En el marco de las celebraciones navideñas, las cofradías de Nuestra Señora de la Soledad de Santa María y de San Pedro Apóstol han protagonizado esta tarde el acto de entrega solidaria de juguetes que, bajo el lema “Un juguete, un sueño… con San Nicolás”, han organizado los hermanos cofrades que comparten sede canónica en la Basílica de Santa María. El encuentro solidario dirigido a los niños y niñas ha contado este año con gran afluencia de cofrades y simpatizantes de la Semana Santa.
Desde las primeras horas de la tarde, las puertas de la Casa Cofrade “Soledad de Santa María”, que fue bendecida el pasado año por el obispo diocesano Jesús Murgui, se abrieron de par en par para recibir la llegada de San Nicolás montado sobre un trineo. Las dependencias cofrades han acogido por segundo año consecutivo el emotivo acto de entrega de juguetes, que se han regalado a medio centenar de niños y niñas. En un ambiente de fraternidad, los más pequeños han recibido de manos del legendario San Nicolás los juguetes que con tanta ilusión esperaban desde hacía varias semanas, como explican desde la cofradía. La sala principal se ha convertido por unos instantes en el hogar de Papá Noel, ambientado sobre un artístico escenario donde los niños eran llamados por Sila, una de las más fieles seguidoras del mítico personaje.
La velada navideña dio comienzo con una recreación literario-musical sobre la vida y los milagros del santo obispo de Mira, quien cada diciembre regresa en trineo por la Serra Grosa, como así lo hiciera hace algo más de mil setecientos años. La escena principal la protagonizó el momento de entrega de los juguetes que fueron recibiendo los niños y niñas de entre 1 y 9 años de edad. Antiguo es el origen de la tradición navideña que vincula a San Nicolás con la ciudad de Alicante, no en vano fue elegido como patrón y titular de uno de sus principales templos, convertido con el correr de los siglos en Concatedral.
Una velada llena de dulces y juguetes
Con el deseo de recuperar esta tradición centenaria, las cofradías de Nuestra Señora de la Soledad y de San Pedro Apóstol han celebrado este acto. A las puertas de las dependencias cofrades los fueron recibiendo las hermanas mayores Balbina Oncina y Carmen Iborra, acompañadas de varios miembros de la Junta de Gobierno, quienes en calidad de anfitriones iban saludando a las familias asistentes. A la hora convenida se personó San Nicolás vestido con su tradicional indumentaria episcopal, quien fue aclamado con numerosas muestras de afecto y cariño por todos los asistentes. Atravesando una alfombra roja, accedió al interior de la Casa Cofrade donde se acomodó en un trono de damasco rojo para repartir los juguetes a los niños, no sin antes dirigirles unas emotivas palabras de fraternidad y unión. No han faltado los cánticos de villancicos amenizando en todo momento la velada navideña. El acto ha finalizado con la entrega de dulces y golosinas delicia de los más pequeños. Antes de la despedida, una gran foto de familia alrededor del santo y legendario obispo de Bari ha puesto el broche final a uno de los actos que más afecto despierta entre los cofrades
