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Casi un millar de alicantinos con una enfermedad mental grave están a la espera de una plaza en una residencia

El Síndic considera que es fundamental efectuar "cambios urgentes" en la atención a estos enfermos, a través de una atención integral

Aumenta la preocupación por la salud mental RAFA ARJONES

Alrededor de un millar de personas con enfermedad mental crónica se encuentran a la espera de una plaza pública en una residencia de la provincia, en algún caso desde 2005. Este es uno de los datos facilitados por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat al Síndic de Greuges, Ángel Luna, que ha presentado una queja de oficio sobre las deficiencias y necesidades que, a su juicio, presenta la atención residencial a personas con problemas de salud mental.

Pero la falta de plazas en residencias, a juicio de Luna, no es el principal problema en la atención a estas personas. El Síndic considera que es fundamental efectuar "cambios urgentes" en la atención a estos enfermos, a través de una atención integral "no solo para dar respuesta a los evidentes déficits estructurales del sistema actual en lo referente a plazas residenciales, sino también para adecuarlo a la normativa vigente".

La queja del Síndic parte de la denuncia de un funcionario del área de Salud Mental por la falta de asignación de plazas en centros especializados de atención a personas que lo han solicitado y que no han encontrado respuesta en un plazo razonable. En algunos casos, sobre las que hay una autorización judicial de ingreso involuntario incluso tuteladas por la administración. 

En la actualidad, según la respuesta dada al Síndic desde la conselleria, en la provincia hay 3 centros específicos de enfermos mentales crónicos CEEM con un total de 116 plazas disponibles todas ellas ocupadas. Además hay 18 viviendas tuteladas con un total de 93 plazas disponibles, también ocupadas en su totalidad. En cuanto a las solicitudes, habría en este momento "al menos 898 personas con enfermedad mental crónica esperando una plaza pública residencial en la provincia. 

«Hay que garantizar el seguimiento pormenorizado de cada enfermo» Ángel Luna, SínDic de Greuges

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El Síndic considera que, ante estas cifras es fundamental ampliar el número de plazas ya que "la atención en recurso residencial sigue siendo considerada necesaria y el que muchas personas no ingresen se debe a la falta de plazas". Por ello, Luna cree que "la Conselleria debería asegurarse de que la persona solicitante que se encuentra pendiente de asignación de una plaza está recibiendo la atención suficiente por parte de otros servicios o programas sanitarios, socio-sanitarios o sociales de carácter ambulatorio".

En cualquier caso, a juicio de Ángel Luna, el ingreso en una residencia debe ser el último recurso al que debe recurrir la administración, y la solución no se limita a aumentar en número de plazas residenciales. Así, señala en su queja que "el nuevo paradigma de acción en el ámbito de la atención a personas con problemas de salud mental obliga a las administraciones públicas al desarrollo de un nuevo modelo en el que se haga una apuesta decidida por la atención comunitaria y el desarrollo de medidas de apoyo que posibiliten la atención suficiente y de calidad, evitando o reduciendo al máximo la necesidad de recurrir a medidas de atención residencial".

«Desde la Generalitat se intenta priorizar la atención domiciliaria» MIKEL MUNÁRRIZ, Oficina de Salud Mental del Consell

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En el caso de que el ingreso sea necesario, debe ser a juicio del Síndic "flexibles, temporales, normalizadoras y potenciadoras de procesos de inclusión". Por ello, cree que es fundamental "extremar los sistemas de supervisión e inspección de cada caso" para añadir que "resulta necesario llevar a cabo un profundo estudio de la situación en la que se encuentra cada una de estas personas, conocer qué tipo de atención han estado y están recibiendo, su evolución y necesidades para posteriormente determinar el programa individual más adecuado para cada caso asignando los recursos que resulten necesarios".

Por todo ello, Ángel Luna recomienda la elaboración de un Plan Valenciano de Acción para la Salud Mental, Drogodependencias y Conductas Adictivas, la promoción de recursos intermedios que evite largos procesos de internamiento, la creación de las plazas residenciales y viviendas necesarias para las personas que necesiten internamiento, extremar las medidas de supervisión e inspección de estos centros.

También recomienda "la urgente revisión y asignación de recursos a las personas solicitantes de una plaza residencial respecto de las que se ha dictado auto judicial de ingreso involuntario y a las personas respecto de las que el Ministerio Fiscal ha solicitado la adopción de medidas de protección", así como la elaboración de un plan de atención individualizada que determine los recursos que las personas necesitan", y por último "la revisión de la evolución y situación clínica, social y legal, de las persona con problemas de salud mental actualmente atendidas en recursos tutelados, (CEEM y viviendas tuteladas).

