Solidaridad. Entidades como Conciénciate y Alicante Gastronómica Solidaria distribuyen en las noches más frías caldos, cafés y platos de comida caliente. Cuando el termómetro marca 5 grados o menos, como estos días, también reparten mantas y sacos de dormir.
Un caldo humeante, un plato de comida caliente, una taza de café, una manta, un saco de dormir... Toda ayuda es buena para las más de 400 personas en la provincia que tienen que dormir a la intemperie cuando el termómetro marca temperaturas tan bajas como las que se avecinan para los próximos días. Son muchas las entidades, desde Cruz Roja hasta Cáritas, que se encargan de apoyar a los más necesitados. En el caso de la asociación de voluntarios surgida en Elche Conciénciate, y que ya se ha extendido a la capital provincial con los cerca de 500 jóvenes que la componen, y de Alicante Gastronómica Solidaria (AGS) se da un paso más allá y cada semana se elaboran más de 3.000 menús para repartir cenas caliente entre los sin techo.
Los voluntarios de Conciénciate salen todos los viernes, sábados y domingos del año a cubrir las necesidades de esta población en Elche, donde se estima que más de cincuenta personas duermen en las calles de sus barrios y pedanías, además de la treintena que lo hacen en el albergue de Cáritas. Cuando el termómetro marca 5 grados o menos, como ocurre estos días, los voluntarios también realizan el servicio, independientemente de que no sea fin de semana. En este caso, en la ciudad ilicitana se activa el protocolo contra el frío que coordinan las concejalías de Seguridad Ciudadana y Derechos Sociales, junto a la Policía Local y Protección Civil, que establece que junto a la comida caliente se reparta material para combatir las noches gélidas, como mantas, guantes, gorros o sacos.
«La sociedad suele mirar a otro lado con las personas sin hogar pero la pandemia les ha vuelto a dar visibilidad», asegura el presidente de Conciénciate, Gorka Chazarra. Los voluntarios de la asociación que dirige recogen los menús que elabora AGS en las instalaciones de Ciudad de la Luz para repartirlos en Elche. Los caldos, el café y el pan van acompañados por un plato de legumbres, pasta o arroz, agua, fruta y chocolate caliente. «A veces nos preocupamos más por la degradación de un edificio que por las personas que duermen allí», lamenta Chazarra en alusión a episodios recientes en la ciudad ilicitana como los del Hort del Gat y el Huerto de la Virgen de Portes Encarnades.
«En Elche contamos con un censo de las personas que duermen en la calle para atenderlas cuando llegan las olas de frío y estamos trabajando en la puesta en marcha de un centro de baja exigencia para que puedan pernoctar en él», avanza el edil de Derechos Sociales ilicitano, Mariano Valera.
En Alicante, informa J. Hernández, en el Ayuntamiento se señala que se mantiene permanente activado el servicio del albergue de transeúntes pero que desde la Generalitat no se ha activado ningún protocolo especial de atención a personas sin hogar por las bajas temperaturas actuales.
Esto contrasta con actuaciones como la de AGS, un movimiento surgido en el confinamiento de 2020. Más de 2.000 personas y 800 empresas han colaborado desde su puesta en marcha. Actualmente son dos los vehículos que salen cada noche en la capital a repartir la comida caliente entre los más necesitados. «Esta ola solidaria se ha extendido a otros puntos de la provincia, como Benidorm o Torrevieja, y también incluye formación para jóvenes en riesgo de exclusión social», explica su presidente, Carlos Baño.
«Te impresiona mucho cuando recibes agradecimientos tan sinceros y te ayuda a crecer como persona y relativizar los problemas», apunta la joven Nieves Torres, una de las voluntarias de Conciénciate que participa todas las semanas en los repartos. Desde Protección Civil, Pilar Raja añade: «Cubrimos todas las pedanías de Elche y trasladamos al albergue de Cáritas a las personas que lo necesitan».
