El 31 de enero de 2022 se cumplirán dos años desde que el Centro Nacional de Microbiología confirmó el primer caso positivo por coronavirus en España. Mucho tiempo se lleva hablando ya sobre el fin de la pandemia, pero lo cierto es que nadie es capaz de garantizar a fecha de hoy si Ómicron será la última de las variantes covid que conoceremos, mientras la presión hospitalaria continua.

El abogado Juan Antonio Botella Cuvertoret, socio responsable del Área Mercantil del despacho Devesa & Calvo Abogados -con sede en la Casa Carbonell de la Explanada de Alicante-, e incorporado a la firma al inicio de este año, relata cómo esta pandemia ha aumentado de manera considerable la cantidad de empresarios que han optado finalmente por planificar la sucesión en la empresa familiar para garantizar su continuidad y optimizar su impacto fiscal.

¿Es cierto que se está produciendo un «boom» en las planificaciones de sucesiones en la empresa familiar?

Totalmente. La actual pandemia ha incrementado de forma exponencial el número de empresarios que se han decidido finalmente por acometer la siempre difícil tarea de planificar la sucesión de sus negocios familiares, pese a ser conocedores de su dificultad tanto en el plano profesional como en el plano personal.

Hay que tener presente que muchos propietarios de empresas familiares son ya personas con más de 60 años que, por su edad o por las diferentes patologías que pueden tener, son más vulnerables a enfermedades como el covid-19. También, las sociedades participadas por socios o gobernadas por administradores de diferentes edades se han planteado en estos tiempos qué sucedería con la gobernanza o la administración de su compañía si cualquiera de ellos faltara de un día para otro o en un corto periodo de tiempo.

Juan Antonio Botella Cuvertoret, se ha incorporado a la firma Devesa & Calvo al inicio de este año. PILAR CORTES

¿Por qué la planificación sucesoria es un asunto tan delicado y de difícil acometido para los empresarios?

Cada empresa y cada familia tiene una situación particular diferente al resto. Por ello, los motivos que en muchas ocasiones retrasan o impiden la correcta planificación sucesoria pueden ser varios. A título de ejemplo, entre los motivos que más nos encontramos los despachos asesorando a nuestros clientes en estos procesos, destacarían: la resistencia a delegar sus funciones o incluso a retirarse de los familiares en el poder, especialmente cuando se es propietario único y gerente de la empresa; las diferentes tensiones que se pueden producir en el ámbito interno de la familia en función de los cargos y roles que adquiera en la empresa cada miembro de la familia, lo que se agrava considerablemente cuando va aumentando el número de miembros en la familia en posteriores generaciones; las rivalidades que se pueden producir en empresas con mayor tamaño en las que existen diferentes grupos accionariales; la confusión en muchos casos del patrimonio familiar y el patrimonio de la empresa.

¿Existen instrumentos y herramientas que ayuden a los empresarios a garantizar la continuidad de la empresa familiar?

Por supuesto. El Protocolo Familiar (también denominado «Estatuto Familiar» o «Acuerdos de Familia») es el instrumento que por excelencia escogen los empresarios para regular los diferentes pactos o códigos de conducta que suscriben los miembros del grupo familiar para garantizar la permanencia en el tiempo de la empresa.

En tal sentido, el Real Decreto 171/2007, de 9 de febrero, recoge una definición bastante acertada de lo que puede entenderse por un Protocolo Familiar, considerando como tal «aquel conjunto de pactos suscritos por los socios entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares que afectan una sociedad no cotizada, en la que tengan un interés común en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones para regular las relaciones entre familia, propiedad y empresa que afectan a la entidad».

¿Qué aspectos pueden regularse en un Protocolo Familiar?

Como se ha expuesto, cada empresa y familia es diferente y tiene sus particularidades, por lo que el Protocolo Familiar debe desarrollarse como un traje hecho a medida para cada familia y empresa. No obstante, las siguientes materias suelen ser comunes en la mayoría de ellos: diseño de un plan de sucesión de la familia en coordinación con la estrategia empresarial; determinación de los valores de la familia y de la empresa; criterios y requisitos para la incorporación de familiares a los órganos de gobierno de la empresa; designación de un Consejo de Familia compuesto exclusivamente por miembros de la familia, y como complemento a los órganos sociales de la sociedad; medidas para la resolución de conflictos; estrategias de profesionalización de la compañía con la contratación de profesionales independientes ajenos a la familia; determinación de la política de financiación de la compañía y de la política de reparto de dividendos; etc.

Juan Antonio Botella Cuvertoret. Socio responsable del Área Mercantil del despacho Devesa & Calvo Abogados. PILAR CORTES

¿Es pues el Protocolo Familiar la única herramienta recomendada para una correcta planificación sucesoria?

En absoluto. Para la correcta ejecución del Protocolo Familiar y en aras a alcanzar la finalidad y objetivos implantados en el mismo, se recomienda que el mismo sea complementado con, entre otros, el otorgamiento de los testamentos de todos los miembros de la familia, el otorgamiento (cuando proceda) de poderes generales en la compañía, el otorgamiento de capitulaciones matrimoniales para determinar el régimen económico aplicable (separación de bienes o sociedad de gananciales), entre otros documentos accesorios. Por último, y no por ello menos importante, debe revisarse la incidencia fiscal de los distintos escenarios de continuidad y diseño del plan de sucesión que se decida finalmente establecer en cada empresa o grupo de empresas. Por ello, en Devesa y Calvo Abogados, coordinamos siempre con el Departamento Fiscal de la firma dirigido por José María García Guirao.

Para concluir me gustaría resaltar que nuestra tierra está plagada de empresas que surgieron de la nada y hoy en día son un referente en su sector. Sin duda, el mérito principal de esta exitosa travesía hay que atribuirlo a un buen número de emprendedores que, en la mayor parte de los casos, arriesgaron su futuro y su patrimonio apostando por el éxito de su empresa. Esa gran labor solo se verá culminada cuando esos exitosos emprendedores planifiquen y establezcan los pactos familiares y resto de actuaciones necesarias para garantizar la continuidad y la paz en la empresa a partir del momento en que ellos, preferiblemente de forma gradual y ordenada, decidan ir traspasando las funciones de dirección y/o la propiedad de la empresa familiar a las nuevas generaciones, a las que sin duda ya ha estado preparando.

Esa será, sin duda, la tarea que complete su papel como emprendedor y empresario de éxito.

Devesa y Calvo Abogados

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