Las carreteras locales de la provincia de Alicante han recuperado la práctica totalidad del tráfico que tenían antes de la pandemia, a pesar de las restricciones a los desplazamientos interterritoriales que han estado vigentes durante un largo tiempo. Así lo indica la Memoria de Aforos 2021 de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que señala que las vías gestionadas por la Generalitat en la demarcación alicantina registraron un tráfico acumulado cercano a 1.579,5 millones de vehículos durante todo el año pasado. Se trata de una cifra que deja atrás el excepcionalmente bajo dato de 2020.
En concreto, a lo largo de 2021 circularon por las carreteras autonómicas de la provincia un 14,7% más de vehículos que en el atípico ejercicio anterior. De media, cada vía tuvo un tráfico diario de 4.522 coches, furgonetas, motocicletas y camiones, aunque lógicamente con grandes diferencias entre los principales ejes de comunicación comarcal o local y las carreteras más secundarias. Así, el informe de la Conselleria señala que por las vías de su competencia en el entorno de Alicante, Elche y Crevillent pasaron una media de 10.110 vehículos diarios, mientras que en el entorno de Alcoy la cifra es radicalmente diferente, tan solo 983 vehículos, aunque hay que entender que en este último caso se trata sobre todo de carreteras de montaña, que discurren por zonas con muy poca población.
La Memoria de Aforos muestra una reactivación muy clara de la movilidad, tanto por motivos laborales como de ocio o turismo, después las fuertes restricciones impuestas por las circunstancias de la pandemia de coronavirus en 2020, e incluso a pesar de que algunas de estas medidas se prolongaron durante buena parte de 2021. Entre otras, los cierres perimetrales o los toques de queda, que no decayeron por completo hasta el final del último Estado de Alarma en el mes de mayo. Este mayor volumen de desplazamientos puede medirse a través de las variables que contempla el estudio, como son los desplazamientos a las áreas con mayor presencia de polígonos industriales, así como a las zonas de playa o con actividad de turismo rural.
El aumento de estos tres tipos distintos de tráfico fue bastante similar el año pasado, aunque ligeramente mayor en el caso de los accesos a polígonos industriales, donde la circulación creció un 15% frente al 14% de las rutas a puntos turísticos. Las vías cercanas a las playas registraron una media de 7.579 vehículos diarios, frente a 1.612 las de las comarcas interiores y 9.264 en los entornos fabriles. Las tres cifras, eso sí, siguen siendo ligeramente inferiores a las alcanzadas en 2019: 7.991, 1.754 y 9.568, respectivamente.
Es previsible, en ese sentido, que la diferencia de tráfico en relación a 2019 se deba, precisamente, a las restricciones a la movilidad durante los primeros meses de 2021, sobre todo al cierre perimetral. Hay que tener en cuenta que estaban vigentes en fechas tan señaladas para los desplazamientos como la Semana Santa, y que eso impidió que pudieran acudir a la provincia turistas de fuera de la Comunidad Valenciana. Así las cosas, el año pasado circularon por las carreteras alicantinas de titularidad autonómica 82 millones de vehículos menos que en 2019.
Corredores periurbanos saturados
En la provincia hay diez carreteras gestionadas por la Generalitat que registraron el año pasado un tráfico superior a los 55 millones de vehículos. Todas tienen una característica común: son corredores que discurren por entornos periurbanos, es decir, en los que hay mucha población, en ocasiones dispersa, y que canalizan la circulación hacia el núcleo principal o lo distribuyen desde él. Y coincide, además, que en todas estas vías hay tramos que sobresalen por su saturación, en donde son frecuentes los atascos.
La vía autonómica de mayor circulación en las comarcas alicantinas es la CV-91, el eje transversal de la Vega Baja entre Orihuela y Guardamar del Segura, con casi 106 millones de vehículos anuales. Todos sus tramos superan los 10.000 de intensidad media diaria, y en el entorno de la capital comarcal se acerca a los 14.000. También en la Vega Baja está la segunda carretera más transitada, la CV-95, entre Orihuela y Torrevieja, con 104,5 millones de vehículos al año y una media superior a los 18.000 diarios en las proximidades de la ciudad salinera. Y otro acceso a Torrevieja, el de la CV-905 desde Benijófar, es la tercera vía más utilizada, con casi 93 millones de vehículos en 2021.
La CV-70 entre La Nucia y Benidorm es otra de las carreteras de mayor tráfico, con medias diarias de casi 26.000 vehículos en algún punto. Peor aún es la situación en el acceso a Dénia por la CV-725; su circulación anual fue de 73,7 millones de vehículos en 2021, pero la media de cada jornada en las proximidades de la capital de la Marina Alta alcanzó los 31.821. Y en cuanto a la actividad en zonas industriales, es muy significativo el tráfico en la CV-83, que comunica Elda y Pinoso, especialmente en el tramo entre la primera localidad y Monóvar, con una media de 13.055 vehículos diarios.
Las restantes carreteras con más tráfico son la CV-865 de Elche a Santa Pola, la CV-800 de Sant Joan a Xixona -aunque el tramo de la Carrasqueta, como es lógico, tiene mucha menos circulación-, la CV-84 de Elche a Aspe y la CV-715, sobre todo por el tramo entre Callosa d'en Sarrià y La Nucia. Sorprende que entre las vías más utilizadas no aparezca la CV-821, la ronda entre San Vicente del Raspeig y Sant Joan d'Alacant, aunque bien podría deberse a que algunos tramos han sido transferidos por la Generalitat a los ayuntamientos, lo que ha hecho menguar el recorrido de la carretera; aun así, en el entorno de Mutxamel registró una media diaria de casi 24.000 vehículos.
