La pandemia de coronavirus ha provocado que el año 2020 se cerrara en la provincia de Alicante con el mayor aumento de mortalidad desde los años 80. Así se refleja en la estadística sobre defunciones publicada este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística. Según estos datos, en la provincia fallecieron el año pasado 17.555 personas, un 10,3% más respecto al año anterior y supone el mayor incremento porcentual desde 1980, año en que el INE comienza a ofrecer registros sobre defunciones.
De covid murieron el primer año de la pandemia en la provincia 1.315 personas. Son 181 muertes más que las comunicadas por la Conselleria de Sanidad. Un desajuste que se explicaría porque el INE utiliza como fuente los certificados de defunción firmados por los médicos y divide las muertes relacionadas al coronavirus en dos grupos: causa de muerte «con el virus identificado» y «sospecha de covid-19 por tener síntomas compatibles con la enfermedad».
Principales causas de muerte
Pese a la pandemia, las enfermedades del sistema circulatorio siguen siendo la primera causa de muerte entre los alicantinos. Los infartos, las insuficiencias cardiacas y otras enfermedades del corazón se llevaron el año pasado a 4.618 personas en la provincia. Muy de cerca, como segunda causa de muerte, los tumores, que provocaron 4.420 defunciones. El cáncer de pulmón fue el que más muertes provocó, con cerca de un millar. Las enfermedades infecciosas, en las que está englobado el coronavirus, suponen la tercera causa de muerte en la provincia, con 1.556 decesos en el año 2020.
Los datos ofrecidos por el INE coinciden con los del Instituto de Salud Carlos III, que en varias ocasiones durante el último año y medio han apuntado a un exceso de mortalidad debido a la pandemia y tomando como referencia las muertes de años previos. La primera ola, en primavera de 2020, causó un 34,7% más de muertes de las esperadas en la Comunidad Valenciana, según los datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. No obstante, el mayor exceso de mortalidad coincide con la tercera ola, la que más impacto ha tenido en la Comunidad Valenciana y que dejó un exceso de mortalidad del 38,3% entre diciembre y mediados de febrero de este año. Un exceso de mortalidad que puede tener su reflejo en las estadísticas de 2021.
En toda España, el pasado año se produjeron 493.776 defunciones, 75.073 más que en el año anterior, lo que supone un incremento del 17,9 por ciento. La tasa bruta de mortalidad se situó en 1.042,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes. La tasa masculina fue de 1.075,8 fallecidos por cada 100.000 hombres (con un incremento del 16,8%) y la femenina de 1.011,0 por cada 100.000 mujeres (un 17,8% superior a la de 2019). Los meses de marzo y abril fueron los que más muertes registraron. La mortalidad aumentó en todos los grupos de edad, excepto entre los menores de 20 años. El mayor incremento se registró entre las personas de 70 a 79 años (un 20,5% más).
Situación coyuntural
El sociólogo y decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Alicante, Raúl Ruiz, destaca que este aumento de la mortalidad provocada por el coronavirus tendrá su impacto sobre la esperanza de vida de la población española, que disminuirá levemente, «como así ha ocurrido en otras partes del mundo». No obstante, añade que esta situación es coyuntural, provocada por el covid, por lo que es previsible que en los próximos años se recuperen las cifras habituales de mortalidad. «Lo que sería preocupante es que se mantenga esta tendencia a lo largo del tiempo», apunta.
Por su parte, el geógrafo José Vicente Sánchez, cree que esta tendencia en el aumento de la mortalidad en la población va a ser muy coyuntural. «En el momento en que la pandemia se controle porque la gente está vacunada la situación se normalizará». En este sentido, cree Sánchez, lo ocurrido el año pasado «no va a tener grandes repercusiones en la estructura de población y va a quedar todo muy diluido cuando se reparta esta mortalidad a nivel de municipios y por grupos de edad».
