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El Consell quiere exigir el pasaporte covid para consumir en las terrazas ante el estupor del sector

Bares, gimnasios y cines exigen que el certificado también sea obligatorio en las grandes áreas comerciales por las aglomeraciones

Un grupo de personas preparan el pasaporte covid para poder acceder a un establecimiento en Alicante HÉCTOR FUENTES

La Generalitat Valenciana ha pedido al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana el aval para extender el uso del pasaporte covid a las terrazas de bares y restaurantes. Así lo han confirmado fuentes de la Generalitat después de que su presidente, Ximo Puig, adelantara este martes que se estaba estudiando la posibilidad de exigir este certificado de vacunación para poder acceder a estos espacios exteriores, donde también se producen aglomeraciones de gente, una medida que ha sido acogida con estupor por hosteleros y clientes. La ampliación del pasaporte covid a las terrazas se completaría con el anuncio que el jefe del Consell ya realizó días atrás, donde avanzaba que el certificado sería obligatorio para poder entrar al interior a todo tipo de establecimientos de hostelería, ya no solo los de aforo superior a 50 personas, así como a gimnasios, cines, piscinas y circos.

Los sectores afectados por las nuevas medidas han reconocido este martes que acogerán con resignación esta exigencia si el TSJ la acaba autorizando, aunque no la compartan al cien por cien. Representantes de las principales asociaciones de hostelería, centros deportivos y salas de cine coinciden mayoritariamente en considerar que puede tratarse de una medida eficaz para estimular la vacunación, pero no les convence tanto, no obstante, como medida para contener el virus: «No tiene sentido que el pasaporte se exija para ciertas actividades pero que después te vayas a un centro comercial y esté hasta arriba de gente y nadie controle nada», afirma César Anca, el presidente de Asociación de Restaurantes de Alicante. Por eso, considera que el Consell «se ha quedado corto»: «Si el objetivo era hacer la vida un poco más complicada a los que no están vacunados, y ya que ha sido algo con bastante buena acogida entre la mayoría del público, tendrían que haber sido valientes y llevarla también a centros comerciales y grandes superficies», mantiene.

Los empresarios alertan de que exigir el certificado, más que restar clientes, les supondrá más gastos

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Anca lamenta que, como en restricciones anteriores, «los señalados seguimos siendo siempre los mismos», en alusión a la hostelería, algo que cree que se confirma ahora con la extensión de esta obligatoriedad en las terrazas. Lo mismo traslada Álex Fratini, portavoz de la Asociación de Bares y Restaurantes de Benidorm, Abreca. «No tiene ningún sentido pedir el pasaporte covid en exteriores cuando siempre se nos ha dicho que el riesgo de contagio al aire libre es mínimo», afirma este empresario. Sí está a favor, no obstante, de la ampliación de la exigencia de estar vacunados para consumir en el interior de todos los locales, independientemente de su tamaño: «Ha habido muchos conflictos con los clientes porque en unos sitios se lo pedían y en otros no», pero alerta de que puede acabar dando una falsa sensación de seguridad: «La gente cree que, como están todos vacunados, no se va a contagiar y ahí es donde puede venir el problema».

Mientras, gimnasios y cines comparten la opinión de los hosteleros acerca del trato desigual que esta norma da a sus sectores con respecto al comercial. Juan Carlos Gómez-Pantoja, presidente de la Asociación de Empresarios de Instalaciones Deportivas, se ha mostrado «indignado», mientras que Enrique Santos, gerente del club deportivo Arena Alicante, apunta que, al igual que ocurre en los comercios, «en los gimnasios tampoco está permitido que nuestros clientes se quiten la mascarilla y, además, hay desinfección continua de espacios y de maquinaria. No entiendo por qué nosotros tenemos que exigir el pasaporte y en un supermercado, no». Esta opinión también es compartida por Antonio Such, presidente de la Asociación de Empresarios de Salas de Cine de la Comunidad, que mantiene que esta medida llega cuando «la gente se estaba empezando a animar a volver al cine, después de 20 meses trabajando a pérdidas, porque ha visto que el nivel de contagios dentro de un cine es muy bajo».

En la mayoría de los casos, consideran que pedir el pasaporte covid no les restará clientes, pero que sí exigirá gastos extra, por ejemplo, en personal para pedir los certificados en la puerta de sus negocios.

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