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Los agricultores dicen que la visita de Ribera a Alicante certifica el final del Tajo-Segura

Asaja subraya que el Gobierno se contradice porque, en un escenario de sequía y de lluvias torrenciales, trasvases y embalses son clave

El agua de Tajo es clave para la producción de cítricos y hortalizas en la Vega Baja. | TONY SEVILLA

El paso de la vicepresidenta Teresa Ribera por Alicante vuelve a incendiar el campo. Asaja-Alicante, la organización agraria más grande de la provincia, considera que ya no hay ninguna duda de que el trasvase Tajo-Segura está condenado, tras haber subrayado la también ministra para la Transición Ecológica que el acueducto deberá adaptarse a un escenario climático marcado por la disminución en un 40% de los recursos hídricos en los próximos 30 años.

Desde Asaja-Alicante opinan que ya es hora de desenmascarar a este Gobierno y «dejar claro que el Ministerio para la Transición Ecológica nunca ha abordado el problema hídrico del sureste con diálogo, comprensión y empatía para todos los sectores», sino con «imposición, unilateralidad y sectarismo», según Asaja. «Quizá Teresa Ribera sí tenga la comprensión y empatía del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pero, desde luego, no la tiene de nadie más en Alicante, Murcia y Almería, donde siempre ha actuado contra los regantes a golpe de imposiciones y sin contar con ninguno de los sectores productivos para llevar a cabo su hoja de ruta de sustituir el agua de los ríos por agua desalada. Es difícil que le mostremos empatía y tengamos tono conciliador mientras ella decreta la desaparición de la agricultura mediterránea», denuncia el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.

Andreu subraya que «esta ministra, que tanta gala hace del diálogo, es la primera que con sus políticas nos niega el presente a los alicantinos con su tesis expuesta esta semana en Alicante, en una jornada en la que se dedicó explícitamente a dar prioridad a las políticas ambientales y al uso ambiental del agua, olvidando por completo en su planificación la atención a las demandas, tanto agrícolas como domésticas, y olvidando la planificación hidrológica actual tan necesaria en nuestro país».

Asaja sostiene que, si como admite el Ministerio, «nos encontramos ante un escenario de cambio climático con episodios más severos de sequías, pero también de lluvias torrenciales e inundaciones, no entendemos cómo la nueva planificación hidrológica no apuesta, y sí criminaliza, por obras tan básicas como los embalses, los trasvases o la modernización de los regadíos», apunta Andreu. Para el presidente de Asaja y productor de cítricos y hortalizas en la Vega Baja, « lo más lógico es que ante un escenario como en el que nos movemos, de fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, cuanto más reguladas tenga sus cuencas un territorio más y mejor podrá enfrentarse con seguridad a los efectos del cambio climático». 

Por otro lado, Asaja rechaza la acusación de que los agricultores de la provincia estén en una «guerra del agua». Andreu replica que «solo pedimos que una infraestructura que lleva funcionando 42 años, cuyo memorándum fue fruto de un gran acuerdo entre todos los partidos políticos de España y de diferentes territorios, no se aniquile en una legislatura, aprovechando la coyuntura del cambio climático. Pensamos que se está utilizando como coartada para poner en marcha medidas y actuaciones disparatadas e innecesarias, como el hecho de afirmar con que el cambio climático dejará sin agua a los ríos».

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