Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La exigencia del pasaporte covid no logra frenar el avance de la sexta ola en la provincia de Alicante

La incidencia se ha duplicado en los 15 días de vigencia de la medida - Expertos piden extremar las medidas de prevención, nuevas restricciones y celeridad con las terceras dosis

Agentes de la Policía controlan una terraza de Alicante llena de gente, en una imagen reciente. | HÉCTOR FUENTES

Se cumplen dos semana desde que el Consell implantó la obligación de presentar el pasaporte covid para entrar a bares, restaurantes y locales de ocio de la Comunidad Valenciana. Entonces la sexta ola comenzaba a despegar y la incidencia acumulada del covid era de 212 casos por 100.000 habitantes.

Dos semanas después, esta medida restrictiva, la única por la que ha apostado la Generalitat, no ha logrado frenar el avance de esta nueva onda epidémica. La circulación del virus supera los 500 casos por 100.000 habitantes y el número de personas ingresadas ha seguido aumentando hasta el punto de que hospitales como el General de Alicante han tenido que suspender ya operaciones no urgentes de tarde para poder tener camas libres de ingreso. Todo a una semana de que comiencen las fiestas de Navidad, las de mayor interacción social del año. Desplazamientos, cenas, comidas y reuniones en casas que pueden hacer aún más pronunciada la curva de una sexta ola de futuro incierto.

Pese a este aumento de casos, el presidente de la Generalitat ha descartado en numerosas ocasiones que se vayan a adoptar nuevas restricciones y ha apelado a la responsabilidad de cada uno para que se mantengan las medidas que hasta el momento se han demostrado eficaces para frenar el virus, como el uso de mascarillas, ventilación y distancia. La próxima semana sí que habrá más espacios en los que el pasaporte covid será obligatorio para entrar, aunque de momento la Generalitat no ha especificado cuáles serán. Y es que, independientemente de que la exigencia de este certificado no frene el aumento de casos, sí está sirviendo para que las personas que no se han vacunado hasta el momento frente al covid lo hagan. Desde que se anunció su implantación, el ritmo de administración de primeras dosis se ha multiplicado en la Comunidad Valenciana.

Profesionales como Juan Francisco Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva, piden un endurecimiento de las restricciones para evitar tener una sexta ola tan complicada como la tercera, que obligó a paralizar la actividad de los hospitales. Este experto advierte que la incidencia en los próximos días se pondrá por las nubes. «Si la incidencia que tenemos ahora es el resultado de las interacciones sociales sin comidas y celebraciones navideñas, vamos a estar muy mal en las próximas semanas y no será raro verse por encima de los 1.500 casos».

Bien es cierto que la vacunación ha reducido a la mitad el porcentaje de hospitalización, pero las matemáticas no fallan y a mayor número de contagios, habrá un mayor número de ingresos. Más ingresos «con un plantilla de sanitarios agotada y con una Atención Primaria que lleva dos años sin retomar la normalidad». Por eso pide medidas más contundentes que limiten al máximo los contactos sociales, «de manera que podamos llegar a enero con la mitad de incidencia actual»”.

En paralelo a las restricciones que frenen la propagación del virus, Navarro pide celeridad con las terceras dosis para tener cuanto antes protegidos a los mayores de 60 años. En la Comunidad Valenciana, según los datos que ofreció el ministerio el viernes, la ya ha puesto la dosis de refuerzo al 84,45% de los mayores de 70 años, pero se ha estancado en el colectivo de 60 a 69 años, con sólo un 38,3% de inmunizados. Los mayores de 60 años es el grupo de más riesgo a la hora de contraer un covid grave y terminar en el hospital o en la UCI. También el experto en Salud Pública y profesor de la Universidad de Alicante, José Tuells, pide una mayor celeridad en la administración de terceras dosis para frenar las hospitalizaciones. En cuanto a mayores restricciones, cree este profesional que «debemos acostumbrarnos a vivir con el virus y protegerse a nivel individual, no haciendo caer en riesgo a los más vulnerables».

