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El Puerto de Alicante arranca la tramitación para encajar el futuro centro de congresos

El consejo de administración aprueba la modificación para cambiar el uso del suelo donde se construirá el inmueble, en los muelles 7 y 9, lo que obliga a trasladar las dependencias de la Guardia Civil, en un proceso que durará dos años

Imagen aérea de archivo del puerto de Alicante, en el que está prevista la construcción del futuro gran centro de congresos de Alicante. | ALEX DOMÍNGUEZ

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Alicante dio ayer el primer paso para la construcción del futuro gran centro de congresos en el puerto (la denominación palacio no se puede utilizar al estar registrada por el Colegio de Médicos para su recinto de la avenida de Dénia), con la aprobación del cambio de usos portuarios o, lo que es lo mismo, modificar la denominación del uso los muelles 7 y 9, elegidos para que pueda encajar el centro que promueven la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante. Un adelanto importante pero cuya tramitación administrativa durará dos años. Falta por resolver, no obstante, el traslado de las dependencias de la Guardia Civil y, por supuesto, contar con el proyecto que paga la Diputación a cuenta de que el edificio acoja las dependencias de Suma, el organismo tributario de la institución provincial.

El Puerto se ha comprometido a reducir de cuatro a dos años el tiempo de tramitación de los dos planes que se deben modificar, el plan de usos y servicios, cuya tramitación se aprobó este viernes, y el propio plan director del puerto. La Diputación asegura que el tema no está parado, que se sigue trabajando, y que el camino administrativo es complicado, pero lo cierto es que, oficialmente, solo consta la foto de Carlos Mazón y Luis Barcala entregando el documento de intenciones del proyecto en el registro del puerto la pasada primavera.

La elección de los muelles para ubicar allí el gran centro de congresos de Alicante obligará, por otro lado, a desmantelar dos muelles en los que actualmente se mueven graneles y que, en principio, iban a quedar como auxiliares una vez comience a funcionar a principios de 2022 la terminal cerrada en el muelle 17. Esta coyuntura, y el problema de los accesos a la zona para los vehículos particulares y los autobuses que lleven a los congresistas, son también dos escollos a solucionar. Hace casi 20 años que el Puerto planteó ubicar, en la misma zona donde se levantará el palacio, un barco-tienda con restaurantes. Iniciativa que se frustró tras hacerse público un estudio de la Cámara de Comercio que advirtió, precisamente, de los problemas de acceso. Un asunto que debe resolverse en los dos próximos años.

El paso adelante dado por el Ayuntamiento, la Diputación y la Autoridad Portuaria de Alicante en abril para ubicar en el puerto el futuro centro de congresos entró en un lento proceso de tramitación urbanística que durará 24 meses hasta que la iniciativa comience a fraguarse con su licitación, pues también es necesario modificar el plan especial del puerto para que los muelles puedan acoger el edificio polivalente.

En cuanto al inmueble, solo se conoce que ocupará el 50% de la superficie de los muelles -de ahí que se haya elegido ocupar dos-, lo que permitirá contar también con muchos espacios complementarios al aire libre. El espacio para los congresos será de 12.000 m², a los que se sumarán otros 5.000 m² para la zona administrativa, donde se ubicarán funcionarios de Suma, y 4.000 m para un gran aparcamiento. Además se urbanizarán otros 10.000 m² de espacios exteriores.

El Ayuntamiento anunció también el pasado mes de abril que había encargado un estudio para contar con información y datos para elaborar el pliego de condiciones que será la base para licitar el concurso público y el estudio de arquitectura que redacte el proyecto. Un paso similar al que se siguió para construir el complejo de Las Cigarreras

El centro de congresos se desarrollará sobre una superficie total de 21.000 m² en unos muelles que, además de contar con la dependencias de la Guardia Civil, están a cien metros del muelle 11, donde todavía se mueve granel, actividad que deberá desaparecer. Falta también por cerrar otra posible obra paralela que deberá determinar el estudio sobre el edificio, y si es necesario reforzar los muelles para soportar el peso del inmueble. El alcalde, Luis Barcala, confía en que pueda haber algún tipo de obra en los muelles antes de final de su mandato, es decir en plena carrera electoral.

Una empresa se ofrece a construir la isla flotante 


El consejo de administración también aprobó el proyecto para conectar con un transbordador las dársenas de poniente y levante, con la construcción de una isla flotante y un restaurante en la bocana por donde entran y salen las embarcaciones del Club de Regatas y la Marina Deportiva, tal como avanzó el director del puerto, Carlos Eleno, en el foro «Municipalismo» organizado por INFORMACIÓN. El Puerto tiene ya la oferta de una empresa para financiar el proyecto a cambio de su explotación, pero la intención es convocar un concurso público. Capitanía Marítima tendrá la última palabra por la seguridad.

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