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El cambio climático aumenta un 20% la formación de gotas frías en Alicante

El Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante advierte de que situaciones como la que provocó la tormenta de la madrugada del martes serán cada vez más intensas y pueden producirse en cualquier mes del año

Operarios del servicio de limpieza retiran restos de todo lo arrastrado por la tormenta entre restos de hielo en Alicante. | RAFA ARJONES

El cambio climático va a provocar la formación de más situaciones de gota fría sobre el Mediterráneo y con más virulencia que hace unas décadas. De hecho, desde 1980 el número de gotas frías ha aumentado un 20% en el Mediterráneo, según la estadística del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. «Eso quiere decir que en cualquier época del año se pueden producir. Ya no es un fenómeno limitado al final del verano o el otoño, sino que pueden darse hasta en invierno», según apuntó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio. El otro factor clave es la temperatura del agua del mar, que ha subido 1,4 grados desde 1982 frente a las costas de la provincia. Dos factores que posibilitan estas tormentas. «Cambia la forma de llover. Llueve, además, de forma más intensa», subrayó Jorge Olcina.

El aumento de la temperatura del mar Mediterráneo frente a las costas se ha convertido en el principal problema relacionado con el avance del cambio climático, y su derivada en Alicante: la formación de episodios de gota fría, como el de la pasada madrugada, cada día más virulentos en cualquier época de año y no solo en el otoño.

La tormenta que cayó a las tres de la madrugada en Alicante dejó 40 litros por metro cuadrado, la mayoría en forma de bolas de granizo que a primera hora de la mañana no se habían derretido. | RAFA ARJONES

Y lejos de aminorarse, todas las previsiones de los expertos, incluidas las del panel de los científicos de la ONU, advierten de que el fenómeno irá a más en los próximos 50 años. Directamente relacionado con este incremento del calor que sube del mar será también la formación de las ya populares trombas marinas, que se generan en el interior del mar y después avanzan hacia la costa provocando en ocasiones destrozos.

A esto se une, también, el que aumentará la repetición de episodios como la caída de la presión atmosférica en verano, que originarán tsunamis meteorológicos como los que provocaron que el mar entrara el pasado agosto en Santa Pola, Guardamar y en el club náutico de Torrevieja durante una madrugada.

Un joven trata de cruzar una calle con precaución sobre el hielo que dejó la tormenta. | RAFA ARJONES

El Laboratorio de Climatología de la UA constata que el riesgo de que se produzcan lluvias torrenciales (popularmente conocidas como gota fría) ha dejado ya de ser un fenómeno del otoño, sino que se ha ampliado a nueve meses al año, en concreto desde el inicio de la primavera al final del otoño. El cambio estacional de las lluvias y la intensificación de los chubascos, el aumento de las «noches tropicales» -el termómetro no baja de los 20 grados con humedades del 70%- y el calentamiento del mar constituyen tres evidencias claras del cambio climático en el litoral mediterráneo español.

La variación de las precipitaciones se refleja en un incremento de las lluvias en otoño y una caída durante la primavera, lo cual debe tener una repercusión directa en la planificación hidrológica, puesto que las aguas en el primer trimestre del año son muy valiosas para el desarrollo con normalidad de la actividad agraria y para la acumulación de reservas hídricas en embalses y acuíferos.

Estas reservas deben permitir, según Jorge Olcina, atender el aumento del gasto hídrico en los meses cálidos del año, por lo que la disminución debería ser incluida dentro del futuro Plan Hidrológico Nacional, que tendrá que redactarse en los próximos años, con el fin de «evitar problemas de desabastecimiento coyuntural».

«La formación de una DANA o un gota fría ya no es una situación del otoño, sino que se puede formar en cualquier época del año, y con virulencia, más intensa y en un corto espacio de tiempo», explica el climatólogo alicantino.

La gota fría también provocó un temporal que sacudió el litoral. En la imagen, Arenales del Sol. | ANTONIO AMORÓS

Inundaciones en el aeropuerto y tornado en Elche

Una gota fría de manual pero camino del mes de diciembre y con el mar Mediterráneo actuando todavía como acelerante, ya que el agua sigue a 18 grados, seis menos que hace tres semanas pero casi dos por encima de lo normal para lo avanzado ya de noviembre. La tormenta se produjo en Murcia y fue subiendo de sur a norte pegada al costa y castigando a las zonas por donde pasaba. Se produjeron de madrugada inundaciones puntuales en el aeropuerto de Alicante-Elche/Miguel Hernández por una fisura en la cubierta que dejó pasar el agua, y en la pedanía de El Altet un tornado provocó daños en una gasolinera y una hamburguesería. La gota fría provocó también un temporal marítimo que llenó de algas Arenales del Sol y otras playas del sur.

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