Una unidad de salud mental de Alicante Rafa ARJONES

Limitar los ingresos

Desde la Oficina de Salud Mental de la Generalitat se coincide con el Síndic en que es fundamental limitar los ingresos de las personas con enfermedad mental grave. El coordinador de esta oficina, psiquiatra y presidente de la Asociación española de Neuropsiquiatría, Mikel Munárriz, ha señalado que "todos creemos que no se puede hacer un esfuerzo en incremento en plazas residenciales si no se hace un esfuerzo en la creación de internamientos menos restrictivos y de servicios domiciliarios"

Munárriz ha incidido en que "desde el Consell se ha incrementado notablemente la creación de viviendas tuteladas y se han puesto en marcha equipos de atención domiciliaria que también dependen de los ayuntamientos. Una residencia se llena, hay que ofrecer alternativas a los pacientes. Se van haciendo cosas en la atención individualizada. Se intenta priorizar la atención domiciliaria o una vivienda normalizada y potenciar las actividades comunitarias, esa es la línea".

Con respecto a las recomendaciones y críticas del Síndic Mikel Munárriz ha añadido que "consideramos que todas las personas con un trastorno mental grave tienen un servicio y un seguimiento individualizado".

Ofelia Villaescusa, Jefa de Unidad del centro de día de Doctor Esquerdo de Alicante, ha señalado con respecto a la queja de Ángel Luna que "estoy de acuerdo con el Sindic. Si hubiera mas recursos sociosanitarios, la mayoría de personas con problemas de salud mental graves no necesitaría recurrir a un centro, pero falta mucho. Falta la figura del asistente personal que está por desarrollar, faltan centros de día, centros de integración social, y que se generalicen los equipos SASEM de atención y seguimiento a personas con problemas de salud mental grave sin necesidad de atener a los centros y que de momento solo funcionan en Alcoy y se van a poner en marcha en Elda pero aún no están funcionando en toda la provincia".

Con todo, Villaescusa considera que "sí hay un cambio sobre la forma de actuar ante la enfermedad mental y se tiende a apostar por una atención y un seguimiento individualizado limitando los ingresos a lo imprescindible" . Por su experiencia, la responsable del centro de día del Doctor Esquerdo señala que "yo acompaño a personas muy muy graves y, sin embargo, pueden vivir en su entorno. Es mas fácil la recuperación fuera que en un centro. “De hecho, muchas de las personas ahora ingresadas podrían haber sigo tratadas en sus propios entornos evitando ingresos innecesarios y mejorando la calidad de vida de las mismas. Con los apoyos necesarios muchas de las personas no necesitarían estar ingresadas”.

«Es mas fácil la recuperación de una enfermedad mental fuera que en un centro» Ofelia Villaescusa, Jefa del Centro de Día del Doctor Esquerdo

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Preocupación por los niños y adolescentes

La pandemia ha provocado un aumento de los trastornos mentales en niños y adolescentes, algo que preocupa a los expertos. Mikel Munárriz considera el problema no se ha debido a la falta de recursos durante la crisis sanitaria ya que "hay que distinguir entre lo que ha ocurrido en otras especialidades que quedaron inactivas y lo que ha ocurrido con la salud mental. En este ámbito no dejamos de funcionar".

Munárriz asegura que "las unidades de agudos se mantuvieron. la atención se mantuvo. Las unidades de salud mental funcionaban aunque fuera por teléfono. Se notó menos que en otros ámbitos". Eso sí, cree que "es verdad que hay un sector de la población de niños y adolescentes con problemas mentales y depresión que es un fenómeno que tenemos que analizar. El aumento de casos se ha notado mucho, sobre todo las tendencias a la autoagresión y los suicidios o intentos de suicidio. Algo está pasando. Es un claro indicador de que tenemos un problema con la juventud".

El experto cree que se están dando pasos para mejorar la atención a los jóvenes. "Por ejemplo, el plan Ariadna de intervención global por los problemas de la juventud que incluye acciones de salud mental es una buena cosa", para añadir que "evidentemente con el confinamiento y las restricciones y lo que veíamos a nuestro alrededor, todos nos hemos sentido más sensibles, y es que se ha normalizado el reconocimiento del sufrimiento psíquico. Pronto se verá que el sufrimiento psíquico es un problema colectivo por precariedad, incertidumbre, soledad..."

Como punto positivo de la pandemia, Munárriz cree que "por fin la gente empieza a tomarse en serio la salud mental".

LAS CIFRAS

116 plazas para personas con enfermedad mental en un centro en la provincia

La provincia cuenta con tres centros para personas con enfermedad mental crónica con un total de 116 plazas, todas ellas ocupadas.

93 plazas para personas con enfermedad mental en una vivienda tutelada

En la provincia hay 18 viviendas tuteladas con un total de 93 plazas disponibles, también ocupadas en su totalidad.

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