Mascarilla con café en una terraza de un establecimiento de la provincia. | ÁXEL ÁLVAREZ PINOALBEROLA

Desde la agotada Atención Primaria, Javier Blanquer, vicepresidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, reclama también que se acelere el ritmo de vacunación y que se facilite el acceso de la población a pruebas diagnósticas más económicas y sencillas. «Los test de antígenos son caros y no se fomenta que se hagan cuanto antes». También insiste este médico de familia en que se refuerce el mensaje a la población de que debe seguir protegiéndose y cree que la exigencia del pasaporte covid «no se está pidiendo de forma sistemática en todos los locales». De hecho, según ha podido comprobar este periódico en una decena de locales de hostelería elegidos al azar, en todos se ha exigido, si bien en prácticamente ninguno se ha pedido el DNI o pasaporte.

Francisco Jover, médico de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Joan cree que no se ha sabido vender bien que aun estando vacunado te puedes contagiar. «Los pacientes se sorprenden cuando les das el diagnóstico», explica. Por eso cree que el impacto del pasaporte covid es muy limitado para frenar la transmisión y pide nuevas medidas similares a las del año pasado, como la limitación de aforos y de horarios. Coincide Jover con José Miguel Sempere, catedrático de Inmunología de la Universidad de Alicante y presidente de la Sociedad Valenciana de Inmunología, para quien el frío puede complicar aún más la situación. «El ejemplo lo tenemos en lo que está ocurriendo en Europa, ¿qué nos hace pensar que la situación aquí va a ser distinta?». Sempere echa en falta mensajes más contundentes por parte de la Generalitat. «Al menos podrían advertir que de complicarse la situación se van a tomar restricciones, así la gente tendría miedo y actuaría con más responsabilidad”»

La sexta ola está creciendo con mucha más rapidez de lo que se había previsto en un inicio, posiblemente impulsada por la aparición de la variante ómicron, de la que ya se han detectado los primeros casos en la provincia de Alicante. En apenas un mes los ingresos por covid se han duplicado y en los diez hospitales públicos de la provincia había el viernes hospitalizadas 219 personas. De ellas 52 están en las Unidades de Cuidados Intensivos, lo que también supone el doble que hace tan solo un mes. Aunque ni de lejos se alcanzan las cifras de la tercera ola, cuando llegó a haber 1.851 ingresados y 258 en la UCI, los profesionales que atienden a estos pacientes se muestran preocupados por la evolución de esta nueva ola. Y es que al 10% de personas no vacunadas, unas 400.000 en la Comunidad Valenciana, se suma otro 10% en los que falla la vacuna. «El virus está circulando mucho y con ese número de personas aún susceptibles, la carga de la enfermedad va a seguir aumentando», advierte Félix Gutiérrez, catedrático de la Universidad Miguel Hernández. Así las cosas, este profesional cree que si la presión hospitalaria sigue aumentando «no va a haber más remedio que tomar nuevas medidas restrictivas». También para este profesional conviene aclarar mensajes que no son ciertos. «La gente piensa que la vacuna es una patente de corso para no infectarse y eso no es así». También que llegaría un momento en el que alcanzaríamos una inmunidad de rebaño «y se ha visto que no es así mientras no tengamos vacunas esterilizantes».

La variante ómicron entra en escena

A todos los ingredientes de esta sexta ola se ha sumado esta semana la aparición de los primeros casos de variante ómicron en la Comunidad Valenciana, concretamente en el departamento del Hospital General de Elche. Según las últimas investigaciones, esta variante es 70 veces más contagiosa que la delta, por lo que puede disparar el número de casos, ya que se estima que en enero será la cepa dominante en España. La buena noticia es que parece que las personas que enferman por ómicron no desarrollan una enfermedad grave, sino con síntomas leves o de manera asintomática. Se está estudiando si la nueva variante escapa a la inmunidad que generan las vacunas.

Compartir el artículo

stats