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La provincia de Alicante pasa a clima «tropical» con 85 noches a más de 22 grados y el mar a 24 en noviembre

Climatología constata el gran incremento del calor nocturno por el cambio climático ya que hasta este año el máximo de noches con bochorno era de 30

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Cientos de personas eligen la playa para pasar el 1 de noviembre Álex Domínguez

Temperaturas tropicales arrancando noviembre, que han llegado para quedarse. La inesperada entrada de una potente bolsa de aire de poniente ha provocado que desde las primeras horas de la tarde del domingo la provincia de Alicante, sobre todo la franja litoral, haya registrado dos jornadas anómalas a mitad del otoño con máximas de 29 grados anteayer y con el mar a 24 grados, por lo que el 1 de noviembre, festivo, fue este lunes un buen día para darse un chapuzón en un Mediterráneo «tropical». El viento de poniente posibilitó, además, un nuevo récord, ya que en ciudades costeras como Alicante la temperatura mínima no bajó de los 22 grados durante el fin de semana. Es decir, una nueva noche «tropical» y van ya 85 este año, según los datos del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Su director, Jorge Olcina, tiene claro que «lo de las noches tropicales es una evidencia del cambio climático. Hemos tenido alguna en febrero y noviembre otros años, pero este año van ya 85. El Mediterráneo es la zona de España que más está notando sus efectos y la provincia es un ejemplo claro. Que la temperatura está en 23/24 grados arrancando noviembre es algo a tener muy en cuenta y debe preocuparnos». Hasta hace un par de años, la media de noches tropicales en la provincia era de unas treinta al año, cifra que se ha triplicado este año.

El aumento de la temperatura del Mediterráneo (29 grados en la costas de la provincia en pleno verano) tiene, por otro lado, un efecto demoledor en el incremento del disconfort térmico del verano en la provincia de Alicante, ya que, por ejemplo, entre el 1 de junio y el 18 de agosto, el Laboratorio de Climatología de la Universidad censó un total de 71 noches tropicales -la temperatura no baja de los 22 grados- de las que cinco fueron ecuatoriales (25 grados o más de mínima), el doble que en el verano de 2020, y completadas con un alto grado de humedad. La causa directa es la temperatura del mar y según Jorge Olcina, es ya un hecho que en verano en ciudades como Alicante la temperatura no baja de los 20 grados en ninguna noche del verano, sobre todo en el centro urbano, donde los edificios también ayudan a mantener el calor. En muchas ciudades, todas la noches son tropicales en verano. La última sucesión seguida de noches ecuatoriales, cinco en agosto, se había dado en el verano de 2015, pero 2021 ha marcado un récord histórico de calor nocturno.

El Laboratorio de Climatología alerta de que, en los últimos diez años, el aumento y combinación calor y humedad han hecho que durante el verano la sensación térmica (bochorno), sobre todo por las noches, llegue a ser más alta que en el valle del Guadalquivir, la que está considerada como la zona más tórrida de España.

En la provincia, se aprecia perfectamente en los centros urbanos de Torrevieja, Elche, Alicante, Benidorm y Dénia, según apunta Jorge Olcina, autor de un estudio junto a Samuel Biener. Las denominadas noches tropicales se han triplicado desde 1980 y como anécdota destacar que el barrio de La Florida, en la ciudad de Alicante pasa por ser el horno del municipio.

Durante la primera quincena del mes de agosto de este año los valores nocturnos fueron muy elevados en toda la provincia. Las temperaturas mínimas no bajaron de los 25º. Todas esas noches, la sensación térmica rondó los 30º, incluso en algunos casos más, de acuerdo con el «heat Index», que es el que suele utilizar la Agencia Estatal de Meteorología.

Esta situación no se da en otras zonas de España, donde las noches tórridas suelen ser más bien puntuales o no prolongarse más de tres o cuatro jornadas, casi siempre coincidiendo con olas de calor, y uno de los mejores ejemplos es el valle del Guadalquivir.

Hasta 1980, las noches tórridas en la costa eran excepcionales, pero en los últimos años se están volviendo más frecuentes en el litoral mediterráneo. En nuestra provincia, se aprecia perfectamente en los núcleos urbanos de Torrevieja, Elche, Alicante, Benidorm y Dénia.

La temperatura media del agua ha aumentado 1,30 en 40 años

En los últimos 40 años, la temperatura media del mar frente la costas de la provincia ha aumentado 1,3 grados, triplicando, incluso, a la de la temperatura del aire. Una circunstancia que a medio y largo plazo tendrá consecuencias importantes para la propia vida en la franja litoral, intensamente ocupada, donde reside el 60% de la población y en la que urge actuar, según advierte el climatólogo Jorge Olcina, quien junto al profesor Joan Romero, de la Universidad de València, ha editado, precisamente este año, el libro «Cambio Climático en el Mediterráneo, procesos, riesgos y políticas», en el expertos de todas las disciplinas analizan las consecuencias que puede tener el calentamiento global. Olcina subraya, en este sentido, que el calentamiento del mar es imparable desde 1982, y obliga tomar medidas, difíciles, pero necesarias. El cambio climático va a provocar que tengamos un gran temporal marítimo cada dos o dos años y medio, cuando hace 20 años eran muchos menos frecuentes. Además van a ser más intensos, y no solo en la generación de lluvias torrenciales, sino en la mayor virulencia del mar batiendo contra la costa. Por ello es urgente que se revise la Ley de Costas de 2013 que prorrogó las concesiones de viviendas y negocios hasta 75 años más.

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