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Vándalos y gorrillas, primeros objetivos del bipartito con la entrada en vigor de la Ordenanza de Convivencia Cívica

El alcalde de Alicante niega que la norma, aprobada por PP, Cs y Vox, "criminalice a nadie", pese a las multas a sintecho y prostitutas criticadas por entidades sociales como Cáritas

Cartel de una persona que pide en la calle de Alicante RAFA ARJONES

El bipartito de Alicante tiene claro cuales serán los primeros objetivos contra los que pretende luchar cuando entre en vigor la polémica Ordenanza de Convivencia Cívica, conocida popularmente como ordenanza contra la mendicidad y la prostitución, prevista para principios de marzo. El alcalde, el popular Luis Barcala, aseguró este jueves, en una comparecencia pública durante un acto en el Ayuntamiento, que el ejecutivo local está trabajando en un «plan» para la implantación de la norma: «Ya se ha establecido un plan para poner en marcha la ordenanza. Empezaremos con el vandalismo y con los gorrillas, que son un problema de seguridad. En el Postiguet, por ejemplo, tenemos constancia de agresiones a conductores, pero también entre los propios gorrillas. Se va a poner en marcha el plan con un refuerzo de la Policía de barrio».

Barcala, cuestionado por las críticas, se limitó a reducirlas a una mínima expresión: «Las protestas llegan de los mismos, y con hipocresía. Es la ordenanza que quería este equipo de gobierno, y también la que nos demandaban los alicantinos. Es una buena ordenanza. No criminaliza a nadie». El alcalde pasó por alto, por ejemplo, las duras críticas desde entidades sociales poco «sospechosas» como Cáritas o Médicos del Mundo, que han criticado desde el señalamiento a los más necesitados como el nulo diálogo con los colectivos que trabajan con esas personas que viven en la exclusión

En su defensa de la ordenanza, centrándose en los artículos menos polémicos del documento que está a días de entrar en vigor (se prevé para primeros de marzo), como aquellos que incluyen actos vandálicos o ir semidesnudo por la calle, el alcalde aseguró que «los alicantinos no quieren que se destruya el mobiliario urbano y no pase nada, que se pueda pasear semidesnudo por las calles».

Preguntado sobre las sanciones a quienes duermen en la calle, el regidor centró su discurso en aquellos jóvenes extranjeros que pasan por Alicante. «Hay gente de espíritu libre, como centroeuropeos y nórdicos, que les gusta vivir así. Y no son mendigos. Respetamos que se muevan por el mundo, pero no tienen que dormir en la Rambla y acampar donde les dé la gana», prosiguió su intervención, en la que aseguró que la ordenanza no busca multar a las primeras de cambio, sino que, en un primer momento, los agentes informarán de la infracción tipificada en la ordenanza, insistiendo incluso que los servicios sociales municipales se harán cargo de aquellas situaciones que requieren intervención. También habló de abrir las puertas del Centro de Acogida e Inserción (CAI) para los sintecho, pasando por alto el colapso que sufre y los contados días que puede ser utilizado por una persona sin hogar. 

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