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Los brotes en residencias de ancianos se duplican tras las celebraciones navideñas

64 centros tienen casos de covid activos, aunque gracias a la vacunación la mayoría son leves - Entre los afectados hay trabajadores y residentes que han salido a comer o cenar con la familia

Familiares a las puertas de una residencia de ancianos, en una imagen de archivo. | PILAR CORTÉS

Las celebraciones navideñas y la expansión de la variante ómicron también están pasando factura a las residencias de ancianos. Los centros con brotes de coronavirus se han duplicado en las últimas tres semanas en la provincia de Alicante, al pasar de 31 el pasado 20 de diciembre a 64 contabilizadas este miércoles, según datos aportados por la Conselleria de Sanidad. Gracias a la vacuna los casos que se detectan en su inmensa mayoría son leves, aunque en estas tres semanas han fallecido tres ancianos que residían en estos centros y que contrajeron el virus. En algunos casos también se han producido ingresos hospitalarios de ancianos a los que el virus ha descompensado de otras enfermedades.

La mayoría de los contagios en los geriátricos durante las últimas tres semanas se han producido entre los trabajadores, según explican desde la patronal del sector Aerte. «Lo más habitual es que un trabajador que se ha ido unos días de vacaciones y se ha reunido con la familia, a la vuelta se haga una prueba y salga positivo», explica José María Toro, presidente de Aerte. Sin embargo, también se están dando casos entre los ancianos, sobre todo tras las salidas para comer o cenar con la familia durante pasadas fiestas.

Riesgo

Toro recuerda, en este sentido, que la patronal que representa pidió antes de Navidad algún tipo de limitación para estas salidas. «Sabíamos que la medida que planteábamos era muy dura, pero estábamos ante un coctel muy complicado, ya que estas fiestas se ha juntado mucha gente de otras comunidades e incluso de otros países y todo con una alta circulación del virus». Desde la Conselleria de Sanidad recuerdan que sólo un caso positivo de covid es suficiente para que se considere que una residencia de ancianos tiene un brote y se pongan en marcha todas las medidas oportunas para atajar los contagios entre los ancianos. Medidas que no se levantan hasta que no pasan 20 días desde el último contagio. Si las residencias tienen el brote controlado, no hay restricciones a las visitas o a las salidas de los ancianos.

Para Aerte, el hecho de que la mayoría de los casos de covid que se registran en los geriátricos sean leves, debería provocar un cambio en los protocolos por parte de las consellerias de Igualdad y Sanidad. «En el momento en el que hay brote no puede haber nuevos ingresos de ancianos y eso provoca que las familias no se puedan organizar, cuando muchas veces es urgente ingresar a un familiar». Además, la Generalitat sigue obligando a los centros a tener un 5% de plazas bloqueadas para aislar a los casos positivos, lo que según denuncia Aerte, hace que no se puedan usar cientos de plazas en la Comunidad Valenciana, pese al déficit que hay de este tipo de recursos. «Si es cierto que la pandemia tiende a ser más leve, como lo están demostrando los datos, debemos avanzar en estas cuestiones», sostiene Toro.

El pasado mes de septiembre la Conselleria de Sanidad comenzó a vacunar con terceras dosis a los residentes de los geriátricos de la Comunidad Valenciana. Actualmente el 92% de las personas mayores de 70 años en la Comunidad Valenciana ya ha recibido esta dosis de refuerzo frente al coronavirus, lo que ha hecho caer drásticamente la incidencia del virus en este grupo de población, el de mayor riesgo de enfermar gravemente y fallecer a causa de la enfermedad. Así, la circulación del virus entre las personas mayores de 70 años es la más baja de todos los grupos de población. Entre las personas de 70 a 79 años la incidencia se sitúa en 888 casos y entre los mayores de 80 es algo mayor, con 906 casos por cada 100.000 habitantes. Entre los veinteañeros, el grupo donde más circula el covid, la incidencia está disparada en 4.700 casos.

Las cifras de fallecidos también ponen de relieve cómo las vacunas han protegido a la población más vulnerable. Desde finales del pasado mes de marzo, cuando se acabó de vacunar en todos los centros de ancianos con las primeras dos dosis, han muerto en la provincia 17 residentes en geriátricos de los 350 fallecidos que en global ha dejado la pandemia durante estos meses. En los peores momentos de la tercera ola, las muertes en geriátricos llegaron a representar el 30% del total de decesos.

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