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La Policía mantiene que Ripoll retrasó a propósito el plan Zonal para que Ortiz compensara a Fenoll

El responsable de la investigación afirma que el expresidente de la Diputación estaba al tanto de todos los amaños y que Rafael Gregory canalizaba las órdenes del expolítico a los empresarios

Los acusados en el proceso del plan Zonal. Al fondo, Ripoll, los Fenoll, Ortiz y Lorente. Gregory, en la segunda fila con la cabeza agachada. | ANTONIO AMORÓS

El plan Zonal de la Vega Baja, un proyecto que contemplaba la construcción de un macro vertedero para tratar las basuras de 27 poblaciones y que fue adjudicado en enero de 2008 a la Ute Cespa-Ortiz, se retrasó intencionadamente por el interés del entonces presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, en que Ortiz compensara al empresario de Orihuela Ángel Fenoll, hombre muy próximo al PP y quien también había optado a esa contrata, pero que al final se quedó fuera del negocio de los residuos. Unas gestiones que le habrían reportado al expolítico popular una mordida de un millón de euros, o su contravalor en dos pisos, algo que la investigación no ha podido probar.

Así lo explicó este martes ante el tribunal que juzga estos hechos el inspector del grupo de Delincuencia Económica y Blanqueo de capitales de la Comisaría de Alicante, responsable de la investigación de las supuestas irregularidades en la tramitación de la macro planta de residuos que hoy, doce años después, sigue sin existir. Una comparecencia que ocupó toda la mañana y que está previsto que concluya este miércoles con el interrogatorio de las defensas que ayer no pudieron hacerlo, entre ellas la de Ortiz.

A preguntas de la acusación pública el funcionario explicó que, tras adjudicarse el plan Zonal a la propuesta más valorada, Ripoll comenzó a presionar a Ortiz para que comprara a Fenoll una finca ubicada en la pedanía de Torremendo, «quien realizó ese gasto sin tener asegurada la contrata, que finalmente no obtuvo, y cuando el empresario de Alicante no tenía necesidad de adquirir nada ahí porque su propuesta elegida estaba en Albatera», concretó.

Como prueba de la trama de cuya existencia no tienen dudas ni los investigadores y ni la Fiscalía Anticorrupción, el agente destacó que, después de decantarse el consorcio por Albatera, impusiera la ubicación en Torremendo. Una información que la exalcaldesa de Orihuela Mónica Lorente tenía que conocer cuando, al día siguiente de la adjudicación, hizo unas declaraciones diciendo que la macroplanta iría en realidad a la pedanía oriolana en vez de a Albatera. «Le traicionó lo que ella sabía de este tema», puntualizó.

Para hacer llegar las presiones a Ortiz, el inspector relató que Ripoll recurrió al empresario Rafael Gregory, también acusado como todos los anteriores, «quien era el nexo entre los intereses de Ripoll, Ortiz y Fenoll y canalizaba las órdenes del expolítico», concretó.

Ambos, el entonces presidente provincial del PP y Gregory, llegaron a reunirse en una gasolinera tras lo que este último le comunica a Fenoll que la solución transitoria «se quedaba en el aire». Algo que los investigadores interpretan como una vuelta de tuerca más en la presión ejercida sobre Ortiz a quien esa solución provisional, hasta tener lista la definitiva, le hubiera generado unos ingresos que así dejaba de percibir mientras Fenoll seguía haciendo caja con la gestión de las basuras en tanto entrara en funcionamiento el macro vertedero.

La situación se hizo tan insostenible para los adjudicatarios que Ortiz llegó a decir «pues pagamos un millón y ya está», según el inspector, que fija esta cantidad como la que se habría embolsado Ripoll. Era el dinero o dos pisos de una promoción en el centro de Alicante vinculada al padre de Gregory. Ni de lo uno ni de lo otro se ha encontrado rastro. «Aunque el hecho de que no se compraran las viviendas no significa que no estuvieran destinadas para él», respondió el agente a preguntas de una defensa.

El investigador aseveró que Ripoll tenía conocimiento puntual de todos los tejemanejes y que en las conversaciones interceptadas no se observaba interés alguno en poner en marcha la planta.

La declaración del agente también abarcó los «acercamientos» de Ortiz a Ripoll en escenarios como la Feria de Abril de Sevilla o las Baleares, donde los Ripoll y los Gregory estuvieron a bordo de yates del empresario, quien indicaba a su mujer, en alusión a sus invitados, «que no les falta de nada», y donde hablaban de «ir en aviones por separado para que no les vieran juntos».

La presión del también exvicepresidente del Consell sobre Ortiz habría cejado tras el fiasco de la compra por parte de Fenoll de un canal de tv en que el Ripoll tenía interés.

El nombre del exdiputado socialista Antonio Amorós también salió relucir por sus encuentros con Fenoll, fotografiados por los investigadores, y el papel que podría haber jugado en su partido en relación al proyecto.

Las pesquisas «Las intervenciones no eran la única fuente de información»



Buena parte del arranque de su comparecencia lo dedicó el responsable de la investigación de caso Brugal, del que se desgajó la pieza del plan Zonal, a relatar la operativa de una instrucción «en la que se daba cuenta al juez de todo lo que se actuaba». A preguntas del fiscal Pablo Romero, el inspector explicó que las intervenciones telefónicas no eran las únicas fuentes de información con que contaban y que estas se completaban con seguimientos». «Es un compendio de todo», resumió a una de las defensas. Al igual que hicieron otros agentes en la sesión anterior, incidió también en la imposibilidad de alterar el contenido de las intervenciones obtenidas a través del sistema Sitel, de las que dijo que de este caso se había escuchado «la práctica totalidad».

Ripoll: «O pagan o me cago en su puta madre»

Los investigadores sostienen que dos pisos de una promoción del centro de Alicante podrían ser el pago al expresidente de la Diputación José Joaquín Ripoll por sus gestiones en los presuntos amaños del Plan Zonal. En esta llamada con Rafael Gregory el 6 de noviembre de 2007 se habla de estas viviendas.

Rafael Gregory: Oye, vamos a ver. Me hace falta que me digas las letras de los pisos que queréis. 

José Joaquín Ripoll: Espérate que te lo mire y te lo digo. 

G.: Míralo y me lo dices. 

R: Espérate, que lo tengo aquí al lado.

G.: Porque habían varios quintos, ¿no?.

R.: Sí. Yo creo que eran, a ver. 

G.: Eran dos que eran de distinto ascensor, creo, ¿no?. 

R.: Sí, eran dos que eran de distinto acceso, que eran el D y el E. 

G.: El D y el E, ¿no?. 

R.: El D y el E, sí. 

G.: Vale. El cinco D y cinco E. 

R.: Cinco D y cinco E. D, de dedo y E, de España.

G.: Muy bien. Venga, pues yo te los dejo guardados.

En otra conversación el 23 de diciembre de 2008, con Gregory, después de que Ortiz accediera al acuerdo con Fenoll para la ubicación del vertedero, Ripoll se felicita por el resultado de la resolución acordada, exigiendo el pago a unas terceras personas de un modo «peculiar» para la Policía.

 R.: Gregorio

G.: Ripoll

R.: Al cien por cien, ¿eh?

G.: Al cien por cien, todo perfecto (...).

R.: O pagan o me cago en su puta madre (...) Eh, porque estoy hasta los cojones ya de los valencianos y de los aaaaa... aarreglados de.... eh...

G.: A tomar por culo.

R.: Y a tomar por culo , ¿vale?

G.: A tomar por culo.

R.: Y a tomar por culo.

G.: Y además...

R.: Oye, ¿dónde... dónde vas a estar?

G.: ¿Dónde estoy?, mira... estoy yendo a mi casa ahora.

R.: Pues estamos... dentro de una horita en el Cantó, vente para acá, vente para acá, vente para... Antonio, vente para ...

G.: Venga, pues ahora hablo con Marina a ver si le apetece.

Gregory a Fenoll: «Ya me dijeron que Amorós quiere tocar más billetes»

Esta conversación tiene lugar el 5 de mayo de 2007 entre Ángel Fenoll y Rafael Gregory y para la Policía evidenciaría cómo el empresario de la Vega Baja usaba al entonces portavoz socialista en la Diputación, Antonio Amorós. 

Ángel Fenoll: Y estuvimos hablando allí, no… y estaba muy duro, bueno durico…

Rafael Gregory: Si, si… que quería el tío tocar mas billetes, ya me lo contó el otro día Ángel, no. Y yo lo que pienso es que este se ve con posibilidades de que le toque a él la lotería.

A.F.: Y entonces… pero al final en la noche, me llamó a mi casa… te lo ha comentado Antonio Ángel, no?

R.G.: Si me ha comentado que te había llamado y que al final no…

A.F.: Si al final dijo que el miércoles era el pleno, sabes (...) Sabes lo que ha dicho… eso ha sido el alcalde de Albatera…

R. G.: Pero el alcalde de Albatera dice… hay un párrafo que dice que su partido no va a apoyar el tema para que se haga antes de las elecciones, bueno, pues que no lo apoye… Claro al final tendrá que apoyarlo coño…

A. F.: Eso que no apoye… más despacio… sabes lo que te digo… 

Fenoll: «Los limones están baratos, están cayéndose al suelo»

La Policía mantiene que en las llamadas entre Rafael Gregory y Ángel Fenoll se expresan en clave, hablando de limones para referirse a los pisos para el entonces presidente de Diputación, como esta conversación del 22 de diciembre de 2008. 

Ángel Fenoll: ¿Ha firmado ya o no? 

Rafael Gregory: Vamos a ver, le he dicho, he dicho lo siguiente, ¿no?, oye, que hoy cambian lo de los limoneros, ¿eh?, y los limones los recogerán cuando paguen, después de Navidad.

A.F.: Si, o…sí, un tema solo, un punto 

R.G.: Exactamente, el cambio de los limones

A.F.: Vale, vale, vale, y ya está.

R.G.: Y los limones los recogerán cuando paguen. 

A.F.: Exactamente, si no pagan los limones nada, ni un punto, ¿eh?, nada, nada. (...) 

R.G.: Es así seguro 

A.F.: Que los limones están colgados

R.G.: No, no y además es que no los recoge que no le dejo yo recogerlo, ¡coño! (...) Y si mañana firma, y si mañana firma pues oye, ya… recogerá los limones después. 

A.F.: Claro, ¿sabes?, se le puede dar más plazo (...) ¿Sabes?, están baratos, están cayéndose al suelo.

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