El ligero incremento de casos covid entre los ciudadanos se está trasladando igualmente a los colegios de la provincia, que en las últimas semanas se están viendo obligados a confinar a todos los niños de un aula burbuja, a instancias de Salud Pública, en cuanto surge un contagio.
Sanidad ha determinado que las pruebas PCR a estos niños, todos los de la misma aula, se lleven a cabo el séptimo día entre los diez en que se confina inicialmente al alumnado en sus casas.
De esta forma los responsables sanitarios se aseguran de que los niños vuelvan limpios al colegio y sin contagio. Sin embargo, desde los colegios consultados advierten del enorme trastorno que está provocando entre los padres el confinamiento al completo de cada aula burbuja, todas ellas en los colegios de Infantil y Primaria porque es así como determinaron este curso las consellerias de Sanidad y Educación que debían organizarse los centros educativos.
El hecho de que las empresas solo concedan permiso laboral a los padres en cuestión de confinamiento de sus hijos, cuando el alumno es el contagiado positivo pero no si es un contacto estrecho de la misma aula burbuja, provoca un «trastorno terrible», tal y como hacen llegar a preguntas de este diario.
Son niños todos ellos pequeños, en edad escolar de Infantil a Primaria de 3 a 11 años de edad, por lo que advierten de que no se les puede dejar solos en casa, ni tampoco asumir el riesgo de enfermedad en el caso de que se pudiera contar con los abuelos para su cuidado.
Desde Salud Pública, la secretaria autonómica, Isaura Navarro, deriva este espinoso asunto a nivel estatal puesto que las medidas de permisos laborales por covid no dependen de Sanidad.
Pero también subraya por otro lado que el confinamiento inicial de diez días para estos pequeños se puede incluso ampliar, siempre bajo criterio médico. Estas situaciones suelen producirse en aquellos casos en los que los padres se niegan a que se les haga una PCR a sus hijos, porque los hay que lo consideran demasiado agresiva para los pequeños.
Desde uno de los colegios donde se ha dado esta situación confirman que los niños han tardado más en volver a clase porque desde Sanidad se les ha prorrogado el confinamiento.
Entre los que se hacen la PCR, si surgen algún positivo también son objeto desde Sanidad de un seguimiento especial, además de remitir cartas nominales a las familias especificando cuándo debe incorporarse cada uno de los alumnos al colegio.
También hay centros escolares, como el concertado CEU Jesús María, cuyo director ha recomendado por escrito a los padres que, incluso los más pequeños en los cursos de Infantil, de 3 a 5 años, lleven la mascarilla cuando están dentro del centro, a raíz de un foco de covid detectado en tercero de Primaria en el centro.
El responsable del centro admite a preguntas de este diario que la medida tiene en la práctica «escaso valor» por la complicación añadida de que los más pequeños lleven bien las mascarilla. No obstante recalca la conveniencia de «concienciar a las familias» a través de una carta directa para que se sea más prudente en general y contribuir entre todos a «reducir al mínimo el riesgo de contagios», concluye.
Colegios e institutos, a la espera de mascarillas
Dos meses después de haber iniciado un curso que sigue manteniendo protocolos contra el covid en los centros educativos, el profesorado y personal administrativo no ha recibido todavía i una sola mascarilla de parte de Educación, que el curso pasado sí dotó periódicamente de tapabocas y material higiénico a todos los colegios e institutos de la Comunidad.
Los representantes docentes de CC OO y de CSIF coinciden en denunciar el déficit de este material reclamado por los propios centros, así como en exigir a los responsables de la Conselleria de Educación «que provea inmediatamente de gel hidroalcohólico y de mascarillas a su docentes, porque son elementos imprescindibles en su rutina diaria».
Los propios directores, consultados por este diario, admiten dificultades para proveer del material al profesorado porque ya han agotado las reservas con que contaban desde el curso pasado, y apuntan que se están empezando a verse obligados a echar mano de los fondos de que dispone el centro para otros menesteres.
Desde la Conselleria de Educación aseguran que los centros en general «disponen de mascarillas FFP2, almacenadas desde el curso pasado para atener las necesidades del profesorado» y que, si ya hubieran agotado estas reservas, tal y como confirman a este diario la gran mayoría de los centros consultados, «también disponen de fondos covid para comprar mascarillas».
En última instancia admiten el retraso del suministro, al concretar que «la licitación del contrato para el suministro de FFP2 para el personal de los centros ya está adjudicada», y que el contrato «estará en marcha para garantizar stock de sobra durante todo el curso».
