Una campaña promovida por el jurista alicantino José María Asencio Gallego insta a los ayuntamientos de toda España a donar a Ucrania chalecos antibalas de los utilizados por las policías locales, con un nivel de protección 4/6. La idea, planteada el viernes durante un acto en el Colegio de Abogados de Barcelona, ciudad donde desarrolla su actividad profesional, ya se ha puesto en marcha en Cataluña, con el objetivo de extenderse a todo el país, y responde, según explica su impulsor, a la necesidad "urgente" de contar con este material defensivo.

Asencio explica que se trata de una iniciativa de carácter absolutamente personal, que parte del trabajo que ha desarrollado con autoridades diplomáticas ucranianas en los últimos años, y que ha derivado en vínculos emocionales estrechos con muchas personas de ese país. Decidió llevarla a cabo tras una conversación con el ministro consejero de la Embajada de Ucrania en España, Dmytro Matiuschenko, que le alertó de la escasez de esos equipos de protección y con quien comentó la posibilidad de intentar recabarlos a través de los ayuntamientos.

El juez alicantino, colaborador del periódico INFORMACIÓN, insta a los municipios que puedan aportar este material a que contacten con la Embajada de Ucrania o el consulado más cercano, para poder llevar a cabo esta donación. Pueden hacerlo directamente a través del correo electrónico ukrembassy.esp@gmail.com. En Cataluña, explica, se está realizando ya a través de las diputaciones provinciales, quienes entregan los equipos al cónsul general; la Comunidad Valenciana está a cargo de este mismo diplomático, lo que facilita aún más las posibles aportaciones que puedan hacerse desde Alicante, Valencia o Castellón.

Asencio incide en su "compromiso con una causa que considero justa", como es la lucha contra esta guerra y la crisis humanitaria que está generando. El jurista destaca, al mismo tiempo, que Ucrania está "muy satisfecha de la ayuda española que está llegando", tanto de manera oficial como a través de organizaciones no gubernamentales y particulares, ya sean medicamentos, alimentos u otros artículos de primera necesidad.