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Solidaridad

Un alicantino pasa la Navidad en La Palma limpiando ceniza y ayudando a los afectados por el volcán

La erupción del volcán de La Palma terminó oficialmente el pasado 25 de diciembre, pero los daños que ha dejado continúan. Voluntarios como Víctor Sánchez no dudaron en viajar a la isla en sus días libres para ayudar a los damnificados.

Los tres voluntarios de Cruz Roja de la Comunidad Valenciana retirando ceniza de los tejados. | INFORMACIÓN

Víctor Sánchez es voluntario de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana y, junto a Pedro López y José María Salazar, dos compañeros valencianos que también son de la organización, ha estado trabajando desde el 30 de diciembre haciendo labores preventivas en las zonas afectadas por el volcán de La Palma, haciendo posible que muchas familias hayan podido volver a sus casas después de varios meses de incertidumbre.

Víctor es técnico laboral en Cruz Roja, y ha aprovechado sus vacaciones para viajar hasta la isla y realizar tareas como el acompañamiento de las familias a las casas ubicadas en los barrios perjudicados. Cuando llegan a una vivienda, lo primero que hacen es que mientras la familia espera fuera, ellos ventilan la casa y utilizan medidores de gases que determinan si la atmósfera de su interior es respirable. Una vez se aseguran, los dueños pueden pasar para limpiar, revisar o recoger algo importante. «La gente muestra mucha gratitud por poder volver a su casa», afirma Víctor.

La erupción dejó a 7.000 personas evacuadas y casi 3.000 edificios destruidos, es por eso que los equipos de Cruz Roja de la isla ofrecen atención psicosocial a las personas afectadas emocionalmente por el desastre.

Tanto Víctor como sus compañeros, Pedro, un educador social de 44 años, y José María Salazar, un bombero forestal de 45 años, ambos de Ayora (Valencia), han trabajado duramente retirando la ceniza de las cubiertas y los tejados de las casas para que no se hundiesen por el peso. «Queda mucho por hacer, lo bueno es que lo gordo y preocupante se ha retirado», asegura Víctor.

Estos voluntarios, que comenzaban sus jornadas humanitarias a las ocho de la mañana, también han colaborado en labores logísticas y de almacenamiento, y aseguran que lo más importante ahora es trabajar en la vuelta a los domicilios para que la vida pueda volver a los núcleos poblacionales, ya que hay puntos en los que aún hay que restaurar la luz o el agua.

Vuelta a casa

El pasado jueves los compañeros de Cruz Roja Madrid llegaron a la isla para hacer el relevo a los de la Comunidad Valenciana. El viernes Víctor, Pedro y José María, después de pasar una Nochevieja especial, tuvieron que coger varios aviones para poder llegar a sus ciudades, pero lo hacen llenos de gratitud. «Estoy muy agradecido de que hayan contado conmigo, ha sido una experiencia muy bonita», afirma el voluntario alicantino de 33 años.

El técnico laboral confiesa que le hubiese gustado ir antes y ver el volcán en erupción, y asegura que regresaría si le seleccionaran de nuevo.

Cruz Roja tiene disponibles varios canales donde la gente puede colaborar para ayudar a los afectados por la erupción de La Palma.

Víctor compagina su trabajo con los voluntariados y decidió pasar parte de sus vacaciones de Navidad en La Palma. El joven alicantino lleva diez años en Cruz Roja, empezó como alumno de socorrismo acuático y se quedó como voluntario. Es técnico laboral desde 2018 en socorros y emergencias de Alicante. Su vocación de ayudar a la gente de forma desinteresada nació cuando estudiaba el máster de secundaria.

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