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Ciudadanos resiste la presión: Vox sólo suma al PP para pedir que se limite el valenciano en Alicante

La oposición exige que se convoque el Consejo Social antes de aprobar el Presupuesto y el Pleno rechaza crear una comisión para el nuevo PGOU

La vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez (Cs), en un momento del pleno. JOSE NAVARRO | PILAR CORTÉS

A la tercera tampoco fue la vencida. Vox sólo logró, de nuevo, el apoyo del PP en su cruzada en contra de que Alicante sea un territorio de predominio lingüístico valenciano, una consideración de base histórica que se incluye en la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià y que ningún ejecutivo en manos del PP nunca ni siquiera amagó con modificar. La propuesta, que ya se debatió en enero y diciembre de 2020 (también con el mismo resultado), no contó con el respaldo de Ciudadanos, que se mantuvo en la abstención por segunda vez, frente al «no» que defendió en un primer momento.

Y los naranja no lo tuvieron fácil. Fueron, para empezar, el objetivo del discurso de dos colectivos educativos, habituales en los plenos de este mandato, que tomaron la palabra en dos ocasiones: una para apoyar a Vox con el objetivo de que Alicante pase a ser de predominio lingüístico castellano (que en la provincia se aplica prácticamente en exclusiva a municipios de la Vega Baja) y otra para cargar contra el Consell por la falta de medidas anticovid en los colegios. Pero Cs también fue protagonista de la intervención del portavoz de Vox, Mario Ortolá, quien se aventuró a hacer algo más que un «ruego» al grupo que encabeza la vicealcaldesa: «Es un consejo. Abandonen la equidistancia. Les recuerdo que hace un mes, en este pleno, hablaban de la imposición del catalán. Les anuncio que presentaremos esta iniciativa las veces que haga falta. Ustedes verán si se ponen de perfil».

Con todo, el concejal de Cultura, Antonio Manresa, se mantuvo en la abstención, aunque abrió una puerta a Vox... en València. «No nos van a poner en ningún bando, somos liberales. Las lenguas sirven para comunicar. Estamos en contra de la imposición. En València [en alusión a las Cortes], Vox tiene diputados que pueden presentar la propuesta. Y ahí podremos hablar. No vamos a entrar en falsos discursos extremistas. Siempre que no hagan el trabajo en València, nos abstendremos». Los populares, en su defensa de la iniciativa de los ultras, acusaron al Botànic de generar un «conflicto» con las lenguas en la Comunidad desde su llegada al Consell: «No les importan los problemas educativos, sólo imponer el valenciano. Sólo quieren enfrentar a los valencianos». Desde la izquierda coincidieron a la hora de defender las lenguas como vehículo para la unidad y de poner en valor el peso histórico del valenciano en la ciudad, recordando topónimos y, por ejemplo, la propia letra del himno de Alicante.

Los ultras no consiguieron sacar adelante la iniciativa del valenciano, como tampoco las otras dos declaraciones que registraron ante el pleno, pero permitieron a la izquierda evidenciar el escaso talante participativo del bipartito de PP y Ciudadanos. Así se vio en una propuesta de Unidas Podemos para instar al gobierno municipal a convocar el Consejo Social de la ciudad antes de la aprobación definitiva de los Presupuestos municipales de 2022 con el objetivo de «dar a conocer las cuentas y recibir su valoración mediante informe». La propuesta contó con el «no» de PP y Cs, que subrayaron que su «prioridad» es aprobar las cuentas, que van a llegar tarde (al igual que ha sucedido en los últimos siete años), ya que no estarán en vigor hasta marzo. La «pinza» de Vox y la izquierda se repitió en una iniciativa del PSOE para reclamar «un plan completo y calendarizado de reformas y mejoras urgentes de los consultorios médicos». Y ya.

Los socios del bipartito pudieron contar con el apoyo de los ultras en sus habituales iniciativas contra los gobierno central y autonómico. En esta ocasión, el Pleno, dividido en bandos ideológicos, reclamó la destitución del ministro Garzón por sus «reiterados ataques al sector ganadero», proclamó su «total rechazo a la subida de la cuota de autónomos» y exigió al Consell «que provea, con la máxima urgencia, de material de protección anticovid, pruebas PCR así como de test de antígenos a docentes, trabajadores escolares y alumnado de Alicante». A su vez, la derecha rechazó desde una iniciativa de los socialistas en contra de las campañas de acoso a las mujeres que deciden abortar hasta la creación de una comisión, a propuesta de Compromís, para «hacer un seguimiento del proceso de redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana». También hubo unidad en la derecha para aprobar el reglamento de la Carrera Profesional, que permitirá mejoras económicas para los funcionarios. Junto a los socialistas, por último, también se tumbó una iniciativa de Compromís en contra de la caza en Alicante.

Unanimidad por Balmis y por el cáncer infantil

Contadas fueron las iniciativas que salieron por unanimidad. En concreto, dos. La primera, a propuesta socialista, pretende poner en valor la figura del doctor Balmis, coincidiendo con el 220 aniversario de la Expedición Filantrópica de la vacuna de la viruela. La declaración contó con la defensa del profesor José Vicente Tuells, a quien en un principio no se le dejó participar pese a ser un experto de reconocido prestigio y a registrarse la petición en tiempo y forma. También salió con el «sí» unánime otra propuesta socialista para organizar un acto institucional de apoyo por el Día Internacional contra el Cáncer Infantil. Sanguino fue el encargado de defender el texto, entre el aplauso general de la Corporación por su emotivas palabras.

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