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El temor a ómicron reduce un tercio los desplazamientos peatonales por las ciudades de Alicante

Las bajas laborales por covid se notan en una caída de la circulación del 30% superadas las fiestas navideñas y el inicio de las rebajas

Aparcamientos con numerosas plazas libres y poco tránsito en Maisonnave el sábado pasado. | ALEX DOMÍNGUEZ

El tránsito peatonal y el tráfico rodado en Alicante han caído en un 30% en las últimas semanas en Alicante, según constatan taxistas, comerciantes y hosteleros, dato que también confirman fuentes municipales y que, a simple vista, se aprecia en la gran cantidad de plazas libres en los céntricos aparcamientos los fines de semana. Una vez concluidas las fiestas de Navidad y pasado el arranque de las rebajas, los sectores económicos perciben un menor movimiento y escasa afluencia de público, que atribuyen al temor al covid ante la explosión de casos de coronavirus por la velocidad de ómicron en esta sexta ola.

Las bajas laborales causadas por el incremento de positivos y los obligados aislamientos en casa influyen también en el hecho de que se registre menor tránsito en las calles, así como que los universitarios están de exámenes, y no tienen que desplazarse al Campus a asistir a clases.

La impresión general de que hay menos circulación tuvo excepciones el día en que los niños regresaron al colegio tras las vacaciones navideñas y la primera jornada de las rebajas pero después se recuperó de nuevo la tendencia a estar más en casa y dejar el coche aparcado. La falta de clientes la sufren, y mucho, los taxistas. «Se ha notado una disminución de tráfico en las calles, y de nuestro trabajo», explica Francisco Sánchez, presidente de RadioTeletaxi, asociación que representa a más del 90% de estos profesionales. Este gremio sufrió la cancelación masiva de reservas de viajeros que habían concertado servicios de recogida de cenas de empresa navideñas y de clientes para Nochevieja, y el arranque del año no está siendo mejor. «Llevamos ya dos años de Navidades excepcionales. Si hablamos de la última que fue normal, la de 2019, estamos en un 35% o 40% menos de carreras, y en cambio se nos disparan los gastos de combustible. Trabajamos a pérdidas en muchos servicios».

En el caso del comercio, más de lo mismo. «Con esto de ómicron, la clientela ha ido disminuyendo. El Año Nuevo fue un fracaso y la semana de Reyes se notó muy poca gente. Desde entonces está siendo criminal, parece que estemos otra vez confinados, no hay gente por la calle», apunta Juan Utrera, presidente de la asociación Más que Centro. «La gente le ha cogido miedo a ómicron. No consume, van de casa al trabajo, y del colegio a casa. En lo que va de año sumamos un 30% más de pérdidas. Solo hay que darse una vuelta por el centro y está vacío».

Similar es la situación de las tiendas pequeñas cercanas a Maisonnave pese a estar en el entorno de centros comerciales y franquicias. «La incertidumbre que vivimos hace que la gente sensata piense qué va a pasar en los próximos meses y gaste primero en comida y en su hogar antes que en ropa. Hay mucha menos público por la calle y las rebajas este año no van a ser el maná», señala Rafael Estañ, presidente de la Asociación de Comerciantes de Maisonnave y Adyacentes. «Hemos vivido 40 años bien y ahora toca pensar con sentido común. Estamos en un momento de cambio», afirma Estañ, quien afirma que muchas tiendas pequeñas han visto caer su negocio entre un 50% y un 80% frente a la prepandemia.

No solo ocurre en Alicante. Raúl Parra, de los comerciantes de Benidorm, apunta que la previsión para enero y febrero no es optimista a no ser que vuelva el cliente británico. Recordó que el año pasado por estas fechas el negoció se hundió un 50% aunque en su caso percibe algo de menos miedo al virus gracias a la vacunación.

La hostelería afronta los primeros meses del año con escepticismo y poco público, sobre todo por las noches. Si durante el día la afluencia de clientes está también en un 30% menos respecto a lo habitual en esta época del año, una vez que oscurece la actividad está un 60% por debajo de lo normal un mes de enero antes del covid, que ya era duro tras los gastos navideños. «Por las noches no se ven por las calles ni los gatos», señala César Anca, presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA). Pequeños comerciantes del centro señalan que con la elevada incidencia de covid y el frío «la gente no sale por la tarde, se queda en casa». Sí hay algo de negocio por las mañanas, sobre todo los viernes y sábados. Vicente Armengol, presidente de Corazón de Alicante, señala que «se ha notado también la bajada de turismo extranjero debido a la situación con la variante ómicron, con cancelaciones de ultima hora». Solo los mercados municipales encaran la situación con cierto optimismo pues con los confinamientos han recuperado el reparto a domicilio, tras unas fiestas con unas ventas para Nochebuena como antes de la pandemia y un 15% más para Nochevieja, según Francisco Alemañ, presidente de la asociación de concesionarios.

La hostelería constata un 60% menos de gente en la calle por las noches

Los comerciantes afirman que solo hacen algo de caja por las mañanas y que las tardes están muertas

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La hostelería afronta los primeros meses del año con escepticismo y poco público, sobre todo por las noches. Si durante el día la afluencia de clientes está también en un 30% menos respecto a lo habitual en esta época del año, una vez que oscurece la actividad está un 60% por debajo de lo normal un mes de enero antes del covid, que ya era duro tras los gastos navideños. «Por las noches no se ven por las calles ni los gatos», señala César Anca, presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA). Pequeños comerciantes del centro señalan que con la elevada incidencia de covid y el frío «la gente no sale por la tarde, se queda en casa». Sí hay algo de negocio por las mañanas, sobre todo los viernes y sábados. Vicente Armengol, presidente de Corazón de Alicante, señala que «se ha notado también la bajada de turismo extranjero debido a la situación con la variante ómicron, con cancelaciones de ultima hora». Solo los mercados municipales encaran la situación con cierto optimismo pues con los confinamientos han recuperado el reparto a domicilio, tras unas fiestas con unas ventas para Nochebuena como antes de la pandemia y un 15% más para Nochevieja, según Francisco Alemañ, presidente de la asociación de concesionarios.

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