El cordero, el pollo, el marisco y algunos pescados cuestan ahora entre un 20% y un 30% más que hace unos meses. Los tomates de ensalada un 17%, las peras y manzanas un 15% y el aceite de oliva está un 20% más caro en los lineales de los supermercados. Por el agua, los refrescos y los zumos se paga un 10% más. Las alcachofas están en los mercados al triple que hace un año. La lista de alimentos básicos de la cesta de la compra cada vez más costosos se alarga por el encarecimiento de las materias primas, los problemas en la cadena de suministro y la subida de los costes energéticos, que repercuten en los portes del transporte terrestre y en lo que cuesta sacar los barcos de pesca y, como consecuencia, en el bolsillo del consumidor. Aunque los vendedores directos intentan que no repercuta, a ellos les suben los costes en origen.
Los gremios de pescadores y carniceros de los mercados, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, y la Asociación de Fabricantes y Distribuidores coinciden en que «lo peor está por venir», por lo que se espera una campaña de Navidad disparada. «Estamos preocupados y expectantes», reconoce Pedro Reig, director de la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova). Las asociaciones sectoriales recomiendan adelantar las compras navideñas de comida en previsión de un desabastecimiento (que niegan sufrir aún mercados y supermercados) arrastrados por la crítica situación del mercado global. Los consumidores ya lo están haciendo con el marisco, en previsión de su encarecimiento.
Los precios encadenan ocho meses de avances en España. La inflación se disparó un 5,5% en octubre respecto al mismo mes de 2020, su cota más alta en casi tres décadas (1992), básicamente por el encarecimiento de la electricidad y los carburantes, según los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). También influyen los problemas a nivel mundial en las cadenas de suministro, el colapso en los puertos, la insuficiencia de contenedores para atender la demanda y la falta de chips. Todo ello a las puertas de las fiestas navideñas, mimbres para que la cesta de la compra también se ponga por las nubes.
La gamba roja, la cigala y la quisquilla son mariscos que ya han subido un 30% en los mercados. A las razones ya descritas se suma el paro biológico de las principales cofradías de pescadores de la provincia, Santa Pola y La Vila, lo mismo que Almería y Huelva, «y la perspectiva de aquí a Navidad es que el marisco aumente aún más de precio, es la tendencia que se espera porque tampoco habrá mucha cantidad», apunta Evaristo López, representante del gremio de pescaderos del Mercado Central de Alicante, donde también la merluza, el rodaballo y el salmón de acuicultura se han encarecido sobre un 10%. Adolfo López, que ofrece ahora en su puesto gamba roja de Calp, señala que en octubre estaban a 60 euros el kilo y ahora mismo cuestan un 30% más.
El sector pesquero está sujeto también a los temporales, que pueden causar un vaivén de precios. Al margen, el movimiento del mercado marca la tendencia alcista: los mayoristas de pescado se quejan mucho del encarecimiento de la luz. «La subida de los alimentos está llegando ahora. La energía es un problema, nos ha subido más del doble la factura, por no hablar de la gasolina, imagínese lo que le cuesta a un barco salir a faenar», afirma Domingo Martínez, que vende marisco y pescado congelado. Una de las empresas proveedoras ya le ha avisado de un incremento del coste de los productos del 5% a partir de este lunes. «Trabajamos con congelados y el recibo de la luz se nota. También los combustibles cuestan más».
La carnes tampoco se salvan. El pollo, con un 10%, y el cordero, con un 20% de media, son los productos de consumo que más se están encareciendo. «Con el covid, la hostelería paró y se mantuvieron precios para evitar excedentes. Ahora que hay más demanda en general hay menos productos y se encarecen con la subida de la luz y los combustibles», certifica también José Manuel Abellán, vocal de la asociación de mercados de Alicante. En su caso, trae el lechazo de Burgos y el pollo de corral de Huesca. Su transporte es ahora más gravoso.
Las frutas y verduras están entre un 10% y un 15% más caras que el año pasado, con productos como las alcachofas y los níscalos, que valen ahora el triple. Un kilo de alcachofas puede superar los cuatro euros y las setas se venden hasta a 12 euros el kilo, en lo que tiene que ver también que es un cotizado producto de alta cocina que necesita humedad y temperaturas frescas que hasta ahora no han llegado, apunta Francisco Alemañ, presidente de los concesionarios de los mercados de Alicante.
La Confederación de Comercio teme que, en un contexto en el que existe ahorro acumulado, la desmesurada subida de precios, alimentada por el incremento de los costes energéticos y el encarecimiento de las materias primas puede mermar la capacidad de compra de los consumidores y afectar directamente al consumo y al comercio minorista, impactado ya por el encarecimiento generalizado de la cesta de la compra como consecuencia de la subida del IPC. Según la confederación, la factura eléctrica ha llegado a incrementarse en muchos casos hasta el 50%. Un establecimiento comercial que pagaba 500 euros al mes, sufre ya un sobrecoste de 200 euros más.
Las cifras
15% : Incremento en el precio de peras y manzana.
El alza de los tomates de ensalada es ya del 17%.
96 euros: Precio del kilo de gamba roja de Calp, un 30% más.
En verano estaba en unos 60 euros el kilo, y en Navidad puede superar los 120 €.
