La firma Miniland, con medio siglo de historia, se dedica al juguete educativo desde hace más de 15 años. Lanzaron su primera colección de muñecas de diversas razas hace siete años y hace tres completaron su línea integradora con las muñecas con síndrome de Down, gafas e implantes auditivos. «La línea del ‘social and emotional learning’ (aprendizaje socioemocional) nos permite diferenciarnos de lo que hay en el mercado y podemos aportar mucho. No solo en términos de formación para niños, también en nuevos materiales mucho más sostenibles», afirma Rafael Rivas, director general de la juguetera de Onil, que está cosechando por todo el mundo numerosos reconocimientos, como el galardón de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes en 2020 por sus muñecas con síndrome de Down de diferentes razas, lo que le valió un artículo en el diario británico «The Guardian» que ponía en valor la pionera iniciativa.

Más reciente es el prestigioso reconocimiento de Toy Industries of Europe, la Medalla de Oro al Juguete Inclusivo, «un premio de mucha relevancia que no esperábamos». También consiguieron el premio MIA- Innovación de producto/servicio-, impulsado por Havas Media, por su innovadora aplicación EMyBaby. Se trata de la primera app en el mercado en unificar todas las necesidades para el seguimiento del bebé y vincularla a los diferentes productos del universo Miniland.

A todos ellos se suma el «Importante» de INFORMACIÓN, que su director general recibió en el ADDA de manos de Esther Guilabert, directora general de la Confederación Empresarial (CEV). «Hemos recibido muchos premios dentro y fuera de España, a nivel europeo, pero es muy importante que también tengamos este reconocimiento a nivel local, en el mismo Alicante. Como suele decirse, se es más profeta fuera que en tu propia tierra. Ha sido toda una sorpresa y estamos muy ilusionados. Valora nuestra línea de trabajo y nos anima a seguir en estas mismas ideas y proyectos que estamos poniendo en marcha».

Sobre la línea de muñecas integradoras, Rivas incide en que llevan desarrollando este trabajo desde hace muchos años «pero ahora la sociedad está mucho más sensibilizada. El espacio siempre estaba pero no existía esa especial sensibilidad. No es que nos hayamos puesto ahora el objetivo como una moda, sino que llevamos ya tiempo en esta línea. Es la sociedad la que ahora es mucho más sensible a recibir este tipo de productos que aporten estos valores». Como ejemplo, las muñecas afroamericanas que llevan años en el mercado estadounidense, donde además la polarización creada en el país por el expresidente Donald Trump y el Black Lives Matter, movimiento surgido a raíz de los abusos policiales sobre afroamericanos, ha sensibilizado a parte de la población para reconocer este tipo de juguetes. Factores que han sido muy importantes para el lanzamiento de estos productos al otro lado del Atlántico.

«El Black Lives Matter ha puesto sobre la mesa la inclusión de las diferentes razas y la diversidad. Llevamos en Estados Unidos desde hace tiempo, pero el año pasado fue una explosión. Tenemos una clientela muy importante allí, una presencia muy significativa con este tipo de producto. Personas que se meten en las redes y nos dan las gracias por llevar años con una propuesta en valores. Están encantados con que existan empresas que hayamos estado ahí más allá de temas meramente comerciales». Incluso han recibido positivas valoraciones de artistas famosos con hijos que tienen síndrome de Down, y que «juegan con nuestras muñecas».

De cara al futuro, Miniland tiene previsto ampliar las líneas actuales de muñecas, también de puericultura y educación, que les ayudan a desestacionalizar las ventas, así como nuevos productos inclusivos que aún no pueden desvelar por razones de confidencialidad. «Son muchos proyectos encima de la mesa que vamos a desarrollar en los próximos años».

Rivas reconoce que están muy contentos con la línea que están llevando, que se granjea muchos reconocimientos de los clientes y consumidores, con «comentarios buenísimos. Estamos que no nos lo creemos, muy gratamente sorprendidos. Somos una empresa pequeña, con 50 años de historia y de repente tenemos toda esta visibilidad que pone nuestras creaciones en valor. Estamos encantados. No podemos decir otra cosa».