“Creo firmemente que necesitamos tomar conciencia de que el futuro pasa por ser más respetuosos con nuestro medio ambiente urbano, contaminando menos y necesitando menos energía.”
Ya hace unos cuantos años que la eficiencia energética de nuestros edificios forma parte clave en la construcción y mantenimiento de los mismos, así como punto importante a la hora de su valoración y venta. Temas como el cambio de las clásicas bombillas incandescentes o neón por luces con tecnología LED en todos nuestros hogares, son uno de los inputs más visibles de lo que está significando este giro, este cambio de mentalidad que nos atañe a todos por igual. La eficiencia energética es una responsabilidad que debemos asumir todos para ayudar a frenar el calentamiento global y consecuentemente, mejorar nuestra calidad de vida presente y futura.
Todas las Administraciones, tanto europeas, como el gobierno de España y gobiernos autonómicos, han puesto en marcha políticas para mejorar la eficiencia energética de nuestros edificios. Y es en este momento, cuando desde Europa se está lanzando una campaña sin precedentes para frenar el excesivo consumo energético, con una serie de ayudas para la rehabilitación y mantenimiento de edificios que no cumplan con los estándares mínimos de ahorro energético.
Esto, en la práctica, significa un amplio abanico de actuaciones como el aislamiento en las fachadas mediante SATE, optimización de las calefacciones y aires acondicionados, ascensores mucho más eficientes (no solo en su maquinaria sino también en su iluminación) o la instalación de paneles fotovoltaicos y paneles solares térmicos en las cubiertas para reducir, no únicamente costos, sino depender menos de la red eléctrica convencional basada, en buena medida en el consumo de combustibles gravosos para el medio ambiente.
Según la empresa auditora Deloitte en su informe “Ciudades energéticamente sostenibles: la transición energética urbana a 2030”, el sector residencial es el responsable de, aproximadamente, el 30% de las emisiones directas. Y se estima que prácticamente 2/3 de las viviendas en España, requerirían algún tipo de rehabilitación de cara a la mejora en cuanto a ahorro de energía. Esto nos da una idea aproximada de cuánto trabajo hay por hacer en este sentido.
Europa, como hemos comentado, ha lanzado los fondos europeos NEXT GENERATION para la Recuperación y Resiliencia, y ayudas a la Recuperación para la Cohesión de Territorios de Europa. Esto significa para España 140.000 millones de euros entre 2021 y 2026. Concretamente, para el Plan de Rehabilitación de Viviendas y Regeneración urbana, se destinan 6.820 millones de euros.
Estos fondos tienen como objetivos: la lucha contra la pobreza energética, la mejora de la calidad de vida en las viviendas y la descarbonización de la calefacción y la refrigeración. Hay que decir, no obstante, que éstas ayudas están condicionadas a la consecución de unos objetivos mínimos, por lo tanto, será una oportunidad si sabemos aprovecharla.
En el caso de la Comunitat Valenciana, una de las ayudas vigentes actualmente es la del 25 de octubre de 2021 donde el DCOV publicó la RESOLUCIÓN de 14 de octubre de 2021, de la Consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, por la que se convocan de forma anticipada, para el año 2022, ayudas dentro del programa de incentivos 4, “Realización de instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable, en el sector residencial, las administraciones públicas, y el tercer sector con o sin almacenamiento”, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, por la que se procedió a convocarlas, y el día 11 de enero se abrió el plazo de presentación de solicitudes que finaliza el 31 de diciembre de 2023.
Desde el ámbito de la administración de fincas y desde nuestros colegiados, todo lo expuesto va a suponer un nuevo reto. Socialmente, hemos tenido que afrontar crisis económicas o crisis sanitarias como la actual, pero tengo que decir que los administradores colegiados siempre lo hemos hecho con vocación de servicio social, poniéndonos a disposición de las Administraciones públicas y por supuesto, de nuestras comunidades de vecinos.
Todas estas ayudas, su gestión y su implantación, en su caso, van a representar un trabajo extra para todos, ciudadanía y profesionales de la administración de fincas, pero sin duda darán un valor añadido a nuestros hogares. Creo firmemente que necesitamos tomar conciencia de que el futuro pasa por ser más respetuosos con nuestro medio ambiente urbano, contaminando menos y necesitando menos energía. Y creo que, si somos capaces de afrontar estos retos, esta responsabilidad, nuestra sociedad saldrá fortalecida con estas actuaciones.
Desde el Colegio de Administradores de Fincas de Alicante y provincia (COAFA) estamos formando a nuestros colegiados para que dispongan de la información necesaria para poder afrontar estos desafíos con solvencia y profesionalidad. Para materializar todas estas ayudas en nuestras comunidades hace falta contar con numerosos profesionales y la coordinación de todos. Hacen falta auditorias, empresas de rehabilitación, empresas comercializadoras de energía, etc. Y, por supuesto, la gestión eficaz de las subvenciones que Conselleria pondrá a nuestra disposición.
De la que, dicho sea de paso, estamos teniendo una colaboración muy estrecha a nivel de reuniones de trabajo con el propio conseller de Vivienda Héctor Illueca y numerosos técnicos de la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, así como con técnicos de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
Sin duda, un importante reto para nuestra sociedad. Nosotros, desde COAFA, ya nos hemos puesto al servicio de los poderes públicos, así como de nuestros administrados, poniendo todo el conocimiento y toda la experiencia de nuestros casi 600 colegiados en toda la provincia de Alicante.
