El obispo José Ignacio Munilla ha confirmado su nuevo cargo en la diócesis Orihuela-Alicante en la concatedral de San Nicolás. Una multitud de feligreses se ha acercado a recibir al nuevo prelado y ha recibido la primera homilía por su parte ante una concatedral llena, en la que decenas de personas han tenido que estar de pie al fondo del templo y en las galerías.
Munilla ha comenzado la misa agradeciendo la labor de su antecesor, Jesús Murgui, que solicitó la jubilación al cumplir los 75 años, y ha destacado que no comienza un nuevo camino sino que se sube "a un tren en marcha". La pasada semana, Munilla declaró que la diócesis Orihuela-Alicante era "potente" y estaba "bien orientada". El ya exobispo donostiarra ha advertido a los asistentes que los actuales son "tiempos de increencia" que hacen que la sociedad esté "desvinculada" de la Iglesia y les ha invitado a acompañarle en la "necesidad de evangelizar" a la diócesis de un territorio de más de 1,6 millones de personas.
El obispo ha continuado su discurso remarcando que "no hay dignidad mayor que la creencia", y ha hecho hincapié en unos versos del Evangelio en los que se señala que los "bienaventurados" son aquellos que tienen "preocupaciones" y los "malaventurados", como ha testimoniado, aquellos que "no tienen hambre y se conforman con lo que ya tienen".
Estas palabras suceden a la polémica de esta semana, cuando el obispo afirmó que "se acercan tiempos de persecución hacia la Iglesia, en la medida en que nos resistamos a la imposición del pensamiento único dominante". Munilla añadió entonces que "todo aquel que denuncie con vigor la actual agenda antinatalista y antifamilia va a ser atacado por tierra, mar y aire". Junto a estas declaraciones, pronunciadas en una entrevista enviada por la Delegación de Medios de la Diócesis, el obispo donostiarra no hizo ninguna referencia a los casos de pederastia en el seno de la Iglesia, pese a su polémico tuit en el que cuestionó que en España haya interés por investigar los abusos a menores que no tengan que ver con el clero.
El obispo se ha ganado una polémica fama por sus diferentes declaraciones, en las que ha llegado a dar la "receta" para prevenir la homosexualidad, afirmando que las personas gais son más promiscuas e incapaces de controlar sus impulsos, y que por eso la Iglesia les niega el sacerdocio.
Una vez confirmado su cargo, del que tomó posesión ayer en Orihuela, Munilla se ha mostrado más moderado: ha afirmado que destinará sus primeros días en el cargo "a la vida contemplativa". El nuevo obispo de Orihuela-Alicante se ha mostrado agradecido a todos los fieles que han acudido a la confirmación de su cargo en Alicante por la dificultad que supone hacerlo "con la que está cayendo". Durante la eucaristía, se han realizado también oraciones por el conflicto de Ucrania y por las víctimas de la pandemia.
Representantes del bipartito y de Vox
Munilla ha sido recibido por el deán de la concatedral, Ramón Egío, y por diversos representantes públicos, entre los que se encontraba el alcalde de Alicante, Luis Barcala, junto a otros miembros del bipartito y de Vox. También han asistido representantes de las Hogueras, entre las que se encontraba la Bellea del Foc, de la Semana Santa y de otras asociaciones locales.
Al igual que sucedió en la tarde del sábado en Orihuela, los miembros de la oposición no han querido estar presentes en el acto por las polémicas palabras del obispo Munilla hacia el feminismo y la homosexualidad en el pasado. La única excepción ha sido el concejal del PSOE Manuel Martínez. En su toma de posesión en la capital de la Vega Baja, el obispo hizo hincapié en la "libertad de expresión contra el pensamiento único de lo políticamente correcto". Sin embargo, en Alicante, Munilla ha evitado la polémica y ha apelado al equilibrio entre los logros y las desgracias. Sí ha matizado que "nos están robando nuestra alma cristiana y no nos damos cuenta". Unas palabras en consonancia con el mensaje que ha mantenido durante toda la celebración, en la que la "evangelización" ha sido el punto central.
El nuevo obispo alicantino ha invitado a los fieles a que se pregunten individualmente cómo pueden mejorar su fe cristiana y a que interpreten los evangelios según sus propias circunstancias. Ya la semana pasada, Munilla afirmó que la mejor manera de acercar a los "alejados" es "elevar la calidad de los cercanos". El obispo animó a los creyentes a que se tomen "más en serio la llamada a nuestra santidad". Un mensaje que ha recalcado de nuevo en sus primeras palabras en Alicante, en las que ha alentado a los asistentes a que "no se den por satisfechos" en su trabajo como cristianos.
Antes de la entrada al templo, el grupo de danza "Postiguet" ha recibido al nuevo obispo, que llegó en coche oficial, con danzas y bailes tradicionales propios de las comarcas centrales de València. Una vez en el templo, el deán Ramón Egía ha acompañado al obispo Munilla al camarín de la Virgen del Remedio para orar ante la patrona de la ciudad. Las menciones a los patrones de la ciudad, la Virgen del Remedio y san Nicolás, han estado presentes durante toda la celebración.
