Dos de cada cinco hogares unipersonales (43,2%) en la provincia de Alicante están habitados por personas mayores de 65 años. Hasta 85.500 personas según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La cifra no deja de aumentar cada año. En el informe del ejercicio anterior, el número de personas mayores que vivían solas era de 82.800, un 42,9% del total de hogares unipersonales.
En total, 197.000 hogares en la provincia de Alicante están habitados por una sola persona, el 26,1% del total de viviendas. Según datos del INE, se espera que la cantidad de viviendas unipersonales vaya en aumento año a año y que para 2035 haya en la provincia 242.000 casas en las que viva una sola persona, que representen el 29,3% del total del parque de viviendas.
Esta situación plantea retos para que los mayores puedan llevar una vida independiente. Dolores, nonagenaria, vive sola en Alicante y asegura que se maneja muy bien sola porque «la cabeza me funciona perfectamente», aunque, al preguntarle, asegura que sus hijos le ayudan a algunas tareas como hacer la compra.
Juan y Ramón, octogenarios, son vecinos del mismo edificio y viven solos. Ambos afirman que llevan una vida independiente pero que les cuesta adaptarse a la tecnología. Ramón comenta que le gustaría entender los «teléfonos modernos», ya que tuvo uno y se lo tuvo que devolver a sus hijos porque no sabía utilizarlo. Juan, que durante su vida laboral trabajó con ordenadores, asegura que el mayor reto al vivir solo es «tratar con el banco».
Diferencia entre géneros
Según el informe del INE, la situación de las personas que viven solas es muy diferente en función de si son hombres o mujeres. Pese a que hay casi las mismas personas de cada género viviendo solas, 98.400 hombres y 99.300 mujeres, la mayoría de menores de 65 años que viven solos son hombres, el 64% de ese grupo de edad.
El grupo de población masculina que vive de manera independiente se concentra en solteros y divorciados menores de 65 años, que suponen el 64,6% de varones en hogares unipersonales de la provincia. Los dos mismos grupos en el caso del género femenino, solteras y divorciadas menores de 65, únicamente representan al 31% de mujeres de la provincia que viven solas.
Solo uno de cada cuatro mayores de 65 años que viven solos son varones, el 26,9% del total. 59.000 de los 85.500 mayores que viven solos en la demarcación alicantina son mujeres, 48.900 de ellas en estado de viudedad. Los varones viudos mayores de 65 años que viven solos únicamente representan al 10,5% de hombres en hogares unipersonales de la provincia.
La mitad de las mujeres que viven solas (49,2%) son viudas mayores de 65 años. Este último dato se puede explicar por la esperanza de vida que, en la provincia de Alicante, es de 80 años para los hombres y de 85 para las mujeres. Tiene sentido que, en matrimonios entre hombres y mujeres, sea el hombre el que fallezca antes que la mujer y, por tanto, haya más mujeres viudas que hombres.
El número de mujeres en esta situación, además, va en aumento en los últimos años. Hace dos ejercicios, eran 43.600 las ancianas viudas que vivían solas en la provincia; el año pasado eran 44.700; y este son 48.900.
La mayoría de los mayores que viven solos aseguran ser independientes. Dolores, de Alicante, comenta que únicamente requiere ayuda de sus hijos para que hagan la compra desde que la operaron de la cadera.
Teléfonos inteligentes y bancos
Ramón y Miguel, afirman que su única dificultad es «entender los teléfonos modernos». Ambos utilizan un teléfono móvil pero no inteligente. Los «smartphones» representan una de las grandes brechas generacionales. Según la organización Solidaridad Intergeneracional, solo el 23% de los mayores de ochenta años utiliza un móvil inteligente para comunicarse.
Juan y Ana, vecinos de Alicante, aseguran que el mayor reto es tratar con el banco y realizar trámites digitales. Este año han cerrado 46 oficinas bancarias en la provincia, un dato que va a la baja desde 2008. Además, este mes, la obtención del pasaporte covid ha supuesto un reto para la mayoría de ellos. Todos los mayores con los que se ha hablado para este reportaje han confirmado que han necesitado ayuda para obtenerlo.
