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El 80% de las residencias de la provincia tienen brotes y en 15 días han fallecido diez ancianos

La variante ómicron dispara los focos de covid en geriátricos, que en menos de dos semanas han aumentado un 22% - Las asociaciones de familiares piden un aumento de plantillas, mermadas por la pandemia

Una trabajadora enfundada en un EPI atiende a un residente. | EFE

La explosión de contagios que está provocando la variante ómicron no ha dejado indemnes a las residencias de ancianos de la provincia de Alicante. Pese a que residentes y trabajadores de estos centros ya han sido vacunados con la tercera dosis, el número de brotes no deja de aumentar y ya son 78 los centros que se encuentran en esta situación en Alicante, lo que representa casi el 80% del centenar de geriátricos que hay en la provincia. La vacunación ha hecho que buena parte de los afectados tengan síntomas leves o sean asintomáticos, pero no ha evitado que de nuevo haya que hablar de hospitalizaciones de ancianos y de muertes. En los últimos 14 días han perdido la vida diez residentes de estos centros diagnosticados de coronavirus.

Uno de los últimos brotes es el declarado hace unos días y que afecta a 91 personas en la residencia de Altabix de Elche. En este brote han fallecido tres usuarios.

El aumento de contagios en residencias comenzó a notarse después de las vacaciones de Navidad. Por una parte se dispararon los contagios entre los trabajadores fruto de las actividades sociales propias de estas fechas, pero también entre los ancianos, que salieron a comer y a cenar con sus familias. Sin embargo, lejos de disminuir los casos no han hecho más que aumentar y han pasado de los 64 que había el 12 de enero a los 78 actuales, según las cifras de la Conselleria de Sanidad. Desde el departamento de Ana Barceló recuerdan que sólo un caso positivo de covid es suficiente para que se considere que una residencia de ancianos tiene un brote y se pongan en marcha todas las medidas oportunas para atajar los contagios entre los ancianos. Medidas que no se levantan hasta que no pasan 20 días desde el último contagio.

Este aumento de contagios en las residencias vuelve a provocar restricciones de salidas, visitas e incluso aislamientos de personas que no han dado positivo. Así lo denuncia la Coordinadora de Familiares y Usuarios de Residencias de la Comunidad Valenciana (Recova). «Hay residencias que ante un solo positivo, han cerrado a cal y canto, lo cual no se ajusta a la normativa actual, ya que deben atender a los diferentes sectores y cohortes para establecer la prohibición de visitas y salidas, en función de la normativa y plan de contingencia de cada centro. A los negativos no pueden vetarles las visitas y salidas», insiste esta entidad. Recova también advierte de que se están produciendo aislamientos injustificados a negativos «que están ocasionando graves trastornos psicológicos y depresiones a nuestros mayores».

Esta entidad también advierte de la falta de personal que sufren las residencias, agravada por las bajas del covid. «Ha habido residencias donde dejan a mayores con gran dependencia solos en los salones sin ninguna supervisión, produciéndose caídas muy graves. En otra de ellas, denuncian residentes válidos la existencia de una sola gerocultora para atender a 40 residentes. Ante la petición de ir al baño, les dicen que no pueden llevarles, que se orinen encima». Añade esta entidad que no se están cubriendo los turnos de enfermería «y esto es especialmente grave por la falta de cuidados sanitarios que conlleva. Ante este déficit, las auxiliares están administrando la medicación,y esto no es legal».

Por su parte, desde la patronal del sector de las residencias, Aerte, piden un cambio de protocolos, «ya que la gravedad de los brotes se ha reducido notablemente y la mayoría de afectados son asintomáticos», explica José María Toro, presidente de Aerte. Reclaman en este sentido que se elimine la prohibición de ingresar a nuevos ancianos mientras el centro esté con brote y también que se suprima la necesidad de tener un porcentaje de habitaciones libre para aislamientos en caso de que haya brotes.

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