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Urbanismo busca la fórmula legal para encajar el restaurante en el faro del Cabo de la Huerta al estar en suelo no urbanizable

El próximo julio se cumplirán dos años desde que el grupo hostelero recibió la autorización del Puerto, que sigue recurrida en los tribunales

Faro del Cabo de las Huertas

El Ayuntamiento de Alicante busca la fórmula legal para poder encajar el restaurante autorizado por el Puerto en el faro del Cabo de la Huerta, ya que aunque la empresa concesionaria tiene todos parabienes administrativos del Puerto, el faro ocupa suelo no urbanizable, con lo cual no podría acoger el negocio hostelero.

Los promotores solicitaron la licencia para hacer la obras hace ya casi un año y desde entonces pagan el canon establecido por el Puerto, pero los trabajos siguen sin arrancar pendientes, por otro lado, del fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Fuentes cercanas al proceso que ha seguido la tramitación del polémico proyecto aseguran que la única fórmula legal posible para que el Ayuntamiento es que la Generalitat declare el proyecto como iniciativa de Interés Comunitario (DIC), única vía para que el Ayuntamiento pudiera dar la licencia.

La plataforma que se opone al restaurante formalizó su demanda en mayo de 2021, la Abogacía del Estado reclamó que no se admitiera y hubo una alegación en junio de la que no se ha vuelto a saber. En estos momentos, según fuentes municipales, la concesión de la licencia podría abrir la vía, incluso, a una denuncia por presunta prevaricación. Miguel Ángel Pavón, exconcejal de Urbanismo y miembro de Salvem el Faro, subraya, por su parte, que "si el Consell diera ese paso alegaríamos, y si se concede la licencia sin la DIC iremos a un contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento".

Más de un año ha pasado ya desde que el consejo de administración del Puerto de Alicante adjudicara al grupo hostelero que gestiona, entre otros Torre Mauro y Petímetre, la concesión del restaurante del faro del Cabo de las Huertas. La pelota quedó en el tejado del Ayuntamiento de Alicante, que no le ha dado la licencia de momento, y la propia Generalitat.

Si hubiera informes desfavorables en el expediente de la licencia municipal no se podría dar el permiso. La Conselleria de Cultura tiene también que emitir informe al actuarse sobre un BIC, o como el que se debiera emitir la Conselleria de Política Territorial sobre la compatibilidad de la actuación con el Pativel.

El plazo de la concesión es de 15 años, prorrogables por cinco más, ocupando exclusivamente una superficie de 1.861,66 m2, de los más de 52.000 m2 que componen la parcela.

El faro del Cabo de las Huerta fue inaugurado el 15 de agosto de 1856. El faro y los terrenos donde está ubicado son del dominio público portuario. El concesionario no podría construir ningún edificio nuevo, sino limitarse a rehabilitar la antigua vivienda del farero, un almacén y un garaje y taller ya existentes. Además, está obligado a restaurar la torre de la linterna del faro, sin que, en ningún caso, la misma forme parte de la concesión. E faro sigue, automático, encendiéndose por la noche.

El consejo de administración aprobó en julio de 2020 la adjudicación del concurso público abierto para otorgar una concesión administrativa, para la reforma y explotación de los edificios adyacentes al faro del Cabo de las Huertas, para ofrecer servicios de hostelería.

Durante la selección de la mejor oferta, entre los cinco proyectos presentados, uno de los principales criterios que tuvieron en cuenta los técnicos de la Autoridad Portuaria fue la valoración del proyecto que, además de contener las bases del diseño, estética y funcionalidad, debía incluir las medidas medioambientales y los planes de urbanización exterior, propuestas por las empresas que concurrían.

La empresa ganadora del concurso presentó, además, de un estudio de accesibilidad y otro de gestión de residuos, un plan de actuaciones para la conservación de los acantilados con vegetación de las costas mediterráneas, en el que se ha identificado y evaluado las especies de flora típicas del hábitat del Cabo de las Huertas, con el fin de realizar una correcta gestión para su conservación.

En la parte de propuestas socio-culturales realizadas, se encuentra la celebración de visitas culturales a las edificaciones exteriores del faro, construido en 1856, y a los restos de las baterías de costa y refugios, que serán vallados para organizar el acceso a los mismos.

También se ha contemplado la creación de un pequeño jardín botánico, con la flora autóctona de la zona, y la instalación de atriles de madera con imágenes y descripción de la flora y fauna marina para los visitantes, en el marco de respeto y conservación del entorno del cabo, contemplado en los pliegos del concurso.

En el ámbito de restauración, la carta estará compuesta por productos y platos típicos de la provincia, con la pretensión de convertirse en un lugar de referencia de la cocina mediterránea. Esta parte comercial se complementará con actividades orientadas a promover el interés por el cuidado y preservación del medio ambiente. La inversión será de unos 505.000 euros.

El faro fue inaugurado el 15 de agosto de 1856. Tenía luz fija blanca y un alcance de 10 millas. Su lámpara de aceite de resorte, pronto fue sustituida por una lámpara de una mecha para petróleo y parafina. Entre 1918 y 1921 se modificó sustancialmente el faro original, con una nueva linterna cilíndrica, pantallas giratorias y una instalación luminosa de acetileno, gas fabricado in-situ con un gasómetro, dando la nueva apariencia de luz blanca con ocultaciones en grupos de 4 y reforzando su alcance.

En 1935 se estrena la electrificación, consiguiendo con ella un alcance luminoso de 25 millas y la apariencia de grupos de 3 y 2 destellos repetidos cada 25". En 1980 entra en funcionamiento un nuevo faro con óptica dióptrica, equipo eléctrico-gas, continuando con la misma característica.

La única modificación de importancia que tuvo fue la ampliación del edificio realizada a principios de siglo, consistente en añadir dos alas laterales alineadas con la fachada posterior y de menor longitud que el lado del edificio. Hoy sigue operativo. Ni el Ayuntamiento, ni la Diputación contemplaron quedarse con la concesión tras comunicarles ya hace casi tres años el presidente del Puerto, que saldría a concurso público.

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