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El Gobierno busca alternativas a Ciudad de la Luz por su difícil adaptación para acoger refugiados de Ucrania

El Ejecutivo baraja otros espacios como albergues, residencias o, incluso, el hospital de campaña

Ciudad de la Luz también está sirviendo para guardar material humanitario que se mandará a Ucrania

El Gobierno está buscando espacios alternativos a la Ciudad de la Luz para alojar a los refugiados que huyen de la guerra en Ucrania, según han confirmado fuentes de Subdelegación del Gobierno y del Consell. Los antiguos estudios de cine no han convencido a los técnicos del Ministerio de Migraciones que los visitaron el pasado lunes, debido a la gran cantidad de obras que serían necesarias para poder dar cabida a las familias.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno señalan que, aunque no se ha descartado del todo que finalmente se use Ciudad de la Luz, de momento se ha optado por buscar otros emplazamientos más pequeños y fáciles de adecuar a las necesidades de los refugiados. Se barajan entre estos espacios residencias, albergues e incluso el hospital de campaña, que el año pasado sirvió para ingresar a enfermos de coronvirus y que a priori también dispone de todos los equipamientos necesarios.

Ciudad de la Luz cuenta con una gran superficie, cercana a 5.000 metros cuadrados, y por lo tanto capacidad para dar cabida a un elevado número de personas. Otro punto a su favor es la cercanía al aeropuerto. Hay que tener en cuenta que los refugiados que lleguen permanecerán en el centro de primera acogida que se habilite dos o tres días, mientras se les identifica y se tramita la documentación necesaria. De allí, los refugiados serán trasladados a las distintas comunidades autónomas para su acogimiento a largo plazo.

El problema de Ciudad de la Luz es que se trata de un espacio diáfano, en el que habría que instalar aseos, duchas, zonas para comer, áreas de descanso para los más pequeños y un sistema de calefacción para poder tener unas mínimas condiciones de confort. 

Mientras el Gobierno busca alternativas, Ciudad de la Luz está sirviendo para almacenar todos los productos de primera necesidad que están remitiendo los ayuntamientos de la provincia de Alicante.

Un total de 180 municipios de la Comunidad Valenciana se ha mostrado dispuestos a colaborar con la recogida y el envío de material de primera necesidad a la zona del conflicto. La Federación Valenciana de Municipios y Provincias está siendo la encargada de coordinar la ayuda municipal.

En cada una de las tres provincias se han habilitado diferentes puntos para concentrar todo este material hasta que pueda ser enviado al país de destino. La Generalitat está coordinando un convoy de ayuda humanitaria, de la mano del Gobierno de Ucrania y del Gobierno Polaco, para hacer entrega del material humanitario recogido en diversos centros logísticos de Polonia, desde donde, a través de corredores verdes, se distribuirá el material en Ucrania por parte del mismo gobierno ucraniano.

Desde este lunes la ayuda humanitaria está llegando al complejo cinematográfico de Alicante en camiones con material como alimentos no pereceros y ropa de abrigo, mientras que por toda la provincia los consistorios están habilitando puntos para que los ciudadanos puedan llevar todo tipo de productos que puedan servir para aliviar el drama que está sufriendo el pueblo ucraniano por la invasión rusa.

La Federación Valenciana de Municipios y Provincias, según señala su residente Rubén Alfaro, está en conversación con el Consulado de Ucrania, que es el que va marcando cuáles son los productos más necesarios.

La población necesita productos sanitarios de primeros auxilios como vendas, algodón, yodo, pomadas analgésicas, antibióticos, agua oxigenada, medicamentos para el estómago o para tratar las quemaduras, parches contra hemorragias, torniquetes de vendaje, botiquines o elementos de ortopedia como sillas de ruedas, andadores y muletas.

También se necesita material textil como ropa y calzado (tanto para personas adultas como para niños y niñas), mantas, toallas, ropa de cama y ropa interior térmica, así como material de higiene como toallitas húmedas, compresas y tampones y kits de higiene que incluyan maquinillas de afeitar, pasa de dientes, cepillos y jabón, así como detergentes y productos de higiene personal.

Además, pueden aportarse también alimentos no perecederos, como comida enlatada, frutos secos, chocolate sin leche, barritas energéticas, galletas, café y té.

En la medida de lo posible, el material que se lleve a los puntos de recogida deberá estar contenido en cajas con una pegatina exterior indicando su contenido (descripción y cantidad), tanto en español como en inglés, y es conveniente etiquetar características especiales en la manipulación.

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