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Investigadores en renovables advierten de que la luz no volverá al precio precovid

Expertos en energía invitados por el Aula de la Ciencia de la Universidad de Alicante apuntan que hay que pagar el precio del servicio y concienciarse - Abogan por un cambio revolucionario en la cultura del automóvil para no contaminar

Los investigadores José Manuel Martínez y Roberto Gómez-Calvet, invitados por el Aula de la Ciencia de la Universidad de Alicante. | RAFA ARJONES

Expertos investigadores en energías renovables, invitados a una nueva sesión del Aula de La Ciencia en la sede de la Universidad en Alicante, advierten de que el precio de la luz ya no va a volver ya a ser el de antes de la desorbitada subida que estamos sufriendo.

«Quizá no éramos conscientes de que el precio de la energía era muy barato» sopesa Roberto Gómez-Clavet, investigador y docente en la Universidad Europea de Valencia y especialista en la transición energética en España. No obstante, abunda en que es posible que el coste fluctúe ligeramente a la baja y acabe manteniéndose pero en niveles muy superiores a los que teníamos anteriormente.

«Lo que no es ético, ni lícito ni lógico, es que un servicio básico como la electricidad obligue a actuar a los usuarios como brokers de la bolsa» añade a preguntas de este diario. «Hay que evitar las oscilaciones en el precio» que generan la incertidumbre y desconfianza actuales, por lo que aboga por un necesario equilibrio, apunta Gómez-Calvet.

A medio plazo, corrobora, «no vislumbro una bajada hasta los precios anteriores. Bajarán algo pero el precio será mucho más alto que hasta ahora. Hay que concienciarse del precio del servicio y de que hay que pagarlo».

Coincide con el catedrático de Física Aplicada de la Autónoma de Madrid, José Manuel Martínez, senador a su vez de la Sociedad Europea de la Investigación en Materiales, en que cuanto más se carboniza el medio ambiente, más sube el precio de la luz, de ahí las investigaciones que lideran hacia la reducción del CO2.

La solución la perciben en las energías renovables porque no carbonizan, aunque el principal inconveniente reside también en la capacidad de almacenaje.

Defienden asimismo la energía fotovoltaica sin ambages y por descontado, pero también destacan que poner la calefacción a base de esta energía no tiene sentido, que determinados servicios no se pueden sustituir con renovables.

En esta línea señalan los estigmas de que se ha rodeado a la energía nuclear pese al ahorro que implica, tanto económico como en el sistema de salud porque no respirar contaminantes reduce el cáncer, explican, aunque también recalcan que no implica que la defiendan.

Por otra parte, abogan por un revolucionario cambio en la cultura del automóvil dado que el transporte es el principal emisor de CO2 a la atmósfera. Gómez-Calvet incide en que habría que ir olvidando el uso actual para largos viajes, optando por un alquiler puntual, y sugiere, como mucho, disponer de uno eléctrico de pequeñas dimensiones para ir y volver del trabajo si es necesario. «Hay que cambiar la percepción», concreta, porque queremos uno eléctrico que no contamine pero que sea como el actual «y no podemos tener millones de vehículos circulando ni que pesen 3.000 kilos porque en un semáforo no recuperas la energía», aseveran.

A este respecto, el uso tan en boga del patinete por los jóvenes es considerado por los investigadores una opción muy adecuada para estas edades.

El transporte es la mayor fuente de contaminación atmosférica. | HÉCTOR FUENTES

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