La avalancha de casos de covid que está saturando los centros de salud ha obligado al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas a tomar una serie de medidas para descargar a médicos y enfermeros de la sobrecarga que sostienen.
A partir de ahora no se va a realizar la identificación de los contactos estrechos cuando una persona dé positivo por coronavirus. Sólo se hará este rastreo para aquellos ámbitos en los que la exposición se considere de alto riesgo por la presencia de personas vulnerables. Esta es una de las mediadas que han acordado el ministerio y las comunidades autónomas en la reunión del Consejo Interterritorial celebrada este miércoles y en la que se ha aprobado reducir las cuarentenas de diez a siete días para las personas que den positivo y que estén asintomáticas en el momento de concluir esta semana.
Entre los cambios también destaca que las pruebas diagnósticas, como test de antígenos o PCR, para confirmar casos sospechosos se priorizarán para las personas vulnerables o que pertenezcan a estos entornos, como pueden ser trabajadores de residencias de ancianos. Los resultados de los autotest que cada comunidad autónoma decida como válidos se integrarán en el sistema de notificación. Esta medida ya se ha empezado a aplicar esta semana en la Comunidad Valenciana, por parte de algunos centros de salud en los que se está dando por válido el diagnóstico de los test de antígenos adquiridos en farmacia.
Además, médicos y enfermeros no tendrán que hacer seguimiento de pacientes asintomáticos o leves sin factores de riesgo. En el momento del diagnóstico se indicarán las instrucciones para el aislamiento y cómo contactar con el sistema sanitario en caso de empeoramiento.
Sólo se hará seguimiento a los casos que surjan en residencias de ancianos, cárceles, centros de discapacitados o centros hospitalarios. También a mayores de 70 años, embarazadas, personas inmunodeprimidas y a personas no vacunadas.
Sanidad y comunidades también han acordado que las personas vacunadas que sean contactos estrechos de un caso no tendrán que hacer cuarentena. Respecto a las pruebas diagnósticas, que hasta ahora se hacían para todos los contactos estrechos, se limitan a partir de ahora a aquellos contactos vacunados que sean vulnerables, por ejemplo a ancianos, y sólo se hará una prueba al tercer o cuarto día de contacto.
También se ha acordado que en el ámbito educativo no se harán cuarentenas en ningún nivel. En caso de algún brote en un aula será el área de Salud Pública la que decida qué hacer.
La reducción de las cuarentenas por parte de las autoridades sanitarias ha levantado las críticas de médicos y enfermeros en la provincia de Alicante, sobre todo porque esta decisión se toma cuando los casos de covid están en crecimiento exponencial. «En frío puede estar bien, pero tomar este tipo de decisiones en caliente no tiene sentido», sostiene Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva. Cree Ortí que en esta decisión han pesado mucho los condicionamientos económicos, «pero esta medida va a traer consigo que la sexta ola se prolongue, con más casos e ingresos en los hospitales».
Desde los centros de salud tampoco ven positivo que se adopte ahora esta medida. «A nosotros no nos va a quitar trabajo. Es más, hoy nos están llamando muchos enfermos simplemente para informarse por esta medida», señala Javier Blanquer, vicepresidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Este médico de familia insiste en que pese a que las cuarentenas se van a acortar, «el paciente deberá extremar las precauciones por lo menos tres o cinco días después».
Por último, Montse Angulo, presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante, cree que esta medida se toma sin evidencias científicas «y se corre el peligro de que la gente salga a la calle y contagie». También opina Angulo que esta medida se toma por motivos económicos, para reducir la gran cantidad de bajas laborales que está generando el coronavirus.
