguiente.

Pero en la resolución, el magistrado José Daniel Mira Perceval subraya que la presencia de restos biológicos y de huellas, las pruebas determinantes. Sobre todo porque en la escena del crimen había una mezcla de perfiles del acusado y su víctima. El fallo dice que el procesado se valió de su mayor fuerza física, de que estaba en un lugar cerrado y de la avanzada edad del hombre para anular totalmente su defensa, motivo por el que se ha considerado probada la existencia de alevosía. El jurado rechazó que el hombre asesinado tuviera una especial vulnerabilidad, porque tenía unas condiciones físicas muy aceptables para su edad.

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