Un alicantino, que responde en las redes sociales al nombre de Deivid Gómez, publicó hace unos días en el grupo de Facebook "Tú no eres Alicantin@ si no..." el relato de una situación vivida que ha sido muy compartido y ha suscitado cientos de comentarios... y más de una reflexión, que es al fin y al cabo lo que buscaba.

Este hombre comienza su escrito explicando precisamente que su objetivo es "que los alicantinos reflexionemos un poco" porque "estamos perdiendo el sentido de la amabilidad y la empatía".

Cuenta que en la tarde del pasado jueves "estaba en la Plaza de los Luceros esperando un material para hacer una reparación cuando he escuchado que alguien se me acercaba diciendo algo por favor. He visto que era una señora y me ha preguntado por un psicólogo en Alfonso el Sabio". Admite que al principio le extrañó, "pero hablando con ella he notado su sinceridad, no sabía decirme qué psicólogo era, me indicaba que el portal tenía barrotes". Acto seguido sacó su móvil y buscó "en San Google 'psicólogo Alfonso el Sabio'".

"Le he enumerado los que me salían y le ha sonado el nombre de uno de ellos, le he indicado hacia dónde tenía que ir y se ha encaminado hacia allí dándome las gracias. Me he fijado cómo andaba apoyándose con un bastón marrón y como ponía la otra mano como palpando el aire, entonces me he dado cuenta de que aparte de su tema psicológico tenía dificultades visuales, por lo que la he acompañado calle abajo hasta el portal. Cuando ha intuido los barrotes he notado que ya sabía que había llegado, le he tocado al timbre del gabinete y le he abierto la puerta del portal despidiéndome de ella".

Sin embargo, su gesto no acabó ahí. "La he seguido observando y no me he quedado tranquilo, ya que he comprendido que tenía serias dificultades de visión, por lo que he cogido aire y me he metido con ella en el ascensor y la he guiado hasta la misma puerta del gabinete en el edificio, que era muy grande y laberíntico. En el trayecto le he preguntado cómo con esas dificultades se ha atrevido a ir sola o la han dejado así. Ha roto a llorar y me ha contado que su hija no podía traerla porque tenía una reunión del colegio".

Con todo, lo más estremecedor de la historia no es eso. Y es que "la gente a la que había preguntado antes la habían tomado por indigente e incluso la habían insultado", ante lo que este alicantino se pregunta "qué carajo de empatía tenemos últimamente. Qué necesidad tenía esa señora de irse sola con sus dificultades. Y qué familiares, sabiendo su estado, la dejan sola a su aire".

Deivid acaba su texto señalando que "menos mal que era en el centro de Alicante a una hora temprana y ha dado conmigo. Podría haber dado con otra persona y haberle hecho o llevado donde quisiera. En fin, que me he quedado tranquilo y la señora, segura. Qué asco de mundo por diosssss...".

La publicación acumula más de 1.200 reacciones y más de 300 comentarios, donde mayoritariamente se le felicita por lo que hizo y se le da la razón en cuanto a que debe cundir más su ejemplo.

Incluso hay alguna persona con deficiencia visual que aporta un dato tan sorprendente como incomprensible: "Por cierto, que las personas invidentes o deficientes visuales también salimos de noche, lo digo por los semáforos. ¿Sabéis que el botoncito del semáforo solo funciona de día? O sea, que somos bichos raros que no salimos de noche (nótese la ironía)".

"Hay que tener respeto y valorar a nuestros mayores que, gracias a ellos y su esfuerzo, estamos aquí", responde Deivid al comentario de un usuario que le afea haber expuesto el caso públicamente por ir "dándoselas en Facebook para que todo el mundo te diga lo bien que lo has hecho". Un ilustrativo ejemplo, sin ir más lejos, de la falta de empatía de la que habla Deivid.

"Se decía que de esta pandemia íbamos a salir mejores blablabla y blablabla pero seguimos igual o peor", apunta el alicantino.

El texto de Deivid Gómez en el grupo de Facebook "Tú no eres Alicantin@ si no..."

El texto de Deivid Gómez en el grupo de Facebook "Tú no eres Alicantin@ si no..."