El Patronato Municipal de Turismo de Alicante presentó este miércoles los nuevos puestos de socorrismo que se instalarán en la playa de San Juan, inspirados en los que hay en los arenales de Miami, con el objetivo de convertir estas casetas de los vigilantes en unos iconos turísticos.

El ente autónomo del Ayuntamiento de Alicante informó de que estas instalaciones han sido diseñadas por el artista villenero Antonyo Marest y se prevén extender al resto de playas de la ciudad durante los próximos años para unificar la imagen.

Las dos primeras casetas, que se espera que estén en funcionamiento este próximo verano, cuentan con un presupuesto de unos 100.000 euros, que incluye, según el patronato, el mantenimiento de la infraestructura, además de la construcción y su diseño. A razón de 50.000 euros por caseta.

Desde agosto de 2018 y hasta enero de 2020, el gobierno de la ciudad de Miami Beach ha venido subastando sus clásicas e icónicas casetas de salvavidas, ya que han ido siendo sustituidas por otras nuevas. Al cierre de la puja, las ofertas para hacerse con estas emblemáticas casetas oscilaban entre los 100 euros y los 885 euros. En otras subastas anteriores llegaron a venderse por un máximo de 2.650 euros, según The Miami Herald.

Madera resistente en Alicante, aluminio en Miami Beach

Una caseta de Miami Beach junto a una imagen virtual de una de las que tendrá Alicante

Los nuevos puestos de socorrismo para las playas de Alicante se confeccionarán con madera y constan de una base, una caseta y una escalera de acceso. El ingeniero técnico municipal de Obras Públicas Fernando Ochando, que ha participado en el proyecto, ha explicado que la madera está tratada para ser resistente al ambiente marino y que cada caseta ocupará 25 metros cuadrados sobre la arena.

Precisamente el material de construcción fue el motivo por el cual el ayuntamiento de Miami Beach decidió reemplazar sus casetas de madera, que databan de los años 80 y estaban erosionadas por el aire salino y el clima. La mayoría de estas estructuras fueron diseñadas por el arquitecto William Lane tres años después del arrasador paso del huracán Andrew. Se inspiró en el art decó y las formas pop de los años 50 y 60, pero también en series de dibujos animados como Los Supersónicos o Los Picapiedra.

Las nuevas instalaciones se fabricaron de aluminio y con cristales a prueba de impactos.