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La provincia tiembla... cada vez más

Alicante registró el año pasado 74 seísmos de intensidad superior a 1,5 grados en la escala Ritcher, seis más que en 2020

pedro jáuregui, departamento de ciencias de la tierra de la universidad de alicante. terremoto registrado el domingo 24/03/2019. escala 4El profesor Pedro Jauregui, durante su etapa en el departamento de Ciencias de la Tierra de la UA, comprobando el sismógrafo en marzo de 2019. RAFA ARJONES

La Comunidad Valenciana es una zona de peligrosidad sísmica en su conjunto. Pero la Vega Baja y la falla que existe entre los límites de Alicante y Valencia son las áreas más peligrosas. En 2021 se registraron 74 temblores de tierra de más de 1,5 grados en la escala Richter en la provincia de Alicante y en 2020 fueron 68. Los expertos advierten de que se producirá un gran terremoto. Pero la predicción es a 475 años.

La Universidad de Alicante dispone de tres sismógrafos en diferentes puntos de la provincia. INFORMACIÓN

La tierra no deja de temblar en la provincia de Alicante pero en la mayoría de las ocasiones no lo percibimos por su baja intensidad. El Instituto Geográfico Nacional registró en 2021 en el territorio alicantino un total de 74 movimientos sísmicos de entre 1,5 y 3,8 grados de magnitud en la escala Richter. Por tanto, por término medio, se produce un terremoto cada cinco días. Las comarcas de l’Alacantí y la Vega Baja, con 13 y 12 seísmos respectivamente, fueron las más activas mientras el Baix Vinalopó con 1, la Marina Alta con 3 y la Marina Baixa con 4, fueron las menos afectadas. En el resto de las comarcas la sismicidad se tradujo en 10 seísmos en el Medio Vinalopó, 8 en l’Alcoià, 6 en el Alto Vinalopó y 5 en El Comtat.

Los estudios sitúan en la comarca de la Vega Baja y el límite con Valencia las zonas de mayor peligrosidad de actividad sísmica en la provincia de Alicante

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Mapa de peligrosidad sísmica en España. INFORMACION

En el año anterior, en 2020, se registraron 68 terremotos de más de 1,5 grados en la escala Richter, seis menos que en 2021. De todos ellos destacó por su mayor magnitud el que se registro el 27 de junio al noreste del casco urbano de San Miguel de Salinas, de 3,1 grados. Pero la mayor actividad sísmica en 2020 se centró en Santa Pola con 7 seísmos, San Miguel de Salinas y Benifallim con 6 cada uno; Torrevieja con 5; Pinoso-Algueña con 4; Agost con 3; y con 2 seísmos cada uno Crevillent, Aspe, Relleu, Los Montesinos y Monóvar.

En el mar y en la tierra

En 2021 la costa alicantina, desde Pilar de la Horadada hasta El Campello, fue la zona de la provincia más activas con 12 seísmos. Todos se produjeron a más de 1 kilometro del litoral, destacando el mayor de ellos -3,8 grados de magnitud- que tuvo lugar el 30 de agosto. Ese día se produjeron otros tres más en un intervalo de dos horas, localizándose frente al litoral comprendido entre Torrevieja y Santa Pola. En la tierra los términos de Agost y de Torrevieja son los que más seísmos han tenido a lo largo de 2021 con 6 movimientos sísmicos cada uno. Les siguen Los Montesinos y Benifallim con 4; Ibi con 3 y Mutxamel, Hondón de los Frailes, Pinoso, Petrer y Cañada con 2 seísmos cada uno. El resto de municipios que solo han registrado un seísmo son San Miguel y Benejúzar; Elche; Alfafara, Quatretondeta, Benilloba, Alcoleja y Famorca; Monóvar, Hondón de las Nieves, Monforte y Algueña; Vall d’Alcalà, Xàbia y Murla; Tàrbena, Bolulla y Sella; Campello, Aigües, Torremanzas, Busot y Alicante; Onil, Salinas, Beneixama, Biar, y Villena.

Vista panorámica de la sierra del Cid, una zona de gran actividad sísmica en la provincia. ÁXEL ÁLVAREZ

La provincia de Alicante destaca por su considerable actividad sísmica. La presencia de la falla de Crevillent o falla del Bajo Segura es la mayor responsable de la actividad sísmica alicantina, produciendo terremotos de pequeña magnitud. En España desde el año 1997, según los datos que maneja el Instituto Geográfico Nacional, se han registrado un total de 12 movimientos sísmicos importantes, de los que cuatro se han localizado en las provincias de Alicante y Murcia.

El 15 de agosto de 2003 un terremoto mató a dos personas en Petrer, uno de los municipios con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica

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Intensidad de terremotos en la provincia de Alicante.

