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Tricornios en el aire en Alicante

Un avión de vigilancia marítima de la Guardia Civil usa por vez primera la ciudad como base para la operación de la Agencia Europea Frontex contra el tráfico ilegal de personas y el narcotráfico

A la izquierda, tres miembros de la tripulación del avión; a la derecha, el comandante Sergio Marín con la subdelegada del Gobierno y el jefe de la Guardia Civil de Alicante. | ALEX DOMÍNGUEZ

La aeronave «Beechcraft King Air 350 i» del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, un moderno aparato que está operativo desde principios de 2021 en la Benemérita, despegó ayer del aeropuerto de Alicante-Elche para regresar a su base en Torrejón después de haber estado durante los dos últimos meses en las instalaciones aeroportuarias alicantinas para participar en la «Operación Indalo». Esta operación es una de las tres que financia la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) en el Mediterráneo y en ella participan medios de diferentes países con la finalidad de rescatar a inmigrantes en peligro y combatir el tráfico ilícito de personas en pateras y el crimen transfronterizo en general, especialmente el narcotráfico.

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, y el coronel jefe de la Guardia Civil, José Hernández Mosquera, acudieron a despedir a la tripulación de esta moderna aeronave, encuentro al que también se sumó la directora del aeropuerto, Laura Navarro. El comandante Sergio Marín, al mando de la aeronave, les explicó las capacidades de este avión de vigilancia marítima, cuya labor es complementaria a la que realizan los helicópteros del Instituto Armado y sirve de apoyo a todas las unidades del Cuerpo.

Durante estos dos meses de servicio de vigilancia marítima, la tripulación de este avión de la Guardia Civil ha avistado pateras y ha transmitido la información para proceder al rescate de las personas que iban a bordo. Asimismo, en una ocasión detectaron 17 narcolanchas que navegaban a gran velocidad a unas veinte millas de la costa de Cartagena.

Cada día de servicio el avión ha cubierto la vigilancia de unas 800 millas náuticas cuadradas entre Alicante y el Estrecho.

La «Beechcraft King Air 350 i» es una aeronave ligera de ala fija. Según la Guardia Civil, es un avión ligero presurizado, bimotor y turbohélice. Está equipado para volar «en condiciones diurnas, nocturnas y de engelamiento, un fenómeno consistente en la congelación del agua al impactar con el avión, que puede ser muy peligroso, y para el que no todas las aeronaves están preparadas».

El coronel José Hernández Mosquera escucha las explicaciones de la tripulación del avión. | ALEX DOMÍNGUEZ

Tiene una autonomía de entre cuatro y cinco horas de vuelo y dispone de todos los elementos de vigilancia necesarios para llevar a cabo sus misiones específicas.

Patrullan desde el aire a unos 4.500 pies de altura y cuenta con un radar con el que los operadores son capaces de detectar si una traza que aparece a 20 millas náuticas de distancia puede ser una patera o una narcolancha.

Estos objetivos son grabados con las cámaras optrónicas de largo alcance. De esta forma, pueden grabar una narcolancha o una patera a unas diez millas de distancia sin ser detectados y «vigilar de forma discreta un objetivo», según el comandante Marín.

La pericia de los guardias civiles de la tripulación de esta aeronave también es fundamental a la hora de analizar los datos que les aporta el radar para avistar los posibles objetivos. «El corazón del avión de vigilancia es el radar», explica un agente del Grupo de Aviones del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, quien precisa que también usan infrarrojos que les permiten detectar por las noches el contraste del motor y a las personas que viajan en embarcaciones.

El comandante Sergio Marín considera un acierto la elección de Alicante como base del avión durante la «Operación Indalo», ya que es «un punto neurálgico» desde el que se puede controlar el sur de la península y el sur de Baleares, además de la ventaja de ser un aeropuerto que está abierto las 24 horas. «Nosotros no solo hacemos misiones programadas, sino que atendemos alertas de cualquier incidencia en la zona de la operación, desde el sur de Mallorca hasta el Estrecho», según el comandante, quien destaca que no solo realizan un servicio coercitivo, sino también humanitario.

Tricornios en el aire

De hecho, entre 2015 y 2021 se ha salvado la vida a más de medio millón de personas en las operaciones de Frontex en todo el Mediterráneo, de las cuales 102.847 corresponden a rescates en la «Operación Indalo», según el Consejo de la Unión Europea.

El coronel Hernández Mosquera destaca la capacidad integral de la Guardia Civil al contar con medios terrestres, marítimos y aéreos para dar una respuesta ante cualquier emergencia, ya sea por una acción humanitaria o ilícita.

Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Alicante resalta el servicio que realiza esta aeronave, ya que «no se les ve pero hacen un trabajo extraordinario».

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