El Ayuntamiento de Alicante ha solicitado un informe técnico para conocer, con detalle, el estado del puente rojo tras los desprendimientos que se produjeron el pasado miércoles. Todo apunta a que la caída de trozos de caucho de las supuestas juntas de dilatación de la instalación alarmó a vecinos de la zona, que temen problemas estructurales. Hasta los bajos del puente rojo, se desplazaron agentes de la Policía Local y efectivos de los Bomberos, según explicaron fuentes municipales. Ante los desprendimientos, desde la Concejalía de Infraestructuras, que dirige el popular José Ramón González, se ha solicitado un informe técnico para corroborar el estado del puente y, sobre todo, para descartar posibles daños en la estructura, que se inauguró en el año 1990, según figura en una placa situada en el puente, durante el gobierno de Lassaletta, para el desarrollo de la Gran Vía.