Intensidad de terremotos en la provincia de Alicante. INFORMACIÓN

Consciente de esta situación, José Juan Giner Caturla, miembro del Grupo de investigación en Ingeniería y Riesgo Sísmico de la Universidad de Alicante, presentó en 2011 los resultados de un «Estudio de Peligrosidad Sísmica de la Comunidad Valenciana». De este informe, que elaboró junto al Consorcio de Bomberos de Alicante, se extrae un interesante mapa visual de la peligrosidad sísmica de la provincia. Se muestra concretamente la Intensidad Sísmica Esperada en la Comunidad Valenciana para 500 años. En relación a este estudio, el pasado mes de septiembre el conseller de Urbanismo, Arcadi España, y el responsable de la Unidad Sísmica de la UA, José Delgado, presentaron el mapa de actividad sísmica de la Comunidad Valenciana, que dibuja la probabilidad de que se produzca un terremoto en el periodo analizado de 475 años.

Mapa de peligrosidad sísmica en la Comunidad Valenciana. INFORMACIÓN

Víctimas mortales

La localidad de Petrer, en la comarca del Medio Vinalopó, fue la última población de la provincia de Alicante que sufrió un seísmo con víctimas mortales. El seísmo, que también afectó a Monóvar, tuvo lugar a las 8:51 horas del 15 de agosto de 2003, a 1 kilometro del casco urbano, con una magnitud registrada por el Instituto Geográfico Nacional de 5,8 grados en la escala Richter. Las consecuencias trágicas desembocaron en la muerte de dos personas por un corrimiento de tierras en la sierra de El Cid. Precisamente Petrer es uno de los municipios españoles más afectados a lo largo de tiempo por los seísmos. En los últimos 30 años ha sufrido más de 700 terremotos de más de 3 grados en la escala de Richter, según el Instituto Geográfico Nacional.

El 21 de marzo de 1829 un seísmo de 6,6 destruyó 2.965 casas y ocasionó 386 muertos en la Vega Baja

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A lo largo de la historia muchas y muy intensas han sido las sacudidas de tierra sufridas en Alicante. El primer terremoto documentado de la Península Ibérica tuvo lugar precisamente en Orihuela en 1048, según un estudio de investigación realizado por Giner Caturla, que arrasó la mezquita.

El 19 de junio de 1644 se produjo otro gran temblor de tierra en Muro de Alcoy con la caída de muchas viviendas y un trágico resultado de 22 fallecidos. A las 18.15 horas del 21 de marzo de 1829 la tierra se sacudió violentamente hasta 63 veces en la Vega Baja. Las magnitudes llegaron a los 6,6 grados y provocaron 386 muertos y 375 heridos destruyendo 2.965 viviendas y dañando a otras 2.396 en Almoradí, Benejúzar, Guardamar y Torrevieja. Pero el recuento más duro fue el de los muertos y los heridos. Solo en Almoradí hubo 192 fallecidos y 150 heridos. Desde aquel fatídico 21 de marzo de 1829 Torrevieja posee el récord de destrucción por un terremoto. Era sábado, ya de noche, y la mayoría de los vecinos estaban en sus hogares. En casas de varias alturas, sin cimentación, con vigas de madera y en calles estrechas, de modo que fueron cayendo y arrastrando con ellas las colindantes. No quedó piedra sobre piedra en Torrevieja. Guardamar tuvo que ser rediseñado y Almoradí sufrió las mayores pérdidas humanas. Un devastador terremoto como el que los sismólogos advierten que se volverá a repetir en la provincia de Alicante. De ahí la necesidad de aplicar con rigor la norma sísmica en la construcción.

Los expertos predicen un gran terremoto en 475 años

La provincia de Alicante, junto con Murcia y Granada, son los puntos peninsulares con mayor riesgo a que suceda un movimiento sísmico de gran envergadura. «Pero es importante diferenciar entre el espacio-tiempo humano con el geológico. Ocurrir va a ocurrir, que nadie lo dude, sin embargo no es tan probable que lo suframos nosotros porque el mapa de la Intensidad Sísmica Esperada en la Comunidad Valenciana es para 500 años», señala Lluís Francés, geógrafo formado en la UA. «En cualquier caso -añade- la litosfera continental está en continuo movimiento aunque no lo sintamos y nuestra disposición geográfica nos sitúa en una zona límite entre placas convergentes, divergentes y de fricción, provocando movimientos laterales y funcionando como fallas geográficas que suelen desencadenar terremotos de forma asidua, aunque de baja magnitud». Con esta información considera que «toca ser prácticos y útiles en la planificación territorial, inventariando los edificios de más de 50 años por su vulnerabilidad en caso de seísmos a partir de 6 grados».

La red sísmica de la UA pretende ampliar sus mediciones a toda la Comunidad Valenciana

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Proceso de medición diario de las ondas sísmicas en la UA. RAFA ARJONES

La provincia cuenta con tres estaciones sísmicas, dentro del centenar que integran la red del Instituto Geográfico Nacional. Se encuentran instaladas en el Campus de San Vicente, la presa de Guadalest y Los Montesinos. La red sísmica de la UA, cuya Unidad de Registro Sísmico dirige José Delgado, lleva años ampliándose. De hecho, el objetivo de este equipo es extender la Red Sísmica de la UA a toda la Comunidad Valenciana